En medio de masivas movilizaciones oficialistas, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a amenazar a las instituciones democráticas, puntualmente al Supremo Tribunal de Justicia, por dar luz verde a investigaciones en su contra por las campañas de noticias falsas y por reiteradas amenazas a la democracia.
"No podemos aceptar más prisiones políticas en nuestro Brasil. O el jefe de ese poder (la Corte) encuadra a los suyos o ese poder puede sufrir aquello que nosotros no queremos", arengó Bolsonaro frente a sus seguidores en un claro mensaje golpista.
En nombre de la “libertad”, el mandatario direccionó su mensaje hacia el magistrado Alexandre de Moraes. "No queremos pelear con ningún poder, pero no podemos admitir que una persona turbe nuestra democracia y ponga en riesgo nuestra libertad", dijo.
Bolsonaro sobrevoló en helicóptero la región donde se concentraban miles de manifestantes en Brasilia, y posteriormente se desplazó en coche por la Explanada de los Ministerios, avenida donde se concentran las sedes de los tres poderes. Además de Brasilia, Bolsonaro tiene previsto desplazarse esta tarde a San Pablo, donde se espera otra de las protestas más multitudinarias.
La marcha de los bolsonaristas
Miles de seguidores del presidente Jair Bolsonaro comenzaron a concentrarse desde este martes por la mañana, en diferentes puntos de Brasil, en el Día de la Independencia. La jornada arrancó en un clima de tensión por el llamado del mandatario brasileño de tomar por asalto el palacio del Supremo Tribunal Federal, en Brasilia, como represalia por abrir una investigación en su contra.
Los edificios públicos amanecieron blindados por importantes operativos de seguridad.
Bolsonaro arrancó la jornada con un acto oficial de izamiento de bandera en el Palacio de la Alvorada, la residencia del jefe de Estado. En la simbólica Explanada de los Ministerios, varios miles de personas se congregaron para ondear banderas de Bolsonaro, rezar y pedir el impeachment de los jueces del Supremo Tribunal Federal (STF).
"Vine a luchar por nuestra libertad, para librar al país de ese bando inmundo de políticos corruptos que están en el STF. Bolsonaro tiene nuestro apoyo para sacarlos", opinó el agente de seguridad Márcio Souza, de 45 años, que llevaba una remera amarilla con la cara del mandatario estampada.
El lunes por la noche, cientos de manifestantes se concentraron en la región central de la capital. Tras romper un bloqueo policial, muchos de ellos ingresaron con camiones y otros vehículos por la avenida que conduce al Congreso, al Supremo Tribunal Federal y otros edificios del gobierno.
Tono golpista
"¡Acabamos de invadir! La policía no pudo contener al pueblo! Y mañana vamos a invadir el STF", gritó uno de los seguidores de Bolsonaro, ayer por la noche, en un video difundido por los medios locales.
A pesar de afirmar que el objetivo de las marchas es defender la "libertad", muchos de los manifestantes que apoyan al presidente y que se organizaron mediante las redes sociales predican también el ataque a las instituciones democráticas.
Algunos incluso piden una "intervención militar" comandada por el mandatario, de 66 años, excapitán del Ejército nostálgico de la dictadura militar (1964-1985).
Ultimátum bolsonarista
Bolsonaro afirmó en los últimos días que esperaba movilizaciones multitudinarias para enviar un "ultimátum" a los jueces de la Corte Suprema que abrieron varias investigaciones contra él y su entorno, entre otras cosas por difundir informaciones falsas. Citó además la eventualidad de una "ruptura" institucional.
El exparacaidista, cuya popularidad está en su nivel más bajo en gran parte por su gestión de la pandemia y la crisis económica, participó por la mañana en los actos de Brasilia y por la tarde estará en San Pablo, donde espera reunir a "millones" en la emblemática Avenida Paulista.
A tres kilómetros de allí, en Vale do Anhangabau, está prevista la principal manifestación opositora de la megalópolis bajo el lema "Fuera Bolsonaro".
Participación de policías en las marchas
Según una encuesta publicada el domingo por O Globo, el 30 por ciento de los policías tenían la intención de salir a las calles este martes, aunque el reglamento les impide involucrarse en manifestaciones políticas, incluso en sus días libres.
Bolsonaro criticó abiertamente la semana pasada a aquellos jueces y gobernadores que anunciaron medidas para evitar que los policías acudieran a las marchas.
"Es un crimen (prohibir la manifestación de policías), digno de una dictadura. Quieren reducir el movimiento. Pero un policía de civil en su día libre puede contribuir con la seguridad del evento", afirmó.