Naciones Unidas advirtió sobre la grave situación sanitaria de coronavirus en Haití, donde los hospitales continúan desbordados tras el terremoto del 14 de agosto que devastó la zona sur del país caribeño. Según la ONU la situación de covid-19 en el país podría complicarse aún más con infecciones masivas y variantes más contagiosas. En el país de más de 11 millones de habitantes, sólo unas tres mil personas completaron el esquema de vacunación contra la covid-19.
"La posible introducción de nuevas variantes más contagiosas y peligrosas que aún no han llegado a la isla es especialmente preocupante durante las semanas y meses posteriores al terremoto, ya que el sistema sanitario del país carece de capacidad para responder a un brote de Covid-19", alertó la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU.
Según el gobierno haitiano más de 2.200 personas murieron, más de 12 mil resultaron heridas y unas 53 mil casas fueron destruidas por el sismo de 7,2 en la escala Richter. Tras el terremoto llegaron cientos de trabajadores humanitarios, personal médico y socorristas para colaborar en las tareas de rescate de sobrevivientes, atender heridos y coordinar la llegada de ayuda. También colapsaron al menos 25 infraestructuras sanitarias aumentando la presión a los centros de salud restantes.
En Haití, sólo 3.360 personas completaron su ciclo de vacunación contra la covid-19 y 25.717 fueron inmunizados con la primera dosis. En los refugios improvisados tras el sismo, miles de familias conviven hacinadas, sin barbijos, sin posibilidad de respetar el distanciamiento físico y con poco acceso a agua potable. La ONU pidió tener en cuenta esta realidad para que la acción humanitaria no enfrente consecuencias negativas en la población haitiana, como ocurrió tras el terremoto en 2010 cuando las fuerzas militares de la ONU introdujeron el cólera que resultó en la muerte de 10 mil personas.