En un nuevo capítulo de la persecución judicial al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva –favorito en las encuestas para 2018-, un juez de Brasilia ordenó suspender las actividades del Instituto Lula, fundado para transmitir el legado del ex mandatario. El argumento es que ese lugar sirvió como lugar de encuentro para cometer "varios ilícitos criminales".
La suspensión de la institución ubicada en San Pablo se dispuso el pasado 5 de mayo pero se dio a conocer hoy, justo en la víspera del interrogatorio a Lula por el juez Sergio Moro, quien lleva adelante el caso Lava Jato sobre una red de sobornos en Petrobras. También hoy un juez federal paulista rechazó un recurso de último minuto presentado por la defensa del ex presidente para aplazar la cita y confirmó la decisión de Moro de negarse a que se grabe la declaración.
Dede esta tarde centenares de seguidores de Lula llegaron a Curitiba, la llamada "capital de la Operación Lava Jato", para dar su apoyo al ex presidente. Con camisetas y banderas rojas del Partido de los Trabajadores (PT), los manifestantes arribaron en colectivos o en avión desde todo Brasil. Sólo desde San Pablo salieron 100 micros, dijo a la agencia de noticias AFP el Frente Brasil Libre, que reúne a varios movimientos sociales.
"Vinimos porque entendemos que el proceso contra Lula está viciado y es necesario demostrar que el pueblo está atento, que el pueblo está observando", expresó a AFP Jo Portilho, una empleada de banco de 54 años, que tomó un avión desde Rio para llegar a la capital de Paraná. A su lado, integrantes del Movimiento de trabajadores rurales Sin Tierra (MST) empezaban a instalarse en improvisadas carpas, donde pasarán la noche a la espera del inicio de la audiencia de mañana.
El sábado el juez Moro, de alto perfil político, pidió que no haya una contramarcha en rechazo a Lula. "No quiero que nadie se lastime en una eventual discusión o conflicto. Por eso mi sugerencia es que no vengan, no es necesario. Dejen a la Justicia hacer su trabajo", afirmó en un video divulgado por las redes sociales.
El interrogatorio apunta a determinar si Lula recibió un lujoso apartamento de la constructora OAS, señalada en la red de sobornos de Petrobras, como retribución de supuestos favores ilegales. Lula niega los cargos y asegura que es víctima de una persecución judicial y mediática para que no pueda presentarse a las elecciones de 2018, para las que es favorito. Si es condenado y el fallo es ratificado en segunda instancia, deberá bajar su candidatura.
"Hace dos años que estoy leyendo en los periódicos que el PT acabó y que mañana Lula estará preso. Si ellos no me meten preso en breve, quien sabe si un día yo los hago detener por las mentiras que cuentan", expresó Lula el viernes en un mitin.