En una audiencia pública organizada por la Secretaría de Energía de la provincia de Salta, en relación a las inversiones que desarrollará la empresa de capitales chinos High Luck en la zona de Los Blancos (pozo el Chirete), que anunció su segunda perforación para seguir produciendo crudo, las comunidades de pueblos indígenas, criollos y organizaciones sociales de la zona objetaron que esos emprendimientos no solo provocan el riesgo de contaminar las napas existentes, sino que tampoco generan desarrollo en la zona, ni trabajo genuino local.
También criticaron el procedimiento del Ejecutivo provincial por la falta de información, que no llegó a los habitantes de la zona, “y que solo es pensada en lengua castellana, sin reconocer el idioma wichí”, indicó la integrante del Equipo Nacional de la Pastoral Aborigen Católica (Tepeyac) Silvia Molina de Bertea.
Residente desde hace años en los que adquirió un conocimiento acabado de las necesidades de la zona, Bertea recordó que ya en la audiencia anterior, para avanzar con el primer pozo de la firma en ese lugar, en 2017, se plantearon los mismos problemas: “No hubo una verdadera consulta a las comunidades, no se sabía bien cómo serían afectadas pero estaba sobre sus territorios”.
En ese momento, quienes estaban a cargo de la audiencia aceptaron que el derecho a la consulta previa, libre e informada a los pueblos indígenas tenía que ser previo a la convocatoria y tenía que tener la transcripción en lengua wichí, “yo lo tengo anotado todo en un cuadernito que llevamos con el registro de cada audiencia, por lo que consideramos que no contamos con la información adecuada”, aseguró Bertea.
“En esa ocasión habíamos solicitado que se forme una comisión de vecinos que la empresa tenía que invitar a controlar y supervisar el pozo”, sin embargo, nada de eso sucedió tras cuatro años de aquel pedido que fue incluido en la audiencia, recordó.
Añadió que solicitaron información sobre “lo que entra y sale de la empresa a raíz de lo que generan en la zona, pero nadie nos lo dice, ni el municipio de Rivadavia Banda Norte, ni la provincia, ni la empresa”. “Tampoco está salvaguardado el derecho fundamental al uso del agua, porque no nos informan cómo va a afectar a las napas y de dónde van a sacar el agua ellos para lo que necesita ese tipo de emprendimientos”, detalló.
Bertea contó que en la reunión informativa estuvo el delegado de la Defensoría del Pueblo de la Nación, Félix González Bonorino, a quien le pidieron que incluya todos sus requerimientos, “sobre todo el de la consulta previa y el uso del idioma como derechos que no podían seguir siendo postergados”.
Derecho al agua y al trabajo
Otro de los temas que surgió en la audiencia pero que la excede, tiene que ver con la falta de agua con la que deben vivir las comunidades de criollos e indígenas que habitan a la vera de la ruta nacional 81, camino al municipio de Coronel Juan Sola, o Morillo.
Desde hace días, habitantes de ocho comunidades indígenas y tres parajes criollos están cortando ese camino a unos 10 kilómetros de Los Blancos exigiendo que se cumplan promesas. Allí hace dos años la empresa Hidrotec donó dos pozos que ya están hechos y que llevan agua al pueblo de Los Blancos, pero no la distribuye entre las casi 300 familias que viven en su recorrido.
“En junio estuvieron acá el ministro de Infraestructura Sergio Camacho con otros funcionarios (entre ellos el gobernador Gustavo Sáenz) y prometieron que en 10 días íbamos a tener agua de la obra de acueducto que hizo la provincia, y seguimos esperando”, dijo a Salta/12 Eligio Suárez, presidente de la organización zonal wichí, y habitante del Lote 6.
Ese acueducto pasa por la ruta, frente a todas las comunidades, pero además, según Suárez, los funcionarios provinciales aseguraron que el segundo pozo iba a estar destinado exclusivamente para ellos, “queremos que se apure esa obra, pero hasta ahora no tenemos respuestas”.
Con respecto al anuncio de la empresa china para realizar una nueva perforación petrolífera, el referente wichí se mostró escéptico: “ya es el tercero que se va a hacer y nosotros seguimos pobres de trabajo y de agua”. “De acá se llevan todo el petróleo y no nos dejan nada, como mucho un trabajo de un mes y después a pelarse”, añadió. Y detalló que llamativamente desde que se realizó la primera perforación de esa empresa, el pozo somero que ellos utilizaban dejó de proveer agua. “Siempre salía agua limpia, y desde el 2015 que se hizo el primer pozo de petróleo ya dejó de salir y se nos hicieron sonar los caños”, indicó.
Por último, el dirigente lamentó que a pesar de tener grandes riquezas bajo sus pies nunca se ve plasmado en sus condiciones de vida, “es una pena que nuestra realidad sea esta, seguimos en la pobreza y se llevan el petróleo en camiones en nuestra cara”.
La empresa High Luck produce actualmente el Pozo 2001, que se encuentra en etapa operativa. Y ahora busca producir un nuevo yacimiento en esa área, el Pozo 2002, del cual informaron que los estudios de exploración arrojaron resultados positivos, y que sería altamente productivo.