Los préstamos para empresas bajo la modalidad de adelantos sumaron 104 mil millones de pesos en abril, con una suba de 9,6 por ciento interanual. La inflación del período fue del 27 por ciento, según estimaciones privadas, por lo que la caída real de estos créditos se ubicó en casi 17 puntos porcentuales. La línea de documentos a sola firma computó 202 mil millones de pesos, con un aumento del 12,9 por ciento, es decir una disminución real de casi 14 puntos. Los datos surgen del informe monetario mensual que publicó ayer el Banco Central, entidad que en abril volvió a elevar la tasa de interés y generó más dificultades para el consumo y la producción. La actividad económica sigue sin mostrar señales claras de recuperación y el desempeño del crédito para las empresas adelanta un segundo trimestre de estancamiento productivo.

Los bancos concentraron su negocio en la oferta de créditos para el consumo. Los préstamos personales sumaron 254 mil millones de pesos, con un avance del 48 por ciento, mientras que la línea de tarjeta de crédito se ubicó en 233 mil millones de pesos, al aumentar 26 por ciento. Ambos rubros representaron 6 de cada 10 pesos prestados al sector privado y registraron una tasa de interés del 40 por ciento. Esto implica que por cada 100 pesos que pidió prestado un consumidor deberá devolver 140 pesos en un año. Si se considera la meta de inflación del 17 por ciento del Central, los bancos obtendrían ganancias reales de casi el 23 por ciento por prestarle a la población para consumo.

El presidente de la autoridad monetaria aseguró que la banca ya no tendría ganancias fáciles en su gestión, pero los datos duros muestran que las entidades financieras están consiguiendo fabulosos negocios financieros. Además de prestar a tasas elevadas en las líneas personales y de tarjeta, aprovechan su liquidez para colocar Lebacs y pases, que en los primeros cuatro meses de este año les generaron beneficios del 10 por ciento en dólares. Economistas de todas las corrientes le critican al Central que con este nivel de tasas no hay actividad productiva que le gane a la especulación y las empresas en lugar de tomar crédito para comprar máquinas y elevar la capacidad de producción prefieren apostar por la bicicleta financiera.

El informe de la entidad a cargo de Sturzenegger registró que la base monetaria (circulante y encajes) ascendió a 789 mil millones de pesos en abril, con un alza de 35,5 por ciento en relación con igual mes del año pasado. El stock de letras y pases, en tanto, se ubicó en 895 mil millones. Los consultores de la city dejaron de hacer la cuenta con la que hasta finales de 2015 medían cuál debería ser el valor del dólar. Sumaban base monetaria, Lebacs y pases y, a ese monto, lo dividían por las reservas internacionales, que en abril cerraron en 48 mil millones de dólares. Esta cuenta, que en 2014 y 2015 llegó a difundirse en forma diaria en distintos medios de comunicación y se mostraba sin cuestionamientos en los informes de coyuntura de economistas del establishment, arroja ahora una cotización de equilibrio del dólar en 31 pesos. El tipo de cambio cerró abajo de 16 pesos el mes pasado y continúa en esos valores en mayo. 

El Central busca aumentar su nivel de reservas y llevarla al equivalente al 15 por ciento del PIB, cuando hoy la cifra es del 10 por ciento. “Se buscará alcanzar un nivel acorde con el que tienen las economías en situación de investment grade (es decir, la mejor calificación para desembolsar capital)”, indicó el informe. En el mercado, sin embargo, aseguran que ese argumento fue un intento apresurado para justificar cambios de rumbo en la política monetaria, en la cual el Central empezará a intervenir en la cotización del tipo de cambio, pese a haber anunciado en las últimas 8 conferencias de prensa que el precio del dólar lo fija la oferta y demanda privada.