La defensa de Ariel "Guille" Cantero pidió a la Cámara Penal que incorpore como prueba, en el juicio contra la banda de Los Monos, el accionar "irregular" del juez Juan Carlos Vienna. Para el imputado como jefe de la asociación ilícita, que llegará al banquillo de acusados el mes que viene, con una veintena de personas, no existió garantía de juez imparcial. El cuestionamiento apunta a la presunta relación del magistrado con el padre de Martín "Fantasma" Paz, cuya muerte derivó en la causa contra el clan Cantero; y los defensores aseguran que la prueba reunida contra sus clientes no es válida. Por su parte, la fiscal María Eugenia Iribarren rechazó el planteo y aseguró que se trata de "prueba impertinente e ilegal"; y recordó que la evidencia contra la banda se validó en todas las instancias. Como no fue trasladado a la audiencia de ayer, Guille tendrá mañana su posibilidad de hablar ante el camarista Daniel Acosta, quien debe resolver el reclamo.

En una resolución de diciembre pasado, el juez Edgardo Fertitta determinó qué prueba será admitida para el juicio oral y público. Entre las cuestiones rechazadas aparecen las críticas al juez Vienna, quien instruyó la causa y procesó a más de cuarenta personas -11 fueron condenadas en juicio abreviado-, hasta que pasó al nuevo sistema penal a fines de 2014, cuando la jueza Alejandra Rodenas se hizo cargo del expediente y ya procesó al resto de la banda.

Sobre ese punto, los abogados Fausto Yrure, Carlos Varela y Adrián Martínez, apuntan a que se violó la garantía del juez imparcial por la supuesta relación del magistrado con Luis Paz -que hace diez días declaró por el crimen de su yerno, Claudio "Pájaro" Cantero-; pero también por otras irregularidades en su accionar. Con ello apuntan a que las pruebas contra sus clientes deben ser nulas.

Las quejas tienen que ver con que la investigación había comenzado para dar con el autor del crimen del apodado "Fantasma" Paz, pero rápidamente derivó en una causa por asociación ilícita contra la banda, y nunca se llegó a dar con el autor del crimen de septiembre de 2012. Para los abogados, ello tiene que ver con una presunta relación personal del magistrado con el padre de la víctima.

Sobre el vínculo, aseguran tenerlo probado a través de las planillas de la Dirección Nacional de Migraciones en las que se evidencian viajes de ambos (el mismo día y en el mismo vuelo) para ser espectadores de una pelea en Estados Unidos. Tras la negativa del magistrado sobre esa relación, meses después se conoció una imagen de los dos, con sus respectivas parejas, entre el público, y sentados en asientos correlativos.

Por otro lado, hablan de un accionar irregular en cuanto a la conversación que el magistrado tuvo con uno de los policías implicados en la causa, que consideran impropia. Por esos días, el comisario Sergio Blanche -que también llegará a juicio- grabó una conversación en el despacho de Vienna, en la que el juez le aconseja que cambie de abogados si quiere recuperar la libertad. Sin embargo, dicha acusación fue desestimada por el Ministerio Público de la Acusación.

Para negar la incorporación de esa prueba en el juicio, Fertitta se basó en la respuesta que tuvieron planteos anteriores, con la misma acusación, incluso de pedidos de apartamiento del magistrado, que fueron rechazados. Ante ello, separó el accionar del juez de la contundencia de las pruebas contra la banda, que fue avalada en varias instancias judiciales; y planteó que las acusaciones no deben discutirse en el marco del juicio contra Los Monos.

De esos argumentos se tomó la fiscal Iribarren, que pidió confirmar el fallo de Fertitta y rechazar los planteos contra Vienna, por no ser el espacio indicado para el tratamiento. "Es prueba impertinente e ilegal", dijo la funcionaria judicial, ya que la defensa quiere presentar evidencia que implica a personas no imputadas en la causa y datos de su privacidad.