La religiosa Martha Pelloni, exrectora del colegio al que asistía María Soledad Morales, dijo hoy que el crimen de la adolescente, del que se cumplen 31 años, fue "un caso de trata y femicidio" y que las Marchas del Silencio "cambiaron la historia de Catamarca", ya que “animaron a las mujeres a pedir por sus derechos".
Pelloni, coordinadora de la Red Nacional de Infancia Robada y exrectora del Colegio del Carmen y San José de la capital provincial, recordó en diálogo con Télam Radio lo sucedido desde el 7 de septiembre de 1990, cuando en la ciudad de Catamarca secuestraron, violaron y mataron a la joven de 17 años, tras asistir a un baile con sus compañeras por la elección de la reina del estudiante.
"María Soledad para nosotros fue el primer femicidio. En esa época no se hablaba con ese término. Esa noche la secuestraron y la raptaron. Fue un caso de trata también. Porque la drogaron y la violaron en manada", relató la religiosa.
A partir de lo sucedido, la monja promovió múltiples manifestaciones, conocidas como las "Marchas del Silencio", que se realizaban todos los jueves frente a la Casa de Gobierno catamarqueña en repudio al “encubrimiento de los hijos del poder”, como se denominó al grupo de sospechosos de haberla matado.
"Esas marchas, que pedían justicia, creo que cambiaron la historia de Catamarca", señaló Pelloni y agregó sobre ellas: "Fueron la expresión del reclamo de justicia de todo un pueblo. Una sociedad cansada de los abusos que realizaban los hijos del poder de la noche y del dinero". La monja, que lideró más de 65 manifestaciones y ahora se encuentra radicada en la localidad bonaerense de Santos Lugares, también destacó que "los jóvenes estudiantes fueron los pioneros de las marchas" y "los primeros en salir a acompañar el duelo".
"Enseguida nos dimos cuenta todos que algo serio había pasado. Fue comenzar con un reclamo por María Soledad y terminar con muchísimos reclamos de otras chicas también", afirmó.
Por el caso, fueron condenados Guillermo Luque, hijo del entonces diputado nacional Ángel Luque, y Luis Tula, exnovio de María Soledad, a 21 y 9 años de prisión, respectivamente, por "violación seguida de muerte agravada por el uso de estupefacientes". Ambos se encuentran actualmente en libertad tras cumplir con sus condenas. También fueron señalados como sospechosos del crimen Pablo y Diego Jalil, sobrinos del intendente José Jalil, y Miguel Ángel Ferreyra, hijo del jefe de policía provincial, aunque no fueron condenados por la justicia.