Las cámaras de seguridad del hotel Concordia de Barcelona registraron el momento en que Ezequiel Álvarez Giaccio, el argentino acusado de matar a su hijo de dos años y 9 meses en una habitación del complejo, se escapa saltando una valla desde el sector de la pileta para luego darse a la fuga.
El video, publicado por el medio español 20minutos, muestra primero a Álvarez Giaccio dejar la habitación 704 del Concordia --donde más tarde la policía halló el cuerpo sin vida del niño-- y luego puede verse cómo el hombre salta una valla desde el área de la piscina del hotel.
En las imágenes, que resultan de vital importancia para los investigadores, el argentino viste una remera gris, jeans y zapatillas rojas, la misma vestimenta que describió el taxista que aseguró haberlo llevado ese mismo día al aeropuerto.
Álvarez Giaccio, de 44 años, está acusado de asesinar a su pequeño hijo en un caso de violencia vicaria, el punto extremo más cruel de la violencia de género, donde los hijos e hijas se transforman en un instrumento de tortura para la madre. En este caso puntual, según la hipótesis que manejan los investigadores, el acusado quería "vengarse" de su ex pareja por haber puesto fin a la relación.
La búsqueda
Esta semana, el operativo para dar con el paradero de Álvarez Giaccio se intensificó y se difundieron diferentes retratos por las redes sociales, por las estaciones de trenes y de micros y por algunos rincones emblemáticos de la ciudad, contemplando la posibilidad de que el sospechoso se encuentre disfrazado o haya realizado un cambio en su aspecto físico.
El pasado 24 de agosto, el economista argentino con ciudadanía española, que estudió en la Universidad de Barcelona y había trabajado en el sector financiero, dejó el Hotel Concordia, tras cometer el crimen, y apagó su teléfono celular. Llevaba encima el pasaporte y había pedido dinero a un familiar.
Luego, habría tomado un taxi y llegado hasta el aeropuerto, según el testimonio de un conductor que asegura haberlo llevado hasta El Prat. Actualmente, los investigadores se centran en la revisión de las cámaras de seguridad del establecimiento, aunque creen que el sospechoso no logró abandonar el país.
El taxista que lo acercó al aeropuerto detalló en su testimonio que Álvarez Giaccio iba vestido igual que como lo captaron las imágenes de seguridad del hotel (remera gris, jeans y zapatillas rojas) y no llevaba nada encima. También sostuvo que al llegar a El Prat el hombre le pagó y le pidió que lo esperara, pero como no regresó a los 15 minutos el conductor decidió dejar las instalaciones.
Ya dentro del aeropuerto, reconstruyeron los investigadores, Alvarez Giaccio le habría dicho al personal de seguridad que no quería viajar, sino que tenía que hacer una gestión en el hall central.
Mientras se analizan las cámaras de seguridad, los Mossos d'Esquadra están revisando llamadas de personas desde distintos puntos de Cataluña que reportaron haberlo visto, pero hasta ahora ninguna tuvo resultado positivo, informó 20 Minutos. El argentino tampoco se puso en contacto hasta ahora con sus familiares que viven en España.
Violencia vicaria
"En el hotel te dejo lo que te mereces". Ese fue el último mensaje que Martín Ezequiel Álvarez Giaccio mandó a la madre del pequeño asesinado. Por eso, los investigadores creen que se trata de un posible crimen por violencia vicaria, ya que es una agresión machista a la mujer, de la cual se estaba separando, a través de su hijo. En junio, hace apenas dos meses, otro caso similar conmovió a la sociedad de España, cuando Tomás Gimeno fue acusado de matar a sus dos hijas para dañar a su expareja.
El último 24 de agosto Alvarez Giaccio pasó a buscar a su hijo por el departamento de la calle Arizala, en el barrio barcelonés de Sants Badal, “para llevarlo a pasear”. Desde allí se dirigió al hotel Concordia de Barcelona y estuvo durante toda la tarde en la piscina con el nene, filmándolo y sacándole fotos que enviaba a su esposa, de la que ya estaba separado.
Según supo luego la Policía, Alvarez Giaccio le había dicho que se suicidaría y le había advertido que “se iba a arrepentir” de haberlo dejado. Cuando la mujer recibió el último mensaje que decía “Te dejo en el hotel lo que te merecés”, corrió al alojamiento asustada por lo que podría ocurrir, pero no la dejaron ingresar por no estar registrada entre los huéspedes.
Finalmente, cuando llegaron los Mossos d’Esquadra, entraron a la habitación 704, donde estaba alojado Alvarez Giaccio, y encontraron debajo de la cama el cuerpo sin vida del pequeño. La muerte, determinaron más tarde las pericias, habría sido causada por asfixia.