La repudiada frase de María Eugenia Vidal sobre el consumo de marihuana no causó sorpresa entre los curas villeros, que consideraron que la comparación entre "fumarse un porro" en Palermo y los barrios populares de la Ciudad de Buenos es "una expresión más" de las que los referentes del PRO suelen pronunciar. "Lo que está criminalizado hoy en día es ser pobre", lamentaron.
De este modo lo expresó en diálogo con AM750 el padre Lorenzo "Toto" De Vedia, cura responsable de la Parroquia de los Milagros de Caacupé, en la Villa 21-24 de Barracas, uno de los barrios mencionados por la precandidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires, quien recordó además que "no es la primera vez" que algún referente del PRO se expresa de forma "estigmatizante".
"Es discriminador en el sentido de que alguien que es representante de la fuerza que gobierna la Ciudad hace tanto tiempo no se puede desentender de que haya barrios cooptados por el narcotráfico, y esa diferenciación hace que recuerde otras estigmatizaciones que la gente del PRO ha dicho sobre la educación, por ejemplo", aseguró el sacerdote en diálogo con AM750.
La exgobernadora bonaerense dijo que "una cosa es fumarte un porro en Palermo un sábado a la noche, relajado con amigos o en pareja; y otra cosa es vivir en la 21-24, en Zavaleta o en la 1-11-14, rodeado de narcos, y que te ofrezcan un porro", al dar su opinión sobre la legalización del uso recreativo de la marihuana en una entrevista con el sitio FiloNews.
Para De Vedia, "es un poco liviano tratar un tema" para el que "hay que dar un debate un poco más profundo". "La legalización de la droga es un capítulo de un libro en el cual antes hay que escribir qué pasa con la inclusión, con los barrios tan carenciados, gente tan excluida y en ese contexto debatirlo", consideró.
Las "promesas auspiciadas por el merchandising de cannabis"
Si bien el sacerdote de la 21-24 afirmó que "la marihuana no es un consumo problemático", analizó que existe "una línea fina" hacia otro tipo de sustancias que sí causan esa relación. "El pibe que fuma un porro pasa fácil al paco", advirtió y destacó: "El pibe que consume cualquier sustancia en otro sector social tiene la vida mas resuelta que en el barrio popular, alguien en una villa no tiene la vida tan ordenada o acceso a tratamientos y recursos para que cuando el consumo se hace problemático, poder acudir".
Desde el Barrio Padre Rodolfo Ricciardelli, o Barrio Ricciardelli anteriormente conocido como villa 1-11-14, los curas no se pronunciaron sobre la frase de Vidal, pero calificaron el debate de la legalización del cannabis para uso recreativo como "hipócrita", y cuestionaron que la clase política intente "dar clases de pobrismos" cuando son "los mismos que los originaron o hablan del uso recreativo del cannabis como si fuéramos un país nórdico".
"Quienes vivimos y trabajamos en los barrios populares —y no somos turistas en ellos— sabemos del daño que ocasionan el alcohol y la marihuana en los niños, adolescentes y jóvenes abandonados a su suerte por un Estado de carácter liberal. Sin mayores ayudas para que puedan desarrollar sus vidas como Dios manda, terminan entrampados en drogas que los condicionarán de por vida", indicaron en un comunicado de la Comisión Episcopal de la Pastoral de Adicciones y Drogadependencia.
Para los religiosos, el verdadero problema de la juventud sigue siendo "la falta de trabajo". "La hipocresía sigue siendo no responder a esa gran demanda que lleva años en nuestro país: ¿cómo originar trabajo? ¿Acaso hay algún otro negocio que debamos conocer los argentinos y que se esconde en esta especie de búsqueda de votos juveniles con promesas auspiciadas por el merchandising del cannabis?", señalaron.