El Ministerio de Economía presentó este martes el proyecto “Políticas económicas para acelerar la igualdad de género en Argentina”. La mesa federal de políticas económicas acentuó la urgencia de seguir llevando a cabo políticas de recuperación económica con perspectiva de género al revelar en un informe que "las mujeres perdieron 1,7 millones de puestos de trabajo y que con las políticas de reactivación sólo se recuperaron las tres cuartas partes".
Desde el 2020, la mesa federal, en conjunto con otros organismos estatales, viene pensando un plan de acción para que la recuperación económica sea desde una perspectiva federal y junto a las mujeres y diversidades. En la presentación, en la que estuvieron Melina Mallamace, jefa de asesores de la Unidad Ministro del Ministerio de Economía; la directora nacional de Economía, Igualdad y Género, Mercedes D’Alessandro, y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, entre otras funcionarias de todas las provincias, se mencionaron los dos ejes principales de los planes de acción y los presupuestos del 2021 con perspectiva de género.
“El proyecto tiene el objetivo de contribuir a una recuperación sostenible de Argentina mediante diagnósticos, herramientas de gestión y políticas públicas centradas en dos ejes: fortalecer la infraestructura de los cuidados, un sector estratégico para el desarrollo económico y un vector transversal de todo el tejido productivo, y lograr más inclusión de mujeres y diversidades en los sectores estratégicos de la economía, fundamentales para el desarrollo argentino pero con mayor presencia de varones”, sostiene el informe.
D’Alessandro explicó la importancia de fortalecer la infraestructura de los cuidados ya que influye en la generación de puestos de trabajo en la construcción, aumenta y mejora los empleos relacionados con los cuidados y favorece la autonomía económica de las mujeres. “La crisis generada por la pandemia de covid-19 puso en evidencia las desigualdades económicas preexistentes y las profundizó, porque afectó más a las mujeres, las diversidades y las juventudes. Esta crisis es doble, económica y de cuidados. El desafío es recuperar la economía con las mujeres como protagonistas”, expresó D’Alessandro.
Por su parte, Todesca Bocco definió los desafíos de la incorporación de las mujeres en la estrategia de reactivación y desarrollo: “Las políticas de género son buenas para la macroeconomía. No es una agenda paralela, no va por otro carril: es el mismo carril. Si las transformaciones de la estructura productiva, la estructura social, están hechas con esta mirada, estaremos aportándole a la macroeconomía, estaremos aportándole a los salarios, a la participación en el mercado de trabajo, a los trabajos con derechos. Y entonces, a la demanda agregada, y entonces al crecimiento sostenido, y entonces a una economía mucho más justa”.
Aunque con las políticas de reactivación se pudieron recuperar las tres cuartas partes de los empleos perdidos por mujeres en la pandemia, 1,7 millones de puestos, de acuerdo al informe oficial, la recuperación de las mujeres es más lenta que la de los varones. Se multiplicó el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, que en un 75,7 por ciento es realizado por ellas. La sobrecarga de tareas domésticas y de cuidado profundizó las dificultades de las mujeres para acceder y permanecer en el mercado de trabajo.
“Antes de la pandemia, 5 de cada 10 mujeres participaban en el mercado de trabajo. Ese número descendió a 4 de cada 10 en el segundo trimestre de 2020, en el pico de la emergencia sanitaria. En ese momento, hubo un derrumbe de la actividad de las mujeres de 8,2 puntos porcentuales: pasó de 49,4 por ciento a 41,2 por ciento y se llegó al nivel más bajo desde 2002. A principios de 2021 se estableció en el 49 por ciento, medio punto porcentual por debajo del primer trimestre de 2020, lo cual representa la salida del mercado laboral de más de 250.000 mujeres. Entre las jefas de hogar sin cónyuge y con niños, niñas y adolescentes a cargo, el impacto en el peor momento de la crisis fue mayor: la caída en la actividad fue de 14 puntos porcentuales”, explica el informe.
La brecha de género se profundizó desde el último trimestre de 2019: el desempleo de las mujeres era 1,1 punto porcentual más alto que el de los varones y en el primer trimestre de 2021 esa diferencia fue de 3,8 puntos. El empleo de los varones está en los mismos niveles que antes de la pandemia (63,6 vs 63,8) y el de las mujeres, por debajo (44,7 vs 43).
En esta línea, D’alessandro explicó que “en apenas un par de meses las mujeres retrocedieron dos décadas en su participación en el mercado laboral. A medida que la economía se fue abriendo, se pusieron en marcha una serie de medidas que acompañaron y mejoraron la situación de las mujeres como los bonos, la AUH, la creación de la tarjeta alimentar, potenciar trabajo, etc.”. “Queremos que la recuperación siga siendo sólida y para que sea sólida tiene que haber perspectiva de género”, concluyó.