El canciller Felipe Solá posteó en su cuenta de Twitter que "El PRO ha puesto en un plano de igualdad el reconocimiento de la ONU de los derechos argentinos sobre el mar austral con una decisión unilateral expresada en un decreto presidencial de Chile. Reniegan de nuestros derechos dejando de lado los intereses de la Patria. Sin palabras". Lo hizo al conocer el comunicado de la secretaría de Relaciones Internacionales del partido, firmado por la presidenta Patricia Bullrich y Fulvio Pompeo, imputado por el tráfico de municiones a Bolivia.
"Habiéndose verificado diferencias en el trazado de las respectivas plataformas continentales de Argentina y Chile, proponemos que ambas Cancillerías, en los ámbitos existentes de cooperación e integración bilateral y regional, se reúnan e inicien un diálogo que permita zanjar las diferencias hoy existentes, comunicando en forma conjunta lo que resulte acordado a la COLC establecida en el marco de CONMEVAR así como a otras autoridades pertinentes de la ONU, mostrando la capacidad de entendimiento entre las dos naciones. En los últimos 30 años, Argentina y Chile han logrado resolver pacíficamente más de 25 diferendos fronterizos a lo largo de 5.000 kilómetros, que habían producido graves tensiones durante más de un siglo. Con ese mismo espíritu, no podemos retrotaernos a los tiempos de la desconfianza recíproca", dice el texto que dejó "sin palabras" a Solá.
Cabe recordar que el Gobierno argentino denunció que Sebastián Piñera intenta apropiarse de una parte de la plataforma continental argentina y de una extensa área de los fondos marinos y oceánicos.
La Cancillería había señalado a través de un comunicado que "se tomó conocimiento de una medida del Gobierno de Chile publicada en el día de ayer y fechada el pasado 23 de agosto en el Diario Oficial de ese país, relativa a espacios marítimos", la cual "pretende proyectar la plataforma continental al Este del meridiano 67º 16´ 0, lo cual claramente no condice con el Tratado de Paz y Amistad celebrado entre ambos países en 1984".
En los días que siguieron a la denuncia argentina, desde el país trasandino redoblaron la apuesta. El presidente de Chile dijo este domingo que "lo que Chile está haciendo es ejercer su derecho y declarar su plataforma continental”, en una entrevista brindada al diario El Mercurio, donde aseguró que buscará un camino de diálogo con Argentina.
La respuesta formal estuvo a cargo del canciller chileno, Andrés Allamand, durante una conferencia de prensa que llevó a cabo desde la sede presidencial. "Nadie se apropia de lo que le pertenece. La zona señalada, la llamada plataforma continental jurídica, que llega hasta las 200 millas, le pertenece a Chile de pleno derecho desde el principio simplemente porque tenemos la calidad de Estado ribereño", sostuvo el funcionario.
Según Allamand, "hay una continuidad histórica en la posición y en el planteamiento chileno", ya que en el año 2009, cuando la Argentina formuló "su petición de una medialuna de plataforma continental extendida al sureste del punto F", Chile "señaló que esa pretensión era inoponible e hizo reserva de sus derechos".
De acuerdo con el canciller chileno, algo similar ocurrió en 2016, "cuando la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de Naciones Unidas se pronunció respecto de esta pretensión argentina", y en 2020, "cuando la Argentina estableció legalmente a través de una ley en su Congreso los límites de la plataforma continental extendida".
"Chile valora muy positivamente la coincidencia que existe entre ambas Cancillerías en cuanto a que esta diferencia deberá ser resuelta a través del diálogo de acuerdo a la histórica hermandad de nuestros pueblos y el derecho internacional", concluyó Allamand, quien señaló que "el tema fue conversado con los expresidentes Ricardo Lagos, Eduardo Frei y Michelle Bachelet", así como con varios excancilleres.
Pero lo cierto es que nadie puede desconocer que el intento de despertar la vena patriótica de los chilenos es un desesperado intento de Piñera de recuperar algo de su imagen, que está muy caída luego de las diversos estallidos sociales que se dieron en Chile y de cara a la elección del 21 de noviembre y después de la derrota en el referéndum en el que el pueblo resolvió cambiar la constitución pinochetista.