La Selección alemana de fútbol vivió un episodio de emergencia cuando el avión en el que viajaba tuvo que aterrizar a los pocos minutos de haber despegado, debido a un problema en el generador eléctrico. “Podíamos haber tenido miedo” pero solo dijeron “que íbamos a hacer una escala para una operación de mantenimiento”, afirmaron las autoridades de la Federación Alemana de Fútbol (DFB).

El hecho se produjo cuando el combinado germano regresaba tras jugar en Islandia contra la selección local, a la que venció por 4-0, por las eliminatorias europeas para el Mundial de Catar-2022.

"No hubo nada espectacular y no fue un aterrizaje de emergencia", señaló el copresidente interino de la DFB Rainer Koch.

"No escuchamos hablar de un problema técnico. Podíamos haber tenido miedo, pero solo nos dijeron justo antes del aterrizaje que íbamos a hacer una escala para una operación de mantenimiento. A mí me sorprendió ver de pronto las casas tan cerca", añadió.

El aparato, que tenía que volar de manera directa entre Reykjavik y Fráncfort, lo gestionaba la compañía chárter lituana KlasJet y tuvo que aterrizar de manera inesperada en Edimburgo.

La compañía indicó que fue por un “problema en el generador eléctrico”. “Conforme al protocolo de seguridad de Boeing y de la compañía, el equipo decidió ir al aeropuerto más cercano", señaló un portavoz de KlasJet.

Según una primera investigación preliminar interna, esta decisión fue considerada "justificada y conforme a la reglamentación". El aterrizaje se llevó a cabo sin ningún contratiempo.

Según la DFB, un avión despegó de Alemania este jueves con destino a Edimburgo para repatriar a la delegación. El capitán de la selección Manuel Neuer, Serge Gnabry y Joshua Kimmich, los tres del Bayern Múnich, no estaban en el aparato porque habían previsto tomar un avión directo a Múnich este jueves.