La provincia de Buenos Aires anunció este lunes una aceptación del 98 por ciento en la reestructuración de su deuda en moneda extranjera. El gobernador Axel Kicillof aseguró que los acreedores decidieron aceptar en forma unánime la propuesta para aliviar la carga de vencimientos de la provincia en los próximos años con el objetivo de sostener la recuperación de la economía bonaerense. La deuda provincial se elevó de 2016 a 2019 en un 68 por ciento forzando esta renegociación. Kicillof criticó ese endeudamiento porque no se usó para impulsar la inversión, la producción y la creación de puestos de trabajo.
“Luego de un arduo trabajo, hemos logrado una reestructuración de la deuda de la Provincia bajo ley extranjera y en moneda extranjera con una adhesión del 98 por ciento de los acreedores. Una aceptación unánime y un resultado mutuamente conveniente”, dijo el gobernador bonaerense.
"El acuerdo genera un alivio muy grande en el largo plazo y convierte la deuda en algo sostenible porque está acorde a nuestras posibilidades de pago. No íbamos a firmar ningún compromiso que pusiera en riesgo las cuentas públicas”, agregó.
La firma con los acreedores implica dejar de pagar unos 4600 millones de dólares hasta 2027, triplicar los plazos de repago de los títulos y reducir los intereses. Kicillof presentó los principales datos de la negociación junto a su ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo Lopez. El nuevo esquema reordena el perfil de vencimientos de la deuda bonaerense para hacerlo sostenible. En el mercado empezaron a estimar el potencial de suba de los nuevos bonos del canje y se armaron escenarios en el que el incremento de los precios ronda el 20 por ciento en el corto plazo.
“A pesar de las dificultades ajenas a nuestra voluntad, nunca abandonamos el camino del diálogo con los acreedores. Aun tratándose de una deuda contraída por el gobierno anterior, esta gestión está dispuesta a honrar sus compromisos pero sin hipotecar el futuro de los bonaerenses”, mencionó el gobernador. “La situación enfrentada es resultado de un proceso de endeudamiento que llevó adelante Macri y su gobierno, que representa en toda la historia de nuestro país en esta materia, el más ruinoso, por su velocidad y composición”.
Mega endeudamiento
Kicillof planteó que los pasivos acumulados a partir de 2016 fueron perjudiciales para la economía porque no tuvieron el fin de mejorar la capacidad productiva, sumar empleo y de esa forma mejorar las condiciones de vida de la población.
"¿Para qué tomaron deuda extranjera? ¿Hicieron más obras, mejoró la competitividad? Nada de eso, las obras se interrumpieron y nos quedó la deuda", dijo. “De ahora en adelante la deuda está enmarcada en un nuevo acuerdo que baja los intereses, extiende los plazos y nos permite afrontar los vencimientos de una forma mucho más razonable. El alivio financiero que esto representa nos permite poder hacer más inversiones en infraestructura, salud, educación, seguridad y destinar los recursos para reconstruir la Provincia”, agregó el mandatario.
El gobernador bonaerense criticó la idea de que tomar deuda en moneda local o en moneda extranjera es igual para la capacidad de repago de una economía como la Argentina. Se trata de uno de los debates en la agenda económica de las últimas semanas. "Parece que en campaña quieren borrar con el codo lo que escribieron con la mano. Con la historia y un poco de responsabilidad no deberían haber hecho lo que hicieron, endeudar al país en moneda y ley extranjera, que es la que nos había llevado al problema con los buitres", consideró.
"Solamente Macri, Vidal y Larreta defienden la gestión de deuda que tuvieron, nadie más. Cuando asumimos nos encontramos con una deuda impagable, y ellos empiezan a hablar, salen a discutirlo con pocos elementos para defenderse, lo raro es que lo nieguen. Tienen que explicar por qué se endeudaron en dólares en Wall Street y no sirvió para nada", remarcó.
La reestructuración de la deuda bonaerense en la que se negociaron bonos por un monto superior a los 7000 millones de dólares termina en forma exitosa y permite cerrar otro capítulo de la crisis de deuda iniciada en 2018. El año pasado el primer paso fue concluir las negociaciones con los acreedores privados locales y extranjeros de los bonos soberanos. En el mercado se estima que el próximo paso importante será el cierre de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional para extender el plazo de repago de la deuda y reducir los costos financieros.