La utilización del tiempo libre es llamada generalmente ocio. El tiempo para ejercitar el ocio es un patrimonio cultural que la humanidad ha construido desde tiempos remotos, de las diversas maneras en que cada pueblo o cultura los sintió.
Históricamente vemos que solamente en esclavitud los diversos grupos sociales no accedieron a la utilización del tiempo libre. La pandemia afectó fundamentalmente, como ya dije en otras notas, a diversas construcciones humanas en la cual el ocio y específicamente el deporte fue de los más castigados en el mundo.
Si bien se han mantenido los espectáculos deportivos con varias restricciones, estos apuntan a un porcentaje infinitesimal de las personas que practican deportes en el mundo, o sea a los deportistas profesionales. Así el deporte se ha situado apenas como un entretenedor de la población, vía la televisión y otros medios.
Los líderes mundiales y sus áreas de consulta respectivas mostraron en general ignorancia y falta de propuestas, de una forma casi exasperante con el área del deporte, que no tuvieron con otras áreas que permanecieron con escasas restricciones.
El deporte junto a otras manifestaciones culturales, sociales y afectivas es también parte importante del goce y el disfrute, un bien social, como bien lo señalara una candidata del oficialismo hace pocos días. Se debe agregar que el disfrutar no es patrimonio exclusivo de ninguna clase social o alto estatus económico, como pueden creer o interpretar algunos.
Ojalá que en la post pandemia se le otorgue al ocio, y por supuesto al deporte, su invalorable y justo lugar en la construcción de sociedades más felices.
* Ex Director Nacional de Deportes.