Recurrentemente las personas migrantes de los países limítrofes son colocadas en el lugar de chivo expiatorio. Los discursos que responden a una matriz cultural xenófoba los responsabilizan de los problemas, corriéndonos el foco de las injusticias e inequidades estructurales.
Según el informe “Xenofobia en la Argentina” del Laboratorio de Estudios sobre Democracia y Autoritarismos de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam) un 29,0% de los encuestados se manifestó a favor de prohibir el ingreso de todos los inmigrantes. Cuando se cruza el nivel de xenofobia con la variable edad los grupos más jóvenes son los que presentan una mayor aversión a la inmigración en comparación con los adultos mayores: entre 16 y 24 años, conocidos como centennials, un 32,6% se opone a la inmigración.
Estos datos no son aislados, están anclados en construcciones discursivas que atraviesan la agenda político mediática. Según el último Monitoreo de Noticieros de la Defensoría del Público, los/as migrantes representaron solo un 1,2 % de las noticias monitoreadas. La mayoría de las mismas se refirieron a hechos policiales, en las cuales predomina las representaciones de “delincuentes” (87,4%). Es decir, se da un doble proceso de invisibilización y estigmatización.
Asimismo, el Anuario Estadístico Migratorio de Argentina 2020, que condensa los principales resultados derivados de la primera edición de la Encuesta Nacional Migrante de Argentina (ENMA) ante la pregunta sobre las fuentes o los lugares donde se han producido o los/as migrantes identifican situaciones de discriminación, los medios de comunicación se ubican en el segundo lugar: la mayor cantidad de respuestas se concentra en la categoría “en la calle” (37%), seguida de “en los medios de comunicación” (29%), “en el trabajo” (29%), “cuando realizo trámites en alguna oficina del Estado” (26%) y “en grupos sociales” (24%), entre otras opciones con valores porcentuales menores (ENMA, 2021).
En el Anuario se advierte que las experiencias de discriminación se relacionan con el país de origen, dado que la migración europea ha vivenciado menor discriminación en comparación con los/as migrantes latinoamericanos/as (especialmente afrodescendientes), africanos/as u orientales. Las personas provenientes de Haití, China, Bolivia, Colombia y Senegal, en más de un 80% respondió haber sufrido discriminaciones.
A pesar que la mayor cantidad de respuestas seleccionadas por los/as migrantes se vinculan a situaciones de interacción presencial en las que la portación de “cara” juega un papel central de discriminación, tal como se señalara, un alto porcentaje de respuestas indican a los medios de comunicación como espacios donde circulan imágenes y discursos discriminatorios que propician una representación diferenciadora y racializadora acerca del acceso a derechos o que concentran la información en relación al delito.
Desde decisiones en materia de política migratoria también se ha abonado una visible criminalización de los/as migrantes, a partir de la concreción de expulsiones amparadas en el DNU 70/2017 y de expresa difusión de discursos racistas por parte de funcionarios públicos. El Decreto 70/2017, firmado por el entonces presidente Mauricio Macri, modificaba aspectos de la Ley de Migraciones -Ley N° 25.871-, que tuvieron graves repercusiones para las personas migrantes durante los últimos cuatro años, ya que vulneraban el debido proceso, el derecho de defensa y el derecho a la unidad familiar. Por ello, había sido fuertemente objetada por órganos internacionales y regionales de protección de derechos humanos, y por distintas organizaciones sociales. El Decreto fue derogado el 5 de marzo del 2021.
Como sosteníamos al comienzo, las miradas xenófobas tienen anclaje y se fortalecen en discursos mediáticos. Es necesario recordar las recomendaciones del Observatorio de la Discriminación en Radio y TV del ENACOM: enfocar la inmigración como tema, no como problema. Enfatizar el derecho a la igualdad de todas las personas. Comprender que las personas migrantes son sujetos/as de derechos que forman parte de la vida política, cultural, económica y social de Argentina y desnaturalizar de manera reflexiva y crítica la criminalización y victimización de las personas migrantes, para desterrar todo sentido discriminatorio y promover una ciudadanía más inclusiva.
* Profesora e investigadora de IPEHCS-CONICET-UNCO
** Licenciado en Comunicación Social. Profesor de la UNRN