Podcasts y True Crime: dos términos ignorados hasta no hace mucho se han vuelto un furor en varias latitudes y Truth Be Told (Apple TV+) los reúne y empaqueta en una ficción que acaba de estrenar su segunda temporada. O quizá sea simplemente un artilugio para presentar una historia donde mandan herramientas clásicas como el suspense y el whodunit. En definitiva, aquí hay una periodista de policiales que analiza casos enmarañados, rastrea pruebas, ata cabos sueltos y los presenta bajo este formato digital. Sin embargo, la entrega hurga en ese material espeso y ahonda sobre los linchamientos mediáticos, dilemas morales incluidos y a la Justicia jugando su propia partida.

Truth Be Told es un thriller que se cuece a fuego lento centrado en las búsquedas de Poppy Parnell (Octavia Spencer, ganadora del Oscar por Historias cruzadas). La reportera combina la inteligencia y encanto de Oprah Winfrey, los timings de Hugo Guerrero Marthineitz y la experiencia de Enrique Sdrech. Su primera investigación (y temporada) rondó sobre un hombre que pasó más de la mitad de su vida en la cárcel por un homicidio que no había cometido. El punto es que los medios -incluida la propia protagonista- habían sido los primeros en calificar al inocente como un asesino impiadoso. Ahí una de las claves de la entrega: todos los personajes tienen algo que recomponer. A nivel narrativo, la creación de Nichelle Tramble Spellman juega a dos puntas más cerca del drama íntimo que de un policial de procedimiento.

La nueva historia introduce a Micah (Kate Hudson), una vieja amiga de la infancia de Poppy de la que estuvo distanciada por años y que reingresa en su vida en el momento que su esposo es asesinado. Un nuevo homicidio, una nueva investigación y un caso a ser analizado desde varios ángulos. “Es una serie que va a lo profundo, juega con la dinámica de los personajes, tiene que ser entretenido, algo con lo que te puedas relacionar y al mismo tiempo ir a lo hondo”, le dice Ron Cephas Jones (el Shakespeare de This Is Us) entrevistado por Página/12. El actor juega un papel fundamental en la ficción como el padre de la podcastera, astuto y con mucha calle, y que será uno de los confidentes de Poppy. “El arco de esta segunda temporada está hilado de manera perfecta. El guion es impecable. Presenta personajes con varias capas donde nadie es solo de una manera”, seduce Jones.

-La serie va más allá de resolver un crimen y pone sobre el tapete cuestiones personales y sociales. ¿Qué implica eso para su personaje?

-En mi caso está el vínculo con Poppy. Shreve tiene su pasado, estuvo preso por un largo tiempo, y vuelve para recomponer su relación padre e hija. Hay un nivel en el que Poppy es una estrella del podcast y resuelve un misterio. Pero en otro nivel está esa ligadura con su padre en la que hay amor, frustración, resentimiento y malos entendidos, pero también la posibilidad de llenar los casilleros que habían quedado vacíos. Lo interesante es que en esta temporada el podcast y su relación tienen mucho que ver con el enigma a resolver.

-Shreve es uno de los primeros en darse cuenta que el personaje de Kate Hudson es algo sigiloso. ¿A eso se refiere con lo de personajes ricos en capas?

-Exacto. Y justamente se da cuenta en una escena que están jugando a las cartas. Son pequeños momentos que la serie presenta con maestría. Shreve tiene esa mirada suspicaz, “Ok, estás de vuelta pero vos me robaste guita”. Él también tuvo un pasado criminal así que sabe reconocer a alguien furtivo y todavía no confía en Micah del todo, aunque también fue importante en su crianza cuando ella era chica. Como actor, es un deleite tener esos instantes con los que la audiencia se pueda conectar.

-Usted dijo que Octavia Spencer le hace simple actuar. ¿A qué se refería?

-Es fácil. Tenés la actuación y lo artesanal. Hay actores y artesanos de la actuación con los que tratás de no actuar. Y Octavia es una artesana que te invita a hacer con ella una pieza. Todo encaja de una manera en la que hay una técnica, una filosofía, un intelecto, algo físico y mucho corazón. En una serie no tenés el mismo tiempo que en el teatro para darle lugar a eso pero lo percibís al instante en el set. Por eso la aprecio tanto y respeto.