Banalizar las injusticias sociales es parte de la génesis y persistencia del capitalismo.

En efecto, el sistema del capital-mercancía se conforma como Modo de Producción, según Karl Marx, con una base material o estructura en el que se hallan las Relaciones Sociales de Producción entre la clase dominante y clase dominada y las Fuerzas Productivas: capital, materia prima, fuerza de trabajo y medios de producción con determinado nivel de desarrollo tecnológico. Sobre esta estructura se erige la superestructura ideológica, política, religiosa y filosófica. La estructura y la superestructura tienen una relación dialéctica.

Ahora bien, el capitalismo en su faz de desarrollo neoliberal tiende a precarizar la fuerza de trabajo.

La década del 90 consolidó esta situación.

En la actualidad en Rosario, Región Argentina y en plena pandemia de Covid-19, con sus variantes el Estado sentencia con lanzar al desempleo a médicas y médicos con el argumento del vencimiento de sus contratos.

Despilfarro para el circo electoral, amparo de la explotación capitalista y la destrucción de ecosistemas.

Perverso accionar para mujeres y hombres de a pie obligados a vender su fuerza de trabajo para obtener el cotidiano sustento.

Solo la lucha autónoma y solidaria nos hará verdaderamente libres del escarnio.

Carlos A. Solero