En Córdoba, un hombre deberá pagar una suma superior a un millón de pesos por negarse a reconocer a su hija biológica, pese a que el vínculo quedó probado por un estudio genético. Así lo determinó el Juzgado en lo Civil, Comercial, Conciliación y Familia de Laboulaye, que hizo lugar a una demanda de filiación presentada por la joven, que hoy tiene 22 años.

En la sentencia, el juzgado impuso el pago de una indemnización de 1.026.000 pesos, más intereses, “por el daño moral que le ocasionó a su hija por vulnerar su derecho a la identidad personal”. Según señalaron los medios locales, es el monto más alto establecido en esta provincia por este tipo de denuncias.

La demandante, quien vivía en un establecimiento rural ubicado en el sur de la provincia, que era propiedad del demandado, fue anotada en el Registro Civil por la pareja de su madre. Cuando la niña tenía alrededor de 10 años, detalló el portal de Justicia de Córdoba, su padre biológico se realizó un estudio de ADN privado que dio positivo. 

Sin embargo, optó por desconocer a la niña. La madre, según se detalla en la denuncia, evitó iniciar una acción de filiación y la joven tuvo que esperar a cumplir 18 años para conocer su verdadera identidad.

Actitud "omisiva y dilatoria"

Para establecer el monto de la indemnización, el juez Ignacio Andrés Sabaini Zapata tomó en consideración la actitud asumida por el demandado desde que supo que efectivamente era el padre de la joven, que calificó de "omisiva y dilatoria". 

Según indicó el magistrado, ya desde el embarazo sabía que la niña era hija suya y siempre mantuvo su desinterés. Además cuando fue convocado por el tribunal para someterse a una prueba de ADN oficial, no se presentó en el laboratorio. “La conducta procesal desarrollada evidenció una total desidia de su parte y una actitud reacia a colaborar en la dilucidación de la verdad jurídica objetiva”, enfatizó Sabaini Zapata.

Mientras proveía una vivienda adecuada a las necesidades básicas a sus hijos (reconocidos), su hija vivía hacinada en una pieza y cocina, sin baño y con siete personas… Sus hijos eran abastecidos de alimentos, pero su hija iba a pedir medicamentos y comida al ‘policlínico’", afirmó el magistrado.

Tales diferencias también generaron que la joven no completara sus estudios básicos, subrayó Sabaini Zapata. Sus hermanos, en cambio, asistieron a un colegio privado e incluso uno de ellos se fue a estudiar a la ciudad de Córdoba solventado, en parte, por su padre.

“La falta de reconocimiento se trata de una lesión a los derechos de la personalidad, una violación del derecho a la identidad personal al negarse el estado de familia de hijo", concluyó el magistrado en su resolución, donde recordó que "toda persona humana posee derecho subjetivo, constitucional y supranacional, a determinar y conocer su propia identidad y a tener una filiación”.