Emmanuel Macron comenzó su primer día como líder de Francia con promesas de sanar divisiones y reparar los daños sociales y económicos en su país. Y, en un movimiento significativo y simbólico, enfatizó que la integridad y unidad de la Unión Europea nunca se verá comprometida bajo su vigilancia. El hombre que, a los 39 años, será el presidente más joven de la historia de la República, hizo su primera aparición pública desde su victoria para conmemorar el Día de la Victoria en una ceremonia en el Arco del Triunfo, junto al presidente saliente François Hollande.

Pero habrá sido la aparición de Macron delante de sus partidarios 12 horas antes en el Louvre con el himno de la Unión Europea, la oda a la alegría de Beethoven en lugar de la Marsellesa, lo que habrá sido observado con interés por los aliados y adversarios internacionales. El Reino Unido sería el país inmediatamente afectado por la posición de Macron sobre la Unión Europea y sus asociados y asesores no perdieron tiempo en describir públicamente y en privado la línea dura que él quería adoptar con Theresa May en las próximas negociaciones del Brexit. 

Macron sostiene que no habrá derechos de “passporting” (el ejercicio del derecho para que una empresa registrada en el Area Económica de Europa haga  negocios con otro estado sin autorización de cada país) para Londres a menos que haya contribución financiera a la Unión Europea y que el Reino Unido debe seguir sujeto al Tribunal de Justicia Europeo para cualquier período de transición después de salir del bloque. 

Jean Pisani-Ferry, economista y especialista en políticas públicas que se espera sea un miembro de alto rango de la nueva administración francesa, señaló que Macron cree firmemente que “Europa es parte de la solución a los problemas que enfrentamos. Es un pro-europeo muy comprometido y no es el tipo de hombre que estaría implícitamente de acuerdo con el desmantelamiento de la UE. Está muy interesado en construir más integración: está muy interesado en fortalecer la Eurozona”.

El profesor Pisani-Ferry, que se espera que sea el emisario francés en Bruselas, reconoció que había “un interés mutuo en mantener la prosperidad”, pero también señaló que “tenemos intereses divergentes en algún aspecto de las negociaciones, por lo que habrá negociaciones difíciles, y sí, Macron será difícil”. Un alto funcionario francés cercano al nuevo presidente comentó: “Mira, una de las razones por las que Emmanuel Macron ganó estas elecciones es porque habló directamente en la campaña y no hizo promesas al azar como Le Pen. Quiere mantenerse en lo que dijo,   ya sea en la economía, los asuntos sociales, la UE o las negociaciones bilaterales con Gran Bretaña”. 

El último tema plantea la insistencia de Macron de que se debe revisar el acuerdo de Le Touquet (también conocido como acuerdo de Calais, por el campo de refugiados) que permite al Reino Unido hacer controles fronterizos en Francia para impedir la entrada de migrantes. Theresa May sostuvo que dicho pacto benefició tanto a Francia como a Gran Bretaña y que se sentará con Macron en el futuro para discutir el tema. Mientras tanto, pidió al electorado británico que le diera un mandato tan grande en las elecciones generales del Reino Unido como el que Macron recibió en Francia.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Páginal12.

Traducción: Celita Doyhambéhère.