Desde París
París revisita desde este miércoles 8 de septiembre uno de los momentos más trágicos del Siglo XXI: el juicio a los responsables de los atentados del 13 de noviembre de 2015 en el curso de los cuales un comando del Estado Islámico (ISIS) asesinó a 130 personas en Saint-Denis y la capital francesa. En París, los lugares más sangrientos de la matanza fueron los barrios del Este y el teatro Bataclan. En total 20 acusados comparecen ante un tribunal especial, pero sólo uno de los 10 miembros del comando del ISIS sobrevivió a los hechos y es el único ligado directamente a la matanza. Se trata de Salam Abdeslam, un franco-marroquí de 31 años en torno al cual persiste un espeso misterio. Abdeslam llevaba consigo un cinturón bomba que decidió no accionar. El hombre no mató a nadie sin que se sepa aún si renunció a su propósito o si hubo un problema con el cinturón. Salam Abdeslam, luego de su captura, dio las dos versiones.
Este miércoles, apenas ingresó en el Tribunal, el franco-marroquí, protegido por un cristal antibalas y custodiado por una veintena de agentes, manifestó su total adhesión al Estado Islámico. Cuando el presidente del Tribunal, Jean-Louis Peries, le preguntó su profesión el yihadista dijo: ”abandoné cualquier profesión para convertirme en un combatiente del Estado Islámico”. Luego, en tono desafiante pronunció lo chahada, la profesión de fe islamista: “Ante todo, quiero dar fe de que no hay más divinidad que Alá y que Mahoma es su servidor y su mensajero”. Tiempo después, al cabo de una pausa, Abdeslam se quejó de las condiciones de su detención. Esta vez con voz de protesta dijo: “Aquí es todo muy lindo, hay pantallas planas, pero allá... Hace más de seis años que me tratan como a un perro. No me he quejado por una sola razón, porque cuando muera resucitaré”. El presidente del tribunal le respondió: “aquí nos estamos en un tribunal eclesiástico, sino en un tribunal democrático”.
El juicio más largo de la historia
El procesó durará 9 meses y habrá centenas de testigos, entre ellos el expresidente socialista François Hollande (en el poder cuando se produjeron los hechos) así como las 1.800 víctimas que forman parte de la acusación y más de 330 abogados que representan a todas las partes. Hecho excepcional, el juicio estará filmado y constituirá, según declaró Christian Saint-Palais, el abogado de uno de los acusados, ”el proceso más largo de la historia”. Los legajos ocupan un voluminoso espacio en la sala de audiencia donde hay un total de 542 tomos.
Los testimonios ofrecidos por los sobrevivientes de aquella noche tenían todos el mismo doloroso eco: ”Nunca olvidaré, jamás podré superarlo” (Marc). ”Es imposible, esas horas permanecen intactas en mi memoria, no podré, creo, dar vuelta la página de esas horas, de los disparos, de la amenaza constante de la muerte” (Jean). Paul Henri fue la primera victima del 13 de noviembre. Henri era el miembro del servicio de seguridad del Estadio de Francia donde se inició la carnicería. Uno de los terroristas hizo explotar a su lado el chaleco bomba que llevaba puesto. Quedó sordo de un oído y marcado para siempre: ”no he salido indemne, tengo pesadillas, es duro”, dijo en su testimonio. De los 20 acusados presentes, incluso si no hizo explotar su cinturón, Salam Abdeslam es el único que deambuló con la muerte a cuestas a lo largo de aquella noche que, luego de los atentados de enero del mismo año contra el semanario satírico Charlie Hebdo, cambió para siempre a la sociedad francesa, las leyes y la forma de encarar la lucha antiterrorista. El resto de los 19 acusados, en su mayoría, formaban parte de la cadena logística y de respaldo que permitió que el comando llevara a cabo la matanza.
En varios encuentros con los medios antes del proceso, François Molins, el Fiscal de la República en aquel entonces, explicó que este largo juicio será muy útil “para las familias de las víctimas porque permitirá comprender qué ocurrió” y también, según el ex Fiscal, ”construir una memoria colectiva a través de la cual se reafirmen los valores de humanidad y dignidad de la sociedad en la cual vivimos”.
Las investigaciones que se llevaron a cabo a lo largo de estos seis años permitieron reconstruir con precisión la forma en que se prepararon los atentados. No hay ningún azar, ni ningún acto precipitado. El acto terrorista coordinado del 13 de noviembre de 2015 responde a un plan trazado y preparado durante varios meses, en varios países, por una célula compuesta por unas 30 personas. Atentado histórico por la intensidad del crimen, investigaciones y juicio histórico por la complejidad del montaje, el protagonista central de los hechos, el Estado Islámico, y los demás actores de la matanza. En su mayoría son yihadistas nacidos en territorio francés o europeo tentados por la venganza y la acción sangrienta come medio de perpetrarla.