La Fiscalía acusó y pidió detener al reconocido escritor nicaragüense Sergio Ramírez por actos que "incitan al odio" y por "conspirar" contra la soberanía, en un contexto de aprehensiones y juicios abiertos a opositores a dos meses de las elecciones generales. La acusación, pedido de captura y allanamiento de morada fueron presentadas el miércoles contra Ramírez, quien según la Fiscalía recibió dinero a través de la Fundación Luisa Mercado, una entidad promotora de cultura, con el objetivo de "desestabilizar" al país.
Ramírez, exvicepresidente del mandatario Daniel Ortega que en los últimos años se convirtió en uno de sus grandes detractores, rechazó cada una de las acusaciones. El novelista aseguró que por los delitos que "se encuentran presos muchos nicaragüenses dignos y valientes". Si registran su domicilio, agregó, solo se van a encontrar con "una casa llena de libros".
Incitación al odio y la violencia
"Se presentó acusación en contra de Sergio Ramírez Mercado por realizar actos que fomentan e incitan al odio y la violencia", reveló este jueves en un comunicado la Fiscalía nicaragüense. El ente acusador precisó que las acciones imputadas al escritor "encuadran en el tipo penal de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional, en concurso con el delito de lavado de dinero, bienes y activos" tipificados en el código penal.
Según el Ministerio Público, la mayoría de esos fondos "iban destinados a financiar uno de los principales programas de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, el 'Programa Medios para Nicaragua', pero en la práctica fueron destinados a otros fines que no eran los propios de la Fundación". La Fiscalía sostuvo que esos fondos eran desviados para financiar "a personas y organismos que buscaban la desestabilización de la buena marcha del desarrollo económico y social del país".
Ramírez, de 78 años, fue miembro de la Junta de Reconstrucción Nacional que asumió el país tras el triunfo de la revolución de 1979, y fue vicepresidente de Ortega en su primer mandato (1985-1990). En 1995 renunció al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) por discrepancias con el partido.
Ganador en 2017 del Premio Cervantes, el más importante de la literatura en español, Ramírez permanece fuera de Nicaragua después de que a principios de junio fuera entrevistado en calidad de testigo por la Fiscalía sobre sus vínculos con la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, que dirigía la aspirante opositora a la presidencia Cristiana Chamorro.
En ese entonces, el también premio Alfaguara 1998 por Margarita, está linda la mar, explicó que el apoyo financiero a la Fundación Luisa Mercado, nombre de su madre, era para actividades de la plataforma cultural Centroamérica Cuenta, que anualmente reúne a escritores, narradores y poetas del mundo.
Ramírez: "Nunca me impondrán el silencio"
Ramírez reaccionó en sus redes sociales a la acusación infundada que, afirmó, le hace el gobierno de Ortega a través de la Fiscalía. "Las dictaduras carecen de imaginación y repiten sus mentiras, su saña, su odio, y sus caprichos. Son los mismos delirios, el mismo empecinamiento ciego por el poder", expuso el escritor a través de un video divulgado en sus redes sociales.
"Daniel Ortega me ha acusado a través de su propia Fiscalía y ante sus propios jueces de los mismos delitos de incitación al odio y la violencia, menoscabo de la integridad nacional y otros que no he tenido tiempo de leer, acusaciones por las que se encuentran presos en las mazmorras de la misma familia muchos nicaragüenses dignos y valientes", sentenció Ramírez.
El premiado escritor comparó la situación actual con lo ocurrido en 1977. En aquel entonces el dictador Anastasio Somoza lo acusó de delitos parecidos "cuando yo luchaba contra esa dictadura igual que lucho ahora contra esta otra". "Soy un escritor comprometido con la democracia y con la libertad, y no cejaré en este empeño desde donde me encuentre. Mi obra literaria de años es la obra de un hombre libre. Las únicas armas que poseo son las palabras, y nunca me impondrán el silencio", agregó.
A casi dos meses de celebrar las elecciones, la justicia remitió a juicio a más de 30 detenidos, entre los que destacan cinco de siete aspirantes a la presidencia, bajo leyes aprobadas por el gobierno en diciembre pasado. Cristiana Chamorro, quien se perfilaba como una importante rival de Ortega en los comicios, es una de ellas.
Ortega: "Se juzga a terroristas"
Daniel Ortega, de 75 años, estuvo en el gobierno entre 1979 y 1990, primero al frente de una junta de gobierno y luego como presidente. En 1990 fue derrotado por la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, pero volvió al poder en 2007 y se mantiene hasta la fecha.
Si bien Ortega aún no se refirió a la situación de su excompañero de fórmula, el martes calificó de "terroristas" a los opositores que se encuentran detenidos por supuesta traición a la patria, y "demonios de sotanas" y "satánicos" a los obispos y sacerdotes nicaragüenses críticos con su gobierno. Según el mandatario, sus adversarios "se estaban preparando para repetir la historia de 2018 y se está haciendo justicia, eso es todo, se está haciendo justicia contra los terroristas".
Ortega se refirió de esa forma a las masivas protestas de abril de 2018 contra una reforma del sistema de pensiones que finalmente fue suspendida, pero antes hundió al país en el caos con violentas protestas, saqueos y enfrentamientos con la policía que dejaron un saldo de más de 300 muertos. El mandatario siempre aseguró que su gobierno no reprimió civiles sino que se enfrentó, como lo sigue haciendo actualmente, a una "ola terrorista" promovida por Estados Unidos.
En los comicios del próximo siete de noviembre Ortega buscará su quinto mandato, cuarto de forma consecutiva y el segundo acompañado por su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.