El PJ porteño comenzó a transitar el mismo camino hacia la unidad de todos los sectores al que apunta el de la provincia de Buenos Aires. En una reunión del Consejo Metropolitano realizada ayer de la que participaron todos los sectores –50 de un total de 56 consejeros– se resolvió otorgarle mandato al titular del partido en el distrito, el sindicalista Víctor Santa María, para iniciar negociaciones con todas las fuerzas políticas porteñas enroladas en lo que se conoce como “campo nacional popular y democrático” con el objetivo de conformar un frente con miras a las elecciones legislativas de este año con “la mayor amplitud posible”. “El gran desafío es armar un frente opositor a las políticas neoliberales del gobierno nacional de Mauricio Macri y del gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta”, explicó Santa María.
Un dato político importante fue el retorno a la estructura partidaria del sector de Nuevo Espacio de Participación que encabeza el dirigente Juan Manuel Olmos, quien se había apartado en busca de propiciar una alianza con el Frente Renovador tras una hipotética candidatura porteña de Felipe Solá. Pero luego Solá avisó que si se postulaba, lo haría en la provincia de Buenos Aires, y el proyecto quedó desarticulado. Finalmente, Olmos y su gente volvieron ayer a participar de un encuentro del peronismo metropolitano. También estuvo Mariano Recalde junto a los consejeros que responden a La Cámpora.
Con el nuevo mandato, el primer paso que dará Santa María será reunirse con los partidos que integraron tradicionalmente el Frente para la Victoria para conocer sus ideas respecto a este armado. Luego continuará con los encuentros que ya venía manteniendo desde hacía un tiempo con otras fuerzas de centroizquierda del distrito como las que encabezan Fernando “Pino” Solanas y Gustavo Vera, el sector peronista que encabeza el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, con el socialista Héctor Polino y los economistas Claudio Lozano e Itai Hagman, entre otros.
Santa María sostiene que su objetivo es que el peronismo recupere el lugar de segunda fuerza electoral en la Ciudad de Buenos Aires y que para ello considera necesario cerrar acuerdos con referentes políticos, gremiales y sociales que expresen su oposición tanto al gobierno nacional como al oficialismo porteño. En la última elección a jefe de gobierno ese lugar lo ocupó la fuerza ECO de Martín Lousteau, quien tiene la intención de reincidir como improbable candidato opositor luego de haber sido el embajador en Estados Unidos durante el primer año de gestión de Macri.
El mandato que recibió Santa María posibilita que en los encuentros que iniciará en los próximos días habilite una discusión tanto de la plataforma electoral como de la denominación que llevaría esta nueva alianza a las elecciones. Recién después de eso se tratará la cuestión de las candidaturas, un punto en el que todos los involucrados coinciden que todavía es prematuro empezar a barajar. El objetivo es conseguir una lista de unidad y, en caso de no llegar a ese nivel de acuerdo, resolver el intríngulis en las primarias abiertas de agosto.
Desde La Cámpora resaltaron que en su mensaje ante el Consejo Metropolitano Santa María destacó su condición de kirchnerista y su reconocimiento del liderazgo nacional de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, algo que en verdad el presidente partidario nunca dejó de hacer. “Lo importante es que volvieron algunos que se había ido y que se reconoció el liderazgo de Cristina. El acuerdo con otras fuerzas llegará siempre y cuando haya coincidencia en las bases programáticas que se van a redactar”, explicó un dirigente de La Cámpora.
Otro acuerdo de ayer, en el que no hizo falta discutir demasiado, fue la decisión del peronismo porteño de participar orgánicamente de la convocatoria a la Plaza de Mayo del próximo miércoles para repudiar el fallo de la Corte Suprema que otorgó el beneficio del 2x1 a los genocidas de la última dictadura militar.