“Lo más importante para las empresas es tener un perfil de deuda pública externa sostenible”, plantea el presidente del Banco Provincia, Juan Cuattromo. En diálogo con Cash, el funcionario dio definiciones sobre la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la marcha de la inflación y el costo de la brecha cambiaria. Afirma que la previsibilidad macroeconómica es la base para pensar una reducción paulatina de la inflación y en ese sentido valora la regulación sobre el dólar.

Cuattromo es presidente de Banco Provincia desde diciembre de 2019 y forma parte del equipo económico del gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Estudió economía en la Universidad de Buenos Aires y realizó estudios de posgrado en el exterior. Trabajó en el Ministerio de Economía (2013-2015), Banco Central (2015-2016) y formó parte del directorio de las empresas Galicia, Pampa Energía y Edenor por parte del Estado. 

"Este lunes 6 de septiembre el Banco Provincia cumple 199 años y de cara al bicentenario del año próximo se han hecho avances muy fuertes para dejar a la entidad en una posición estructuralmente más solida para cumplir el rol apoyo a la producción", indica, y subraya el esfuerzo realizado para avanzar en la digitalización de la operatoria de la entidad, que siempre tuvo un carácter de cercanía.

Elecciones, FMI e inflación

- ¿Cómo evalúa el clima financiero-cambiario preelectoral?

- En primer lugar, el sistema financiero en general tiene muy buenos niveles de solvencia. Además, el Banco Central, el Ministerio de Economía y la CNV saben que deben actuar para evitar las inestabilidades cambiarias propias de estos períodos, lo cual lamentablemente no se tuvo en cuenta en procesos eleccionarios anteriores. No se puede dejar que reacciones especulativas de corto plazo terminen afectando a la gente. En ese sentido, la posición de reservas del Banco Central se reforzó, lo cual es clave para definir objetivos de políticas. Creo entonces que se va a transitar con tranquilidad.

- ¿Era esperable que la negociación de un nuevo el acuerdo con el FMI se prolongara tanto? ¿El ingreso de los DEG a las reservas vuelve a alargar ese horizonte?

- Creo que es muy importante tener presente las condiciones inusuales que tuvo el crédito tomado por el macrismo, en términos de magnitud y del proceso de negociación. La renegociación parte de esa base. Cuando los problemas son complejos, no hay que tomar decisiones apresuradas. Las tentación es resolverlo rápido, pero si hay que volver a negociar más adelante termina siendo mucho más oneroso. La discusión de fondo es dotar de sostenibilidad al acuerdo. En ese sentido, se está haciendo un trabajo responsable. Y sería importante que quienes se candidatean por la oposición se expresen acerca de cuál debería ser un acuerdo con el Fondo, que de hecho el día que se concrete tendrá que ser aprobado por el Congreso.

- ¿El costo de la estrategia es que mientras se negocia se sigue afrontando los pagos del préstamo que recibió Macri?

- En el proceso, el Banco Central también fue fortaleciendo su hoja de balances. Lo que se va buscando es generar las mejores condiciones posibles para la Argentina en la negociación y reducir los elementos condicionantes que obligan a tomar decisiones apresuradas. La Provincia también tuvo que extender muchas veces su negociación y esto generó algunos cuestionamientos. Como sostiene el gobernador Axel Kicillof, la Provincia quería tener un acuerdo voluntario con una aceptación mayoritaria de los acreedores y se pudo alcanzar al 98 por ciento de la deuda.

- ¿Cómo evalúa la marcha de la inflación, que ya superó los niveles que el Gobierno se había propuesto para todo el año?

- Argentina viene con una dinámica inflacionaria demasiado elevada. El 2019 terminó con una inflación del 54 por ciento y eso genera mecanismos de inercia y propagación que implican un gran desafío para la política pública. Mucho más en el marco de la pandemia. Sobre eso, este año se produjo un incremento de los precios internacionales que es positivo por el lado de la generación de divisas, pero por otro lado presiona sobre la estructura de costos de la economía. Claramente, no podemos convivir con estos niveles de inflación. Necesitamos revertir un proceso que viene de larga data y va a llevar años desarmarlo.

- ¿Qué formas posibles de reducción de la nominalidad imaginan viables en el equipo económico de la Provincia?

- En línea con lo que plantea el ministro Martín Guzmán, creo que tiene que ver con procurar un horizonte macroeconómico que evite las disrupciones cambiarias profundas que, en una economía bimonetaria como la Argentina, son las señales que terminan condicionando al resto de las variables. Sobre eso viene un rol muy concreto de coordinación de las expectativas en el terreno salarial y después las herramientas de la Secretaría de Comercio, que operan sobre actores que pueden generar episodios de inestabilidad o captura de renta. También hay que mirar con mucha atención los precios internacionales.

