Hay algo muy simbólico, casi metafórico, en torno a la nueva edición del Festival de TeatroxlaIdentidad. Tras haber cumplido sus primeras dos décadas en pandemia, y sin pisar un escenario desde 2019, el colectivo vuelve a un teatro para poner en escena aquello que siempre buscó: cuerpo, presencia. Ni que fuera el objetivo mismo del grupo, que trabaja por la restitución de las identidades arrebatadas por la última dictadura cívico militar. “Ese juego entre ausencia y presencia es el motor de nuestros ciclos, solo que esta vez de forma más literal”, dicen les integrantes del brazo teatral de Abuelas de Plaza de Mayo.

Si bien el año pasado tuvieron actividad en redes sociales y otras plataformas, desde TXI cuentan a Página/12 que sufrieron mucho la no presencialidad. Por eso, si bien habrá un aforo limitado que les significará mucho menos público que el de costumbre, el festival que arranca este miércoles en el Teatro Nacional Cervantes (ver aparte) será importantísimo desde lo simbólico, además de un nuevo paso en la experiencia artística de buscar la verdad.

En el mensaje que históricamente leen antes de cada función, de hecho, las referencias a estos tiempos serán inevitables: “Estamos aquí para buscarte. Incluso en pandemia, incluso detrás de estos barbijos que nos ocultan, te seguimos buscando. Porque los barbijos nos ocultan para protegernos. Pero a vos, hay personas que te esconden para que no sepas quien sos”, enunciará un nieto o una nieta en el marco del ya clásico ritual de iniciación. “Desde el escenario te buscamos y te proponemos resistir y crecer y que toda la sociedad pueda dejar atrás la mentira y crezca con vos”, dirán para interpelar.

“Revalorizamos la importancia del cuerpo, el propio y el del otro que nos hace falta. Volver a un teatro tiene una carga muy simbólica porque representa el abrazo, ese que siempre buscamos”, dice a este diario Raquel Albéniz, integrante de la Comisión de Dirección de TXI. “Hemos encarado este ciclo de ese modo, pensando y repensando el concepto de presencialidad”, suma Cristina Fridman, otra de las históricas de la organización.

Curada por Mariela Asensio, Andrés Binetti y Paula Marull, la programación de este año también tendrá que ver con la transición virtualidad/escenario. La selección fue por video y no hubo posibilidad de ver las obras, como ocurría en las ediciones anteriores. “Hasta eso fue raro”, dice Fridman, intrigada por lo que verá. Habrá monólogos inéditos y obras ya estrenadas en el circuito alternativo. Como en otras ediciones, algunas de esas piezas serán de “temática directa” (que remiten de forma explícita a la apropiación) y otras más “libres”, entendiendo a la identidad como un concepto amplio con múltiples posibilidades de revisitar.

Pese a toda esta particularidad, el festival de entrada gratuita tendrá entre sus objetivos, al igual que en los últimos años, llegar a nuevos públicos. Y es que hace un tiempo que en el entendimiento del paso del tiempo y las nuevas generaciones, quienes integran el colectivo artístico sienten la necesidad de ampliar. “Ya no estamos buscando sólo a los nietos sino también a sus hijos y hasta a sus propios nietos. Ellos también tienen la identidad cambiada y por eso tenemos que llegar a todas las edades”, reflexiona Albéniz.

Si bien los desborda la alegría de “volver”, por ese motivo admite Fridman que el trabajo virtual de estos meses los ayudó a acercarse a nuevos sujetos que a lo mejor no habían ido nunca a la instancia presencial. “Hicimos convocatorias por Instagram y Twitter y nos encontramos con que muchos jóvenes de todo el país tienen necesidad de hablar de la identidad. Aunque anhelamos encontrarnos en un teatro, nos dimos cuenta de que también podemos llegar de ese modo así que son actividades que no vamos a dejar de hacer”, desliza.

Con este ciclo o en redes, el colectivo sigue festejando -un año después- sus primeros veinte años de ininterrumpida actividad. “Es como los cumpleaños en pandemia: no cuentan”, bromea Albéniz, que sube la apuesta: “El año que viene, con otra situación sanitaria, los festejamos de nuevo pero en el Luna Park”.

La Trastornada, de Ariel Gurevich.

Las obras

La gran novedad del festival tendrá que ver con el estreno de una nueva edición de Idénticos, el conjunto de monólogos que ya es un clásico del ciclo de TXI. Doce actores dirigidos por Daniel Veronese interpretarán doce textos coordinados dramatúrgicamente por Mauricio Kartun, un combo que no puede nunca salir mal. Entre los autores de las piezas breves están Mariano Saba, Celia Zavala, Monsalvo, Patricio Abadi, Facundo Zilberberg, Roxana Aramburú, Alejandra Toronchik, Fabián Saad, Pablo dos Reis y Lucila Rubinstein. Interpretarán sus textos talentosos actores y actrices y harán lo propio otros en la dirección. El conjunto de piezas breves se verá este miércoles a las 20, en la primera jornada del festival.

