La pintura del holandés Johannes Vermeer, "Joven leyendo una carta frente a la ventana abierta", volverá a ser expuesta este mes después de un proceso de restauración y con una novedad: se devela la imagen de un retrato de Cupido en el lateral de la obra.

La figura había sido cubierta y, aunque se detectó en los ‘70 al ser estudiada con rayos X, recién ahora pudo verificarse el contorno preciso y la autoría del artista holandés.

En una investigación de 1982, científicos y expertos habían asegurado que fue el mismo Vermeer quien descartó la imagen de Cupido y decidió cambiar la composición del cuadro, aunque no pudieron determinar el motivo.

Esta teoría fue refutada por el laboratorio de arqueometría de la Universidad de Bellas Artes de Dresde, Alemania, que demostró que el repintado no fue hecho por el artista, sino que se hizo mucho después de su muerte en 1675. Esto fue confirmado por el Rijksmuseum.

La obra en cuestión muestra a una joven rubia bañada por la luz que entra por una ventana a la izquierda del lienzo, pero no hay muchos más datos sobre el proceso de creación. La pintura apareció por primera vez en inventario en 1747 y fue descrita como una obra “a la manera de Rembrandt” y más tarde fue atribuida a otros artistas de la escuela del maestro holandés.

Durante años los expertos debatieron si se debía restaurar la obra y revelar el Cupido oculto. Fueron las autoridades de la Gemäldegalerie Alte Meister en Dresde quienes decidieron revalorizar la existencia de la imagen oculta del dios romano del amor y dejarla visible tras llegar a la conclusión de que otorga un plus de significado a la obra.

El historiador de arte Norbert Schneider, interpretó que la ventana abierta era un símbolo del mundo exterior y argumentó que la pintura representaba el "anhelo de la chica por ampliar su esfera doméstica".

Cuando se descubrió la figura de Cupido por primera vez, Schineider concluyó que la carta era de un amor prohibido.

La obra será exhibida a partir del 10 de septiembre en una exposición junto a otras nueve del artista holandés, así como 50 obras de pintura de género holandesa de la segunda mitad del siglo XVII, que mostrarán el entorno artístico en el que Vermeer trabajó y con el que estuvo en estrecho contacto.