Los mejores actores y actrices entretienen pero también saben hacer pensar a través de una profesión que no es para muchos. Esa invitación a la reflexión sólo la logra un buen artista cuando el personaje lo muestra como un "otro" que no es él, pero que, en definitiva, tiene mucho de sí mismo. Sobre cómo construyen los personajes actores y actrices argentinos muy talentosos girará la serie documental Alma de artista, de Miguel Rodríguez Arias, que comienza este martes 7 de septiembre, las 23.30 por la Televisión Pública (se emitirá martes, miércoles y jueves en ese horario).
Los y las elegidas por el creador de Las patas de la mentira son Cecilia Roth, Leonardo Sbaraglia, Miguel Ángel Solá, Pepe Soriano, Soledad Silveyra, Julio Chavéz, Oscar Martínez, Nacha Guevara, Diego Peretti, Guillermo Francella, Cristina Banegas, Jorge Marrale y Mercedes Morán. En esta serie documental cada uno habla de la construcción del personaje y sus contingencias, del physique du rol, del pánico escénico, del proceso de convertir un libro, un guión, en un personaje, sin desarrollar cuestiones biográficas. El primer envío será el capítulo de Cecilia Roth.
Para señalar la idea del ciclo, Rodríguez Arias se remonta a 2010, cuando le hizo una entrevista al gran Pepe Soriano para otro documental. "Me comentó que había llegado un documental de España, protagonizado por los actores más significativos y que sería bueno que hiciéramos uno de los actores argentinos", comenta el director y psicólogo. Rodríguez Arias vive de manera especial su regreso a la Televisión Pública. "Hace tiempo que estoy trabajando en esto, lo tengo terminado y me pareció que la TV Pública era un buen lugar, dentro del panorama que hay en los canales", agrega.
-Todos los artistas que elegiste son de una trayectoria intachable. ¿Tuviste en cuenta otros parámetros al momento de decidir?
-Cuando Pepe me tiró esa motivación, yo me puse a trabajar, empecé a hablar con algunos actores. El documental español era biográfico. A partir de las charlas, quería investigar cómo encontrarle la vuelta para no hacer algo biográfico porque los actores me decían que eso se conocía, su historia infantil, la adolescencia, si los padres también habían sido del medio... Todo eso quedó totalmente descartado. Primero, porque no me motivaba ya que hice muchas biografías y me pareció que no iba por ese lado, que había otra cosa para investigar, para desarrollar. Y segundo, que tampoco iba a motivar a los actores porque por esa mínima investigación que hice no se enganchaban porque son historias conocidas, en general, y aparte no es original. Pasaron once años y al final, buscando y buscando, encontré el tema de la construcción del personaje, que es un tema muy poco desarrollado. Nunca se utilizó como único tema el de la construcción del personaje que, por otra parte, es muy complejo y muy amplio. Lo único que encontré, hablando con Oscar Martínez, fue su libro Ensayo general, donde se habla exclusivamente del tema y fue muy interesante e inspirador para las entrevistas. La construcción del personaje empieza cuando le ofrecen al actor determinado proyecto y cuáles son las razones por las cuales lo acepta o lo rechaza. También es un tema que tiene que ver con la motivación; es decir, el actor se tiene que motivar con el texto.
-¿Se puede decir, entonces, que Alma de artista es una serie documental temática?
-Sí, totalmente. El único tema que se aborda es la construcción del personaje. Y cuando uno habla de la construcción del personaje se puede referir a cómo convertir un texto en un personaje, el pánico escénico, el physique du rol. Es decir, todos los temas que tienen que ver con la construcción del personaje y con la puesta en escena.
-¿Encontraste puntos de conexión en lo que iban manifestando?
-Lo más apasionante es que cada uno tiene su método propio, todo basado en Stanislavski y en Strasberg, pero sobre todo en Stanislavski; es decir, la memoria emotiva, el método de las acciones, la relajación, la concentración. Todo parte de ahí. Stanislavski es el que descubrió los métodos que utilizan los actores para convertir algo frío, como es un texto, en un personaje, y todo el proceso que implica esto. Y la gente ni se lo imagina. Había un actor español, Pedro López Lagar, que decía: "Yo me pongo la boina y salgo al escenario", que tampoco es así porque López Lagar era un gran actor y preparaba los personajes. Pero él decía eso y algunos actores no pueden trabajar así. Hay que ver también cómo trabajaba López Lagar.
-Que la serie se llame Alma de artista referencia, de algún modo, que esa elección del personaje muchas veces no tiene que ver con lo racional sino con lo intuitivo, ¿no?
-La intuición juega un papel importante. En el capítulo de Cecilia Roth, se ve que la intuición juega un rol absolutamente fundamental y aparte es recurrente que la intuición es algo inmanejable. En la construcción del personaje se pone en juego todo el aparato psíquico: lo inconsciente, el yo, y también la crítica, es decir, el superyó. Cecilia desarrolla un poco esto. También se pone en juego el cuerpo. Con el cuerpo y con la palabra se arma el personaje. Cuando uno lo dice así, parece fácil. Sin embargo, lo más interesante es lo que decía hace un rato: que cada actor tiene su propio método, dentro de la línea de Stanislavski. Por supuesto que nadie deja de lado esto, pero hay actores que dicen que lo primero que hacen es aprenderse el texto. Y otros actores dicen que es contraproducente aprenderse el texto previamente, que primero se tienen que compenetrar. Oscar Martínez dice que su gran maestro Juan Carlos Gené les hacía un ejercicio. Entonces, cuando tenían que hacerle la devolución, Gené, les decía a los actores: "¿Entendió?". "Sí, sí, sí, entendí profesor", respondían. Y Gené les repreguntaba: "Pero, ¿entendió con el cuerpo?". Porque entender con el cuerpo es otra cosa. Por eso digo que se pone en juego el aparato psíquico y el cuerpo. Algo muy interesante es que todos dicen cosas completamente distintas y tiene que ser muy interesante para el público cómo se construyen los personajes que tanto lo apasionan, cómo trabajan los actores. Y que los actores admirados e idealizados por ahí tienen pánico cada vez que tienen que subir al escenario. Cecilia Roth dice que hay días que está en la casa y se pregunta: "¿Por qué tengo que someterme a esto?". Y después de la función está feliz. Eso pasa sobre todo con el teatro.
-¿Qué fue lo que más te sorprendió de los testimonios?
-En realidad, todo me sorprendió y aprendí un montón de cosas que desconocía, lo cual también me dio la pauta de que le va a interesar mucho a la gente.