- ¿Con esta necesidad de estabilidad cambiaria y en un escenario de relativa debilidad de las reservas del Banco Central, es esperable que haya para varios años más de controles cambiarios?

- Las herramientas macroprudenciales de administración del sector externo son fundamentales. Por supuesto hay que ver cómo evoluciona la posición de reservas del Banco Central. Pero la economía argentina es bimonetaria y todavía está procesando la resaca de la deuda en moneda extranjera, que tiene consecuencias macroeconómicas evidentes. Dotarla de sustentabilidad del sector externo y darle previsibilidad son los desafíos ahora. Las regulaciones se adaptarán en función de cómo evoluciona el entorno.

- ¿Qué grado de responsabilidad le asigna a la brecha cambiaria a la hora del freno de las inversiones productivas de las empresas?

- Si uno mira lo que se cursa a través del mercado de cambios, las empresas tienen acceso a las divisas para pagar las importaciones y para realizar inversiones. No ha habido una situación de estrangulamiento por falta de divisas en el sector formal que valide ese tipo de conjeturas. A mí me parece que lo más importante para cualquier actor del sector privado es tener un perfil de deuda pública externa sostenible, porque el riesgo del sector público es el piso sobre el cual opera el sector privado.

Banco en pandemia

- ¿Cómo evolucionó la participación del Banco en el otorgamiento de créditos productivos en el último año y medio?

- El Banco es un instrumento central para el financiamiento al sector productivo dentro de la estrategia económica del gobierno provincial que lidera Axel Kicillof y en línea con la mejor tradición jauretcheana de la entidad. En ese marco, se pueden distinguir tres etapas desde que asumimos. La primera estuvo marcada por el lanzamiento de la línea de reactivación pyme, que venía a ofrecer herramientas a las empresas para comenzar a revertir las consecuencias del macrismo. Pero después vino la pandemia, que supuso un gran desafío para este Banco, que siempre ha tenido mucha presencialidad. Así, el peso del Banco en el crédito a empresas bajó del 7 por ciento en diciembre de 2019 al 5 por ciento con la pandemia. Ahora estamos en el 9 por ciento del market-share.

- ¿Qué factores explican el incremento en la participación?

- Es una combinación de elementos. Por un lado, las tasas competitivas que ofrecemos como banco público. Por el otro, las estrategias de innovación que nos permitieron la asistencia remota a las empresas, ya que pasamos de un soporte físico a un soporte enteramente digital. Al mismo tiempo, encaramos una readecuación de la administración financiera del Banco para mejorar los niveles de liquidez y la solvencia patrimonial y restringimos el financiamiento al sector público. Así, cimentamos bases sólidas de cara al Bicentenario del Banco, que será el año que viene. El desafío estratégico es ser uno de los motores del desarrollo productivo de la Provincia.

- En el terreno de la digitalización, ¿qué lugar ocupa la Cuenta DNI?

- La Cuenta DNI se había lanzado en 2019 pero tenía una escala menor. Nosotros teníamos la intención de darle impulso y de convertirla en una billetera electrónica. La pandemia aceleró todos los planes. Una primera etapa estuvo ligada al pago del IFE a 1,4 millón de personas. Hoy llega a 3,5 millones de usuarios y mes a mes seguimos creciendo en Cuenta DNI. Un punto fuerte para su expansión fue la política de descuentos en comercios de cercanía y el hecho de que está a la altura de lo que ofrece el sistema de las fintech. Pero a diferencia de otras plataformas, por detrás de la Cuenta DNI hay una cuenta en el Banco que implica una protección de derechos. Si el día de mañana aparece un problema, el cliente puede acercarse a una sucursal y contar con la presencialidad.

Crédito hipotecario

- Los créditos UVA fueron una mala política pero dejaron en evidencia el grado de necesidad de contar con este tipo de instrumentos. ¿Por qué la Argentina tiene tan poco crédito hipotecario?

- El crédito hipotecario es de mediano plazo y requiere que las condiciones empiecen a normalizarse. El Banco tiene su oferta de crédito, por supuesto no se ofrecen más créditos UVA, pero está claro que un mercado de créditos en pesos es parte de una agenda de normalización que va a llevar varios años. El problema es estructural y es inherente a una economía bimonetaria. La falta de comprensión sobre esa naturaleza del problema hizo que el gobierno anterior generara una pseudosolución que en realidad fue una burbuja. Lamentablemente, eso agudizó el problema.

- ¿Cómo es el universo de deudores UVA del Banco?

- El Banco tiene unos 15 mil deudores UVA. El Directorio decidió que en los créditos de vivienda única la cuota no pueda exceder el 35 por ciento de los ingresos familiares. La diferencia lo subsidia y lo absorbe enteramente el Banco Provincia.