El papa Francisco utilizó una entrevista radial concedida al periodista Carlos Herrera, de la cadena española COPE, para echar por tierra las especulaciones acerca de su posible renuncia y asegurar que su salud se encuentra totalmente restablecida después de la intervención quirúrgica a la que fue sometido en julio pasado. Según lo señaló el entrevistador, Jorge Bergoglio respondió con humor a la pregunta sobre su posible renuncia señalando que “a mi ni se me pasó por la cabeza renunciar” y subrayando que “¡yo no sé de dónde han sacado que yo iba a presentar mi renuncia!”.
Aunque asegura que no ve televisión y apenas recibe informes de prensa que le facilitan sus colaboradores el Papa admitió que el rumor de su renuncia estuvo circulando. Para despejar dudas sobre su salud Francisco sostuvo que, tras la operación (“no ha habido ninguna sorpresa, estaba todo programado...”) hace una vida “totalmente normal” y “ahora puedo comer de todo, cosa que antes con los divertículos no se podía”. Admitió también que “todavía tengo las medicinas posoperatorias, porque el cerebro tiene que registrar que tiene 33 centímetros menos de intestino”.
"Quedan varias cosas por hacer"
Más allá de que Bergoglio minimizó toda referencia a su eventual dimisión y aludió más bien a especulaciones de los medios de comunicación, y dijo que “siempre que un Papa está enfermo corre brisa o huracán de cónclave”, sus afirmaciones salieron al cruce de debates y hasta operaciones periodísticas que se originan en los propios círculos vaticanos.
Francisco le reiteró al periodista español lo que ha dicho en muchas oportunidades respecto de que “el nombramiento me agarró por sorpresa porque vine con una valijita”, pese a lo cual su plan de trabajo responde a lo acordado con los cardenales en las reuniones previas al cónclave. “No hay nada mío inventado, lo que hice desde el principio es procurar poner en marcha lo que los cardenales dijimos en las reuniones”, dijo. “Esto es lo que yo empecé a poner en marcha”, sostuvo en lo que puede ser una respuesta a quienes critican las decisiones que ha venido tomando. Pero también en relación a su posible renuncia, Francisco sostiene que todavía hay tareas para cumplir con el mandato que recibió de sus pares al ser designado. “Creo que quedan varias cosas por hacer todavía, pero no hay nada inventado por mí. Yo estoy obedeciendo a lo que se marcó en aquel momento. Quizás algunos no se daban cuenta de lo que estaban diciendo o pensaban que no era tan grave, pero algunos temas provocan escozor, es verdad. Pero no hay una originalidad mía en el plan. Y mi proyecto de trabajo, 'Evangelii Gaudium', es una cosa en la que traté de resumir lo que los cardenales dijimos en ese momento”, aseguró.
Corrupción en el Vaticano
Actualmente se tramita en el Vaticano un juicio por corrupción en el cual el principal imputado es el cardenal italiano Giovanni Angelo Becciu. Al respecto el Papa sostuvo que “se ha progresado en la consolidación de la justicia del Estado Vaticano”, permitiendo que “la justicia sea más independiente, con los medios técnicos, incluso con la declaración de testigos grabados, las cosas técnicas actuales, nombramientos de jueces nuevos, del ministerio público nuevo”. A pesar de que manifiesta su deseo de que el cardenal italiano, quien fue su colaborador, pueda probar su inocencia, reafirma que “la justicia es la que va a decidir”.
Bergoglio sostuvo que “no le tengo miedo a la transparencia ni a la verdad. A veces duele mucho, pero la verdad es la que nos hace libres”, y recordó que él mismo respaldó a dos funcionarios vaticanos que inicialmente presentaron las denuncias que hoy se tramitan en juicio.
Respecto de su reciente decisión de echar atrás una determinación de Benedicto XVI que permitió celebrar misas en latín el Papa aseguró que “la inquietud que más aparecía era que una cosa hecha para ayudar pastoralmente a quienes han vivido una experiencia anterior, se fuera transformando en ideología. O sea, una cosa pastoral a ideología”. Por eso, afirma Francisco, “había que reaccionar con normas claras” señalando que su resolución, que provocó protestas de los sectores más conservadores de la Iglesia, fue “simplemente reordenar constructivamente con cuidado pastoral y evitar un exceso”.
Afganistán, China y el cambio climático
Sobre la situación política en Afganistán el Papa dijo que la Secretaría de Estado del Vaticano, bajo la conducción del cardenal Pietro Parolin, “está ayudando, o al menos, ofreciéndose” para hacerlo.
Respecto de las relaciones del Vaticano con China, cuestión en la que varios le reclaman más firmeza, el periodista español le recordó que en “sus propias filas hay quienes insisten en que no debería renovar el acuerdo” actualmente existente “porque pone en peligro su autoridad moral” y le preguntó si no consideraba que “hay mucha gente queriéndole marcar el camino al Papa”. La respuesta de Bergoglio fue que “yo también cuando era laico raso y cura me encantaba marcarle el camino al obispo, es una tentación hasta yo diría lícita si se hace con buena voluntad. Lo de China no es fácil, pero yo estoy convencido de que no se debe renunciar al diálogo”.
Francisco también utilizó la entrevista con COPE para referirse a la cuestión ambiental, uno de los temas que ha sido eje de su predicación desde Roma. En relación a la última cumbre de París sobre los asuntos ambientales dijo que fue una ocasión para tomar conciencia mundial sobre la cuestión pero “después entró el miedo y, lentamente, en los encuentros posteriores fueron retrocediendo”. Sobre el particular también anticipó su voluntad de participar de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se celebrará en Glasgow del 1 al 12 de noviembre próximo. “En principio, el programa es que vaya. Todo depende de cómo me sienta en ese momento. Pero de hecho, ya se está preparando mi discurso y el programa es estar”, afirmó.