“Solo soy una persona que vive su tiempo, y que hace canciones”. Mejor imposible un amanecer escuchando la voz calma de Silvio Rodríguez. Oyendo cosas como esta, o como cada palabra, cada reflexión, cada apuesta por un mundo más luminoso que emana de ellas. Esta vez fue en Las 40, el programa que conduce Felicitas Bonavitta todos los sábados a la mañana por AM 750. A través de audios grabados en los estudios “Ojalá”, de La Habana, Silvio se manifestó como ese hombre que vive su tiempo y hace canciones, pero que también es capaz de observar agudamente situaciones como el bloqueo asfixiante que sufre la isla desde los inicios de la Revolución; las vacunas contra la Covid que, pese a ello, elaboró el gobierno cubano; las manifestaciones del 11 y el 12 de julio pasados; la importancia de la Patria Grande y, claro, ciertos rasgos de su nuevo disco.
Se trata de un trabajo que se remonta a principios de la década del '90, hecho junto al extinto Grupo Diakara. “Vale la pena poder mostrarlo, sobre todo por la calidad musical que tenía este grupo dirigido por Oscar Valdés, un baterista extraordinario”, expresó el trovador. “Se trata de diez canciones grabadas en dos o tres mañanas en un estudio de Coyoacán, después de una gira que habíamos hecho por México”. Una de ellas es “Acerca de los padres”, compuesta en 1972, grabada en 1991, y publicada recientemente por Silvio como punta de lanza del sucesor de Para la espera, su último trabajo a la fecha.
“La pandemia no me afectó específicamente para este trabajo, pero sí me ha afectado como a todo el mundo”, sostuvo el cantautor sobre uno de los tópicos tocó en la entrevista virtual. “Vivimos en un mundo donde se gasta muchísimo más en matar a seres humanos que en salvarlos… si lo que se gasta en medios de destrucción se hubiese empleado en salud, me parece que todo esto sería muy distinto”, subrayó en el programa que Bonavitta emite desde La Pampa. “No me siento un propagandista, pero inevitablemente tengo ideas. Y lo primero que tengo que decir es que nosotros tenemos vacunas porque Fidel Castro hizo muchísimo hincapié en la formación de profesionales de la salud y en investigadores científicos. Creo que por eso tenemos las dos vacunas que tenemos, y las tres que se están probando”.
El más lúcido de los cantautores de La Nueva Trova realzó los logros cubanos, al contrastarlos con los efectos del bloqueo. “Nuestros científicos han tenido que trabajar más lento, porque hay reactivos y sustancias químicas que no nos venden, y que tenemos que comprar en lugares distantes, a través de segundos o terceros. Esto no solo nos demora sino que nos encarece la gestión. También hay materias primas para hacer medicina que no nos venden, porque nos venden la medicina que hacen ellos, en sus laboratorios carísimos, siempre y cuando se la compremos al cash, porque ni para la salud nos dan el más mínimo crédito”, denunció.
Como habitualmente ocurre cada vez que Silvio aborda temas vinculados a la revolución, aparece la visión autocrítica. La necesidad de pensar, por caso, las movilizaciones de julio pasado más allá de visiones maniqueas. “Hace más de medio siglo, cuando yo empezaba a hacer canciones y exponerlas, entre los revolucionarios no todos pensaban igual. Unos eran más ortodoxos con la sexualidad, las modas, o la función de las artes, y otros, afortunadamente, más comprensivos. Más buenos escuchando a los jóvenes, con más confianza en ellos. Si esto no hubiera sido así, quizás algunos de mi generación hubiesen hecho crisis parecidas a las que vienen haciendo algunos jóvenes artistas ahora”, dijo.
“Lamentablemente, muchos revolucionarios históricos han muerto, y entonces a aquella diversidad de pensamiento que había, la ha sustituido una forma de pensar más unificada”, manifestó. “Es probable que esta sea una de las contradicciones de tener un solo partido, porque si las ideas que emanan del mismo son inclusivas, pues no hay problema. Pero si esas ideas son excluyentes y severas, entonces se puede dar contradicciones como las que vienen pasando, que si no se resuelven se pueden agravar”, expresó Silvio durante la charla de media hora.
Luego volvió sobre otras aristas nocivas del bloqueo “cuyo propósito manifiesto ha sido desde un inicio asfixiar al pueblo de Cuba, al extremo de que la gente llegue a repudiar al gobierno revolucionario”, enfatizó. “El bloqueo es para crear desazón y a esto se ha sumado el bajón económico del descenso del turismo por la pandemia. Yo tengo una buena opinión de Díaz Canel, nuestro presidente. El está consciente de que su liderazgo inaugura un nuevo compromiso gobierno-pueblo, ya que es la primera vez que no están los líderes históricos, y esto por supuesto que ha incrementado los ataques contra Cuba por parte del régimen imperial, que por supuesto ve en esta ausencia un factor de debilidad. Por eso está multiplicando sus agresiones”.
Hacia el final de su testimonio, el cantautor se refirió al rol de la prensa en su país. “Puede que el enfoque de la prensa oficial cubana sobre lo ocurrido en los últimos tiempos haya sido un tanto propagandístico, un poco con un sentido de defensa. Yo creo que el periodismo tiene otra función más indagadora, y que el periodismo que no somos capaces de hacer por la razón que sea, la gente lo va a buscar afuera… Hay mucho espíritu crítico circulando en Cuba. Y mucho de ese espíritu es autocrítico, porque está hecho por personas que quieren que los logros de la revolución se salven… que se superen los errores y que nuestra soberanía se consolide para siempre”.
Silvio también se refirió a los lazos permanentes entre Cuba y la Argentina. “Argentina siempre fue un país amigo. En general, desde el final de la dictadura ha habido mucho intercambio cultural, y buenas relaciones políticas, sobre todo durante los gobiernos de Néstor y Cristina. Y con el gobierno actual es obvio que hay muchas afinidades (…) Esa cosa mutua, de respetarse, me parece que estuvo en el corazón de los libertadores, en San Martín, en Bolívar, en Juárez, en Martí”, amplió, en términos de Patria Grande y, hacia el final, reflexionó sobre pasado y presente del socialismo. “Yo no sé lo que hubiera escrito Marx, o lo que hubiera hecho Lenin, en la era de la virtualidad en que estamos. Y no es que la explotación haya dejado de ser explotación, es que todo el mundo tiene mucho más acceso al conocimiento útil, y al conocimiento inútil, también. O sea que todo es mucho más complejo, más diverso que cuando se escribieron aquellos textos, y se hicieron aquellas primeras revoluciones”.