El eslogan de campaña lo define como "El concejal de la calle", para relacionar a este Lisandro Cavatorta precandidato a concejal por la lista Hacemos Renovación Rosario con el periodista que se hizo conocido en la ciudad a través de la pantalla de TV con su programa Bótelos. Pero para él no hay dos planos distintos y asegura que lo de ahora es la continuación de lo de antes. Asegura que llegó a la práctica política para –no lo duda– transformarla como nadie lo hizo antes desde la función parlamentaria de Rosario. Al explicarlo incluye frases efectistas que lo compelen a cumplirlas luego. Y está seguro de lograrlo, incluso cuando propone dividir el municipio en 28 zonas y asignarle cada una a un edil aunque ese no sea el modo de representatividad del Concejo.
"No es que pasé al otro lado, es un proceso, una continuidad. En campaña hago lo mismo que antes, 20 años con el programa. Yendo al encuentro de la gente y sus problemas, buscando quizás herramientas para solucionar cosas concretas. Hay que desdramatizar la política, y los saltos a la política", dijo a Rosario/12.
—Pero los objetivos son distintos, ¿o acaso política y periodismo es lo mismo?
—No es lo mismo pero están cerquita. El periodismo honesto, el único que hay, independiente, está cerquita de la política tradicional también. Porque es ponerte en el lugar del otro, tratar de dar una mano, se puede hacer tratando de ayudar, mostrando el problema por la tele, metiéndote en las obras abandonadas para que se terminen , filmando la casa de Los Monos como lo hice y tuve problemas por eso. Claro que los problemas se cambian desde adentro.
—¿Ese es el estilo que te proponés, concejal-denunciador, una reencarnación del Tigre Cavallero modelo '89?
—Exactamente, me siento muy cercano a la experiencia del Tigre, pero quiero reformarlo, descentralizar el Concejo, llevarlo adonde están los problemas y la gente, atender más en el territorio y menos en el escritorio. Seremos 28 concejales, nos dividimos la ciudad en 28 y cada uno asume su zona y atiende una vez por semana en los barrios, incluyendo el centro, que es un barrio más. Quiero ser un concejal que gestione problemas y no solo presente proyectos que no se aprueban o no se ejecutan cuando se aprueban.
—Esto ya lo han dicho tantos candidatos que luego fueron concejales y quedaron en esas buenas intenciones. Hubo un programa de sacar el Concejo a la calle, sin mayor relevancia. ¿No considerás que por algo es así, que el devenir de la rutina parlamentaria puede cambiar tu percepción de lo que viene?
—Ese programa es el Concejo en los barrios. Llevar la sesión a distintas zonas. Esto que digo es dividir la ciudad en 28 y que cada uno se haga cargo de una zona. Es lo que pide la gente, no quiere que los políticos vayan a los barrios, quiere que vuelvan. Es verdad que hacen falta consensos y puedo quedar atrapado en una maraña de burocracia. La diferencia es que yo vengo haciendo esto hace 22 años.
—Pero en algún momento tenés que construir consenso hacia un proyecto concreto y hacerlo ordenanza. Es una tarea y un objetivo diferente al del periodista.
—Por eso digo, hay que buscar consenso pero hay que cambiar la forma de cómo un concejal representa a la gente. Uno puede gestionar problemas, sea concejal, periodista o no. La gente está cansada de las propuestas lindas y que después no sabemos qué pasa.
—La diferencia entre un Concejo con mayoría de políticos profesionales a la de esta tendencia en la que abundan candidatos no partidarios y sí conocidos por la televisión, ¿cómo se reflejará en el resultado parlamentario?
—No lo sabemos y en la cancha se ven los pingos. No es garantía de buena política un periodista como tampoco un médico, un ingeniero o un abogado. Hablan de experiencia, y en los últimos años no ha sido muy buena. La gente nos tiene que poner a prueba y cada uno después tendrá que demostrar el grado de conocimiento de la ciudad, y también pisar los problemas de la gente para poder solucionarlos.
—¿Qué vas a hacer para que al término de tu mandato no quedes en lo mismo que cuestionás?
—Uno confía en quién es y en lo que viene haciendo. Humildemente, la diferencia es que si ponés en YouTube un problema de la ciudad y agregás Lisandro Cavatorta o Bótelos al buscador verás que estuve varias veces ahí. Se trata de elegir concejales, un gestionador de problemas. No temo eso porque lo vengo haciendo hace 22 años. Igual le digo a la gente que la B de Bótelos siga teniéndola a mano y que bote a quien lo defraude.