Las mujeres salieron a las calles en la ciudad afgana de Herat para reclamar por su derecho a trabajar y pedir que el nuevo gabinete, que se prevé será anunciado mañana, también esté compuesto por mujeres, como lo habían prometido los líderes talibanes tras la toma de Kabul.
"Es nuestro deber tener educación, trabajo y seguridad" corearon las decenas de manifestantes que también llevaron pancartas, en una de ellas se leía "no tenemos miedo, estamos unidas". Los islamistas radicales tienen previsto hacer el anuncio de su gabinete este viernes, pocos días después de la salida del último militar estadounidense tras 20 años de ocupación de Washington en el país centroasiático.
"No había ningún cambio"
Mariam Ebram, de 24 años, es una de las mujeres que asistió a la manifestación en la ciudad cosmopolita de Herat ante la falta de respuesta del régimen talibán sobre el derecho de las mujeres a trabajar. Ebram dijo a la señal qatarí Al Jazeera, que ella y un grupo de mujeres se reunieron con altos funcionarios talibanes para pedir una explicación sobre las políticas a futuro. Sin embargo, no recibieron una respuesta clara.
"Después de semanas de intentar dialogar con los talibanes a todos los niveles, las mujeres decidieron hacer oír su voz públicamente", dijo Ebram. "Intentamos hablar con ellos, pero vimos que, aparte de los talibanes de hace 20 años, no había nadie. No había ningún cambio", añadió en referencia al anterior gobierno de los talibanes entre 1996 y 2001que se caracterizó por la prohibición de la educación y el empleo de las mujeres.
Gabinete de hombres
Esta semana trascendieron algunas posibles designaciones para el nuevo gabinete, aunque entre los nombres no mencionaron a ninguna mujer. "Hay conversaciones para formar un Gobierno, pero (los talibanes) no hablan de la participación de mujeres", dijo una de las organizadoras de la protesta de mujeres en Herat, Basira Taheri. "Queremos que los talibanes acepten hablar con nosotras", añadió. Sin embargo, según un alto oficial talibán, podría no haber mujeres a cargo de los ministerios o en puestos de responsabilidad.
Periodismo sin mujeres
Según Reporteros Sin Fronteras (RSF), menos de 100 mujeres periodistas continúan trabajando de manera formal en radio y televisión privada en Kabul. Un estudio realizado por la organización en asociación con el Centro para la Protección de Mujeres Periodistas Afganas (CPAWJ), el año pasado en Kabul había un total de 1.080 mujeres trabajando en medios de comunicación, de las cuales 700 eran periodistas.
“De las 510 mujeres que trabajaban en ocho de los mayores medios de comunicación y grupos de prensa, sólo 76 (entre ellas 39 periodistas) siguen trabajando en la actualidad. En otras palabras, las mujeres periodistas están en proceso de desaparecer de la capital”, escribió la ONG en una nota publicada en su sitio web.
Pocos días después de la toma de poder de los talibanes los directivos de medios evidenciaron el acoso del nuevo régimen. El 25 de agosto Nahid Bashardost, una periodista de la agencia de noticias independiente Pajhwok. Otras periodistas también informaron entre lágrimas que los talibanes que hacían guardia afuera de los medios de comunicación impedían que salieran a cubrir noticias. En la provincia de Ghazni una periodista que trabaja en una emisora de radio contó que 48 horas después de la toma de poder los talibanes llegaron a la radio y advirtieron que como eran un medio privado podían continuar transmitiendo “pero sin voz de mujer y sin música”.
“Las mujeres periodistas deben poder reanudar su trabajo lo antes posible sin ser acosadas, porque es su derecho más básico, porque es esencial para su sustento, y también porque su ausencia del panorama mediático tendría el efecto de silenciar a todas las mujeres afganas. Instamos a los dirigentes talibanes a que ofrezcan garantías inmediatas para la libertad y la seguridad de las mujeres periodistas”, afirmó el secretario general de RSF, Christophe Deloire.
La fachada inicial
La promesa de un gobierno inclusivo estuvo latente en los primeros días después de la toma de la capital Kabul, la apertura de los talibanes parecía confirmarse con la entrevista que la presentadora de televisión de la señal Tolo News, Beheshta Arghand, de 24 años, le hizo a uno de los líderes del movimiento insurgente. La entrevista realizada por Arghand auguraba una apertura no vista bajo el anterior régimen de los insurgentes.
Sin embargo, para Arghand la fachada cayó pocos días después cuando los talibanes suspendieron a mujeres presentadoras en otras señales televisivas y ordenaron a sus colegas de Tolo News a usar una hijab, que cubre la cabeza y el cabello de las mujeres. La periodista además dijo que los insurgentes pidieron a los medios locales que dejen de cubrir la toma de poder del movimiento talibán. “Cuando no puedes (ni siquiera) hacer preguntas fáciles, ¿cómo se puede ser periodista?”, se preguntó Arghand que contó que la mayor parte de sus colegas mujeres ya abandonaron el país a pesar de las afirmaciones del régimen sobre la libertad de los medios y el acceso de las mujeres a educación y trabajo.
Pero pocos días después de la entrevista la periodista afgana tuvo que abandonar el país. Actualmente en Qatar, Arghand contó la opresión que sufren las mujeres desde la toma de poder de los talibanes a mediados de agosto. Según informó el diario británico The Guardian, la entrevista al líder talibán realizada por la presentadora de Tolo News ocurrió luego de que el oficial del movimiento insurgente se presentara al edificio del canal sin una invitación previa y solicitó ser entrevistado.
La periodista de Tolo News relató que logró salir de Afganistán con la ayuda de Malala Yousafzai, ganadora del premio Nóbel de la Paz tras sobrevivir un disparo en la cara por un talibán paquistaní por su campaña a favor de la educación para mujeres y niñas. "Quiero decir a la comunidad internacional: por favor, hagan algo por las mujeres afganas", declaró.