Franco Rosso está escribiendo una saga. Nacido en Tostado en 1979, tenía algunas publicaciones en Rafaela cuando su novela Mandarinas (EMR, 2019) fue finalista del Concurso Regional de Nouvelle 2018 de la Editorial Municipal de Rosario. Este año, el Fondo Editorial Municipal de Rafaela le publicó Los idos (2021), otra novela breve que puede leerse como precuela de Mandarinas. Si bien ambos relatos son independientes entre sí, se reiteran personajes: el Pula, Tu Sam, Amparito y el narrador. 

Amparito es un personaje femenino muy potente, que en Los idos vive un tierno romance adolescente con Tu Sam. El título de Los idos (obra que viene a llenar algunos huecos del pasado rememorado con nostalgia en Mandarinas) remite eufemísticamente a los muertos pero también a la locura y literalmente a los emigrantes, sentido que se completa al continuar (acción más que recomendable) la lectura de Los idos con la de Mandarinas. El género fantástico y los elementos sobrenaturales, que en Mandarinas funcionan más bien como una atmósfera que coquetea con el género terror, en Los idos cobran protagonismo. Aunque, antes que de género fantástico, cabría hablar aquí de "realismo expandido", término acuñado en estas mismas páginas para categorizar un conjunto de obras de la región. Ellas incluyen tanto las de no ficción de la escritora entrerriana Selva Almada (Chicas muertas) y del santafesino Gustavo Farabollini (El puente de las ánimas) como la nouvelle El tiempo que lleve olvidar, de la santafesina Mercedes Bisordi, y la novela El santo de Saco Viejo, del narrador bonaerense Pablo Bigliardi, radicado en Rosario.

¿Y por qué realismo expandido? Porque, en las cinco obras, de lo que se trata no es de la irrupción de un inverosímil fantástico en la realidad (como en el realismo fantástico) sino de mundos representados cuya realidad misma fluye sin discontinuidad alguna (apenas con algún mínimo sobresalto, en general más del lector que de los personajes) entre un realismo materialista y unos elementos animistas plenamente integrados a la cosmovisión de los personajes, del narrador o (en el caso de la no ficción de Farabollini) de los entrevistados. Hay también en Los idos un saber sobre los mundos sutiles, más que una fe: un conocimiento que los personajes adquieren en el viaje iniciático en canoa que se narra.

Esa continuidad sin fisuras ontológicas entre el más acá y el más allá es lo que Henry y Stella Corbin, estudiosos de la narrativa del sufismo iraní, denominaron "mundo imaginal". Lo imaginal no es sólo imaginario, sino que tiene efectos en lo real. En Los idos, el cabello de El Ojón (personaje cuyo miedo constante cumple una función de alivio cómico) encanece ante las terribles visiones compartidas con sus compañeros, a quienes un canoero misterioso les cede un vehículo para llegar "a la otra orilla". El río, la barca, el barquero y las ánimas que vagan por el agua sin haber podido cruzar al otro lado son elementos míticos antiguos y medievales que como representaciones del más allá no sólo integran la cosmovisión que presenta Dante Alighieri en La Divina Comedia, sino que, como parte de una cosmovisión chamánica renacida (¿o que nunca se fue?) están hermosamente presentes en Los idos. Cuyo lenguaje, sin embargo, elude toda solemnidad para fusionar un eficaz coloquialismo, rico en marcas generacionales obsoletas, con ramalazos de prosa poética y maravilla.

Los idos se consigue en Rosario en el espacio de lectura de Riobamba 1387, y en varias librerías de la provincia de Santa Fe. Lo obtenido en las ventas se destinará íntegramente al apoyo económico de un escritor con problemas de salud que no cuenta con trabajo ni obra social. 

El Fondo Literario Municipal fue creado en 1983 para publicar obras de escritores rafaelinos mediante una convocatoria. Franco Rosso leerá la semana próxima en el Festival de Letras de Casilda (ver aparte).  Rosso integró con sus colegas y amigos rafaelinos Santiago Alassia, Matías Aimino y Gustavo Lombardo el grupo de escritura y gestión cultural Prima Liter, y actualmente forma parte de Escritores Rafaelinos Agrupados (ERA), institución radicada en el legado de la poeta local Elda Massoni y que actualmente organiza el Festival de Literatura de Rafaela.

"Las imágenes volvían como queriendo mostrarme algo. Rebobinaban como un casete con la Bic buscando el principio del tema favorito. Las tumbas, las lápidas, los panteones, la lluvia. La caravana que venía en reversa como una lenta e insistente película de lo sucedido", escribe Rosso en un pasaje que funciona como un flashback del juego en el cementerio con que estos Huck Finn olvidados de la pampa gringa, adolescentes marginales y sin futuro, aprendices de chamanes a la bartola, abren Los idos. "Fantasmas, los idos -escribe Mariana Travacio en la contratapa del libro-. Y fantasmas los que aún caminan de este lado del río, buscando un anclaje, una orilla, un lugar lejos del naufragio".