Saadi Khadafi, uno de los hijos del exlíder libio Muammar Khadafi, fue liberado tras siete años de cárcel junto a varios altos cargos del régimen depuesto en una medida polémica que, para el gobierno de unidad, apunta a una "reconciliación nacional inclusiva". Saadi, exjefe de la federación libia de fútbol, jugó brevemente en el campeonato italiano antes de que Interpol pidiera su arresto y el de su familia por su papel en la represión de 2011. Tres años después fue extraditado e ingresado en una prisión de Trípoli, acusado de distintos crímenes, entre ellos la muerte en 2005 del futbolista y entrenador libio Bashir al Rayani. Pero este domingo un tribunal libio consideró a Saadi inocente de los distintos delitos que se le imputaban y ordenó liberarlo atendiendo a su aparentemente delicado estado de salud.
Saadi "inocente"
"Saadi fue entregado a su familia conforme a los procesos legales", indicó el lunes el gobierno de unidad nacional libio en un comunicado. Ningún miembro de la familia Khadafi reside en Libia, y la mayoría está viviendo actualmente en Omán.
Luego de indicar que la logística del viaje fue coordinada con el ministerio de Relaciones Exteriores turco, el exvocero del depuesto dictador, Muossa Ibrahim, confirmó al diario Haberler que Saadi se encuentra en Turquía con su familia y sus hijos y que por el momento permanecerá en ese país.
El hombre de 47 años había escapado a Níger tras el levantamiento que depuso a su padre en 2011, y en 2014 fue extraditado de vuelta a Libia. El exfutbolista profesional estuvo detenido en una prisión de Trípoli acusado de crímenes contra manifestantes en 2011 y del asesinato del entrenador de fútbol libio Bashir al Rayani. También debía ser juzgado por su supuesta implicación en la sangrienta represión de la revuelta que puso fin al régimen de su padre Muammar en 2011.
Su paso por la Serie A
Saadi Khadafi era conocido como el "hijo futbolista" del tirano: además de jugar en el principal equipo de la capital y ser el capitán de la selección, entrenó con varios equipos de la Serie A de la Liga italiana y jugó dos partidos, uno con Perugia frente a la Juventus de Turín en la temporada 2003-2004, y otro con el Udinese frente a Cagliari, en la temporada 2005-2006.
Luego fichó por una temporada con Sampdoria, pero no llegó siquiera a debutar antes de volver a Libia para liderar Al Ahly Trípoli. En su país, fue acusado de arreglar distintos partidos y de estar detrás del incidente entre los dos principales equipos de Libia, que desató una violenta represión y llevó a Saadi Khadafi a ordenar la destrucción del estadio de Bengazi, segunda ciudad del país.
En 2006 Saadi, que denunció torturas durante su encarcelamiento, impulsó un proyecto para crear una ciudad semiautónoma similar a Hong Kong en Libia, que se convertiría en un centro educativo, médico, bancario y de alta tecnología, que no requeriría visas para ingresar, con tolerancia religiosa y leyes comerciales de "estilo occidental".
El clan Khadafi
Saadi Khadafi es el tercer hijo del exdictador libio, quien llegó al poder tras un golpe de Estado en 1969 y gobernó el país durante cuatro décadas con mano de hierro. Muammar concentró el poder en torno al círculo familiar y destruyó cualquier institución, política o militar, que le hiciera sombra. Con todo, la familia no escondía su opulento ritmo de vida, con aviones privados, coches deportivos y yates de lujo.
El 11 de octubre de 2011 los rebeldes atacaron Sirte, su ciudad natal, donde murieron Muammar Khadafi y su hijo Mutasim. Otro hijo, Seif al Arab, falleció en un bombardeo de la OTAN en abril de 2011, y su hermano Jamis perdió la vida en combate cuatro meses después.
Otros miembros del clan sobrevivieron: su mujer Safiya, su hijo mayor Mohammed, su hija Aisha, y sus otros hijos Hanibal, Saadi y Seif al Islam, visto como el sucesor de Muammar. A fines de julio al Islam reapareció por primera vez en años, concediendo una entrevista al New York Times en la que mencionó una candidatura presidencial que supuestamente presentará en diciembre de 2021.
Caos en Libia
Desde 2011 Libia está sumida en el caos, con facciones rivales enfrentadas por el poder. Pese al cese de los combates en 2020 y la resolución de una tregua, las divisiones persisten.
En su comunicado de este lunes el gobierno de unidad, formado en marzo bajo la égida de la ONU, recordó su compromiso de "liberar a todos los prisioneros según las decisiones de justicia, sin excepción", con la intención de ir hacia una "reconciliación nacional inclusiva, basada en la aplicación y el respeto de la ley".
Unas horas después de la liberación de Saadi Khadafi, el consejo presidencial, que forma parte de las autoridades de transición, anunció "la liberación de varios detenidos políticos que purgaron sus penas o que no fueron juzgados, entre ellos Ahmad Ramadan al Asebei". Este último, excoronel del Ejército y exdirector de gabinete y los servicios de inteligencia de Muammar Khadafi, había sido detenido en septiembre de 2011.
"El Consejo sigue de forma directa los pasos que las autoridades pertinentes dan hacia la liberación de todos los detenidos no condenados, asegurando que se cumplan los principios de justicia y derechos humanos en la construcción de la nueva Libia", subrayó el gobierno de unidad libio.
El actual Ejecutivo tiene que organizar elecciones legislativas y presidenciales en diciembre, pero estos comicios parecen cada vez más improbables debido a la ausencia de un marco constitucional para regirlas.