Los mellizos Ángel y Oscar Romero se fueron de San Lorenzo. El club los llamó para hacerles firmar la rescisión de contrato, les pidió un remise y les dijo que no se tomen la molestia de volver. El remisero que los trasladó desde el Nuevo Gasómetro hasta el hotel en el que paran estos hermanos paraguayos creyó escuchar el mensaje del presidente Tinelli desde la puerta del club diciéndole su famosa y estentórea frase “Chau, chau, chauuuuu”. Y otro testigo juró haber visto la huella de la punta de un zapato en el bolsillo de atrás de los pantalones de ambos futbolistas, dato inequívoco de que la decisión de echarlos fue terminante. Un socio cuervo con la cuota al día, comentó que todas las mañanas en que los Romero Brothers llegaban al club santo para entrenar, alguien apretaba play desde la cabina del estadio y les hacía escuchar por los parlantes una grabación pirata del Papa Francisco vociferando la frase “¡Vade retro, Satanás!” en un tono muy similar al de la película “El Exorcista”, pero en versión Viggo Mortensen.
Sin conocer los detalles del porqué de la medida de decretar el “game over” para los Romero, me atrevo a decir que fue acertada. ¿Por qué? Porque desde que ambos llegaron a mediados del 2019, yo leía en diarios o escuchaba decir a algún periodista que todos los problemas de San Lorenzo pasaban por los “Nu y Eve cuervos”, los mellizos Romero. Que el plantel estaba dividido: por un lado los hermanos, por otro lado el resto. Que los Romero tenían privilegios como un kinesiólogo propio, que usan avión privado, que dejaron pasar a sus familiares a los entrenamientos, que según Ignacio Piatti los Romero ya echaron a tres técnicos, que Ángel Romero lesionó seriamente a Andrés Herrera, la juvenil promesa del club. Que uno de los hermanos no quiso salir a jugar porque dejaron a su mellizo en el banco…
En resumen, todo ocurría por culpa de los hermanos Romero. ¿El equipo no ganaba ni de visitante ni de local? Culpa de los hermanos Romero. ¿El plantel no entendía alguna orden táctica del ex DT Juan Antonio Pizzi? Culpa de los hermanos Romero. ¿El equipo femenino de handball de San Lorenzo perdió 13 a 2? Culpa de los hermanos Romero. ¿Al masajista se le vencía el seguro del auto? Culpa de los hermanos Romero. ¿Se detectaron goteras en el vestuario de socios? Culpa de los hermanos Romero. ¿Aumentó el dólar? Adivinen qué. Sí. Culpa de los hermanos Romero. ¿Los causantes de la propagación del Coronavirus? No, allí los Romero no tuvieron nada que ver. Pero cuando apareció la variante Delta, no quedaba ninguna duda de que la culpa era de los hermanos Romero.