Por lo demás, el jueves será el turno de La trastornada, una pieza de Ariel Gurevich de 70 minutos de duración. El espectáculo cruza dos lenguajes: un concierto de cámara (recital de canciones para piano y una cantante) y una obra de teatro en fricción con ese repertorio, que juega con el drama de dos hermanas solteras que de jóvenes han compartido el mismo amor. El elenco está compuesto por Laura Esses, María Inés Aldaburu, Fernanda Pérez Bodria y el mismo Gurevich, que además del dramaturgo de la pieza es su director.

En tanto, el viernes se verá Lo que quieren las guachas, sobre la discriminación que existe en la Argentina y la intolerancia devenida en agresión originada por una situación económica, de género, o de ubicación. Actúan Ornella Fazio, Luciano Crispi, Iti el hermoso, Malena Ratner, Ignacio Pelaez y Martina Bajour, con dramaturgia y dirección de Mariana Cumbi Bustinza.

El sábado, por último, será el turno de Algo de Ricardo, una obra para un solo actor al que convocan para hacer Ricardo III de William Shakespeare. Definida por sus creadores como “una obra sobre los actores, sobre la pasión por la actuación, y sobre las intrigas de poder que se juegan en el mundo teatral”, fue escrita por Gabriel Calderón y es interpretada por el gran Osmar Núñez. La dirección está a cargo de Mónica Benavídez.

* Se puede consultar más información en www.teatroxlaidentidad.net. Por temas de espacio y protocolo, las localidades ya están agotadas.

Lo que quieren las guachas, de Mariana Cumbi Bustinza.

“Es como volver a casa”

Esta edición del festival se realizará íntegramente en la Sala María Guerrero del Teatro Nacional Cervantes, aunque no estará a su tope por los protocolos sanitarios vigentes. Que el regreso a los escenarios sea precisamente en este no es casual, sino una forma más de reencuentro. “Es como volver a casa”, dice Cristina Fridman sobre el único teatro nacional de la Argentina, que tantas veces albergó al ciclo en sus múltiples versiones.

El Cervantes, de hecho, fue casa de TXI en algunas de sus ediciones más importantes. Se realizó allí en 2008, en el primer encuentro internacional que organizó el colectivo. También en 2012, el año que se hizo teatroxlaidentidad itinerante. En esa ocasión la apertura contó con más de mil personas. Pero sobre todo fue sede en los aniversarios: los diez y los quince años de la organización se festejaron en el TNC, lo cual le agrega más mística a este festejo por los veinte años.

 

“Nos encanta volver al Cervantes porque en el teatro todos se ponen la camiseta de TXI. Se arma una gran comunidad”, señalan desde la organización.

 

Otra campaña de Abuelas

Abuelas de Plaza de Mayo lanzó una nueva campaña bajo el hashtag #VolvéAPensarlo, que incluye la presencia de personalidades del ambiente artístico que interpretan situaciones de la vida cotidiana y convocan a repensar en datos que puedan aportar información para seguir encontrando nietos sustraídos durante la última dictadura cívico militar.

Las situaciones representadas "nos llevan a pensar si hay algo más que podemos hacer para encontrar a los casi 300 nietos y nietas que faltan", indicaron desde Abuelas en un comunicado. Entre los artistas que forman parte de la campaña se encuentran Dalia Gutmann, Sebastián Wainraich y el “Bicho” Gómez.

"Muchas veces creemos que lo que vimos, escuchamos o recordamos no es importante, pero en la reconstrucción del destino de los nietos y nietas que buscamos, cada dato es fundamental para descubrir los rastros de esos niñxs -hoy adultxs- que la dictadura arrebató a sus familias", precisaron. En ese contexto, desde Abuelas añadieron que "cada apropiación ocurrió en el seno de una familia, un edificio, una cuadra, un barrio; decenas de personas asistieron, en plena dictadura, a la llegada de ese nuevo niño o niña, muchas veces de un día para el otro".

"Rumores, silencios, sospechas y a veces certezas circularon en torno a esos casos de familiares, de vecinos y vecinas. El tiempo fue pasando y la búsqueda de los y las nietas logró visibilizarse, entonces aparecieron dudas sobre el origen de parejas, amigxs, compañerxs de estudio, trabajo", explicaron, al tiempo que recordaron que aún "hay familias esperando saber si ese sobrinx, hermanx, primx, nietx nació".

Las piezas artísticas circulan ya por las redes sociales y las Abuelas solicitaron apoyo y participación por "si acaso te encontraras en la situación de los protagonistas" y "tu información puede ser importante".

"Entre todos y todas podemos resolver el delito de apropiación en la Argentina", convoca la campaña, e invita a descargar los spots de las redes sociales de @abuelasdifusion y ayudar a viralizarlos. En tanto, quienes tengan información en particular sobre cada caso, pueden escribir por mail a [email protected].