El presidente norteamericano Donald Trump echó hoy a James Comey, por carta, y por recomendación del Fiscal General (ministro de Justicia). El hasta ahora jefe del FBI investigaba la posible incidencia rusa en las elecciones de noviembre y el affaire de los mails de Hillary Clinton.
"Aunque aprecio enormemente que usted me informara, en tres ocasiones distintas, de que no estoy bajo investigación, aún así estoy de acuerdo con la conclusión del Departamento de Justicia de que usted no es capaz de liderar eficazmente el Boureau”, señaló Trump en su carta a Comey. "Es esencial que encontremos un nuevo líder para el FBI que restaure la confianza del público en su vital misión de aplicación de la ley", agrega.
Comey, quien había abierto la investigación sobre los correos electrónicos de Hillary Clinton once días antes de las elecciones que consagraron a Trump, reconoció hace pocos días que sentía "náuseas" al pensar que pudiera haber tenido algún impacto en las elecciones pero que "honestamente, no cambiaría mi decisión".
El despido se produce después de que se revelara que la colaboradora de Clinton no había enviado mails con información clasificada a su esposo, trascendido que perjudicó a la candidata demócrata en el último tramo de la campaña, quien siempre acusó al FBI de la maniobra.
Apenas terminado el proceso electoral, el FBI se abocó a investigar los presuntos vínculos entre Trump y el Kremlin, que habría incluido un ataque cibernético.
Lo cierto es que Jeff Sessions, el Fiscal General que sugirió echar a Comey, se había reunido dos veces, durante, la campaña, con el embajador ruso.
"La búsqueda de un nuevo director del FBI empezará inmediatamente", anunció el portavoz de la Casa Blanca.