Aún ante un malestar generalizado de la ruralidad y la agroindustria por la extensión hasta octubre del cupo para exportaciones de carne por parte del Gobierno, el campo atraviesa con padecimiento el dilema de hacer un paro antes de las PASO. Las diferencias sobre los tiempos y conveniencia de un lock out a las ventas se agrandaron como nunca en plena campaña. Todo en un escenario de ganancias millonarias por precios y un mes de agosto que fue el récord de exportaciones del siglo.
Es una simplificación, pero de utilidad para mirar la foto: un grupo nutrido, mayoría de productores, quiere ir al cese de comercialización a como dé lugar y desde el próximo lunes; otros, más pensantes entre los que se incluyen frigoríficos, industriales y hasta la Mesa de Enlace, entienden que hay que meditar mejor lo pasos para evitar quedar jugando contra el Gobierno Nacional una semana antes de las primarias, siendo además el campo un sector que mayormente está asociado a Cambiemos.
La mayor persistencia en la idea de parar sigue en los autoconvocados, más vinculados a Cambiemos. Pero esta vez con reparos. En los chats del agro Gurú Agro y Gurú Ganadero hubo expresiones de agitación, pero también de cuidado. “Estoy de acuerdo, a estos tipos hay que enfrentarlos!”, disparó un productor pampeano. Otro pidió “menos palabras, más acción. Más cuando nos enteramos que es Máximo K el que tiene cerradas las exportaciones”. Este último chat refiere a un mensaje enviado por error a un grupo general de productores por parte de Jorge Solmi, secretario de Agricultura, en el que presuntamente le pedía a Sergio Massa, jefe de su espacio, una intervención del diputado en un tema al que es ajeno.
Pero en esos mismos grupos de Whatsapp del agro, hay ultras que percibieron que el escenario es diferente al de antaño. “Si vamos a un paro ahora, le hacemos el juego al Gobierno”, sentenció un chacarero. Lo secundaron otros que apuntaron que ir a un lock en medio de la lluvia de dólares del agro, con precios internacionales récord, “confirmaría lo que el votante urbano independiente cree de nosotros”. Además de la ruptura en dos que opera en el campo, este último punto es otra diferencia fundamental en el poder de fuego del agro hoy y antaño.
El lunes por la mañana, en la sede de la Sociedad Rural de Santa Fe, la Mesa de Enlace se reunió de urgencia para tomar posición sobre la Resolución 7 del Gobierno, que amplió al 31 de octubre el cupo de 50 por ciento a la exportación cárnica. No deliberaron en calma. Afuera, presionaban 70 productores que querían ir al paro. Salieron del mitin prometiendo un cese casi por obligación, pero la interna cuenta otra historia. “Hay que respetar el proceso electoral. Puede ser una medida, pero no la única, sino la última”, sorprendió ante la consulta de Página I12 uno de los referentes de las cuatro entidades de la Mesa de Enlace. Eso mismo repitió, on the récord, Elbio Laucirica, presidente de Coninagro, blanqueando la inconveniencia de colar un paro en plena elección. Este miércoles hubo un encuentro del Consejo de Coninagro en el que se evaluaron alternativas de paro para después de las PASO pero "de caracter progresivo". Entienden en la entidad "no podemos hacer un paro a minutos de que el Gobierno toma una medida". El resto de las entidades procederían igual, en una especie de concientización pública del conflicto, para evitar ruido político.
Es que, además, ir a un paro en este contexto tiene un costo económico que ya vio en el paro anterior. Y en momentos críticos de menos ventas de carne, lo menos conveniente es dejar de vender. En este punto, recrudece la guerra entre productores y la agroindustria: los dueños de ganado aseguran que la industria aprovecha la medida del Gobierno para comprar vacas más baratas y hacer negocio. Asimismo, en el chat de Whatsapp ganadero circula un video de la productora de nuez pecan y referente de Cambiemos, Techi Cavoti, quien le marca la cancha al Consejo Agroindustrial (CAA) –el campo negociador- por supuestamente evitar hablar con el Gobierno del conflicto por la carne.
Más allá de las especulaciones, la industria también reaccionó, a su manera, ante la medida del Gobierno. “La prórroga establecida sigue el camino inverso y agravará los efectos depresivos sobre la actividad que, por el momento, se han visto amortiguados por operaciones pendientes y la formación de stocks. A corto plazo, las empresas frigoríficas deberán adoptar medidas más severas para ajustar el nivel de actividad a la decisión de recortar el nivel de embarques a la mitad del promedio exportado en la segunda mitad de 2020, que se suma a la prohibición de exportar algunos cortes; una imposición que altera significativamente la operatoria y la ecuación de los negocios en las plantas exportadoras”, expresó el consorcio cárnico ABC en un comunicado.
Por su parte, el Consejo Agroindustrial aseveró en un escrito dirigido al Presidente Alberto Fernández que "ha sido nuestra vocación generar espacios de diálogo y trabajo con distintas áreas del Gobierno Nacional tratando de alcanzar acuerdos que fomenten el consumo interno sin impactar negativamente en la producción y atención del mercado externo. Estamos convencidos que es el camino para generar un crecimiento futuro del sector. Lamentablemente vemos que no ha sido suficiente y se han extendido las restricciones, medida que prolonga el impacto negativo en la cadena poniendo en riesgo el sostenimiento del empleo, el futuro desarrollo productivo, y la credibilidad con nuestros clientes del exterior".