Esta es la última semana para visitar (de 16 a 20) la exposición individual Rincón vago, pinturas de Jimena Losada en la galería Jamaica (Rodríguez 211, Rosario). Licenciada en Artes Visuales por la Universidad Nacional de Cuyo, Jimena Losada Lacerna (Mendoza, 1990) ya era una pintora con reconocimiento crítico en su ciudad natal cuando decidió venir a vivir a Rosario. Detrás quedaban muestras como Gris (2016), De espaldas a la luna (2019, Anexo Museo Municipal de Arte Moderno, Mendoza) o Cuando el polvo empiece a cubrirte (2019, Galería Picadilly, Córdoba, con Samanta Rched) y un prestigio de pintora hiperrealista, intimista y lunar.

Su nuevo comienzo en Rosario la encuentra en un diálogo activo con la imaginación barroca, la mitología clásica, la pintura prerrafaelista y las ilustraciones de Gustave Doré para la Divina Comedia de Dante Alighieri, todo ello concentrado en un proyecto de "pintura de sitio específico" que en muchos aspectos remite al teatro, la disciplina artística que la fascinó en su niñez. Su interés por el paisaje andino dejó lugar a una mirada más enfocada en los detalles y estructuras de los espacios arquitectónicos: en este caso, el rincón del título, que corresponde con exactitud a los de la galería donde expone, una casa centenaria del barrio de Pichincha que en plena pandemia sirvió de vivienda compartida entre artistas. La casa alojó sus primeras pesadillas rosarinas, y el efecto que aquello tuvo en su pintura fue la creación de una suerte de doble pictórico del espacio real.  

La ambigüedad entre sueño y vigilia, el crepúsculo de la duermevela, lo maravilloso y lo onírico son sólo algunas de las categorías estéticas que con sutil elegancia transitan estas pinturas, cuyo lenguaje neoclásico se descoloca en transgresiones casi imperceptibles de las convenciones compositivas académicas, y cuyo manejo del color genera atmósferas de ominosa belleza. Jimena Losada pertenece, con su tía Noemí Lacerna, a un linaje de mujeres pintoras mendocinas que en la intimidad de sus casas-taller abrieron portales artísticos a universos visionarios. Una cabeza tallada en madera por Ovidio Vivas cobra vida en su pintura, lo mismo que una sirena piamontesa y un andrógino Caronte que hay que descubrir. El texto de sala por Santiago Sorter aporta referencias cultas y más poesía aún.