En medio de una ola de asesinatos que sacude Santa Fe, el gobierno provincial y el Ministerio de Seguridad de la Nación se encuentran en un tironeo por la dotación de fuerzas federales en la provincia. A tres días de las PASO y apremiado por la seguidilla de crímenes vinculados al narcotráfico que se estuvieron desarrollando en Rosario, el gobernador Omar Perotti acusó a la ministra Sabina Frederic de "no entender" la gravedad de la situación, diferenciándola del presidente Alberto Fernández, y reclamó mayor colaboración del gobierno nacional. "Más que hacer crecer la cantidad de efectivos, que son 4 mil prestando colaboración en la calle, estamos trabajando para mejorar el despliegue. Optimizar los recursos humanos, que son escasos", había declarado Frederic el miércoles, en un reportaje que comparó las tasas de homicidios entre Santa Fe y la Ciudad de Buenos Aires, lo que terminó cayendo mal en el gobierno de Perotti. En el ínterin el Ministerio de Seguridad envió 160 efectivos de las fuerzas federales a la ciudad de Rosario y, a pesar de los reclamos, insisten con bajarle el tono a la discusión.
En la última semana, el Gran Rosario registró seis homicidios. Estos crímenes, vinculados en su mayoría al narcotráfico (como el caso del asesinato de Carlos Argüelles, testigo protegido en una causa contra el jefe narco Esteban Lindor Alvarado), llevaron a que el gobernador Omar Perotti solicitara una mayor colaboración del gobierno nacional, ya que se trataba de "un problema de dimensión nacional". "Necesitamos tener una presencia nacional de otra manera, Argentina no puede permitir que estas cosas pasen", planteó el martes en una entrevista el gobernador peronista, aliado político de Casa Rosada. Al día siguiente, en declaraciones radiales, Sabina Frederic declaró que "más que hacer crecer la cantidad de efectivos" había que trabajar en "mejorar su despliegue", ya que los recursos humanos eran "escasos". Esto molestó al gobierno provincial, sin embargo, no fue eso, sino que sostuviese, en la misma nota, que el aumento de la tasa de homicidios de la Ciudad de Buenos Aires había sido "más que en Santa Fe".
"Cuando el presidente se refirió a la situación en Rosario dijo 'la Argentina no puede permitir que esto pase en parte de su territorio'. La ministra no entiende a la perfección lo que el Presidente está diciendo, que está diciendo hay una situación diferente, que requiere de una presencia y un acompañamiento porque lo que allí acontece no es lo mismo que lo que pasa en cualquier otra jurisdicción nacional", declaró Perotti ayer, luego de cuestionar a la ministra por comparar las estadísticas delictivas entre ambas jurisdicciones. "No me importan que me comparen con números de otra provincia porque la problemática que tenemos es diferente y requiere una atención distinta", sostuvo y finalizó pidiendo "ayuda": "La gravedad de lo que hay que enfrentar no es una cuestión de guapos, de 'me la banco solo'. La dimensión de lo que se ha permitido en tantos años ha llevado a que esas bandas se conviertan en organizaciones criminales, y nosotros necesitamos ayuda".
A modo de respuesta, en el Ministerio de Seguridad de la Nación no sólo destacaron que en los últimos días se había enviado a la provincia un total de 160 agentes federales (muchos de ellos pertenecientes a los grupos especializados "Albatros" y "Alacrán"), sino que desde diciembre del 2019 se había "duplicado" el personal de fuerzas federales en Santa Fe. "Es casi igual al despliegue que hay en los 31 municipios del conurbano bonaerense", sostuvieron desde el Ministerio, desde donde indicaron que, al día de hoy, Santa Fe contaba con más de 4000 efectivos federales que "realizan tareas de seguridad ciudadana". Por último, la misma ministra destacó hace un par de días que había creado una "unidad ministerial" en la provincia - "la única en todo el país", advierte un vocero - a donde se había enviado personal especializado en inteligencia criminal, investigación y despliegue de fuerzas de seguridad para articular con la Policía de Santa Fe. Más allá de las recriminaciones, en el entorno de Frederic aseguran que existe "una decisión política de acompañar al gobernador" y confían que, con el correr de los días, la situación se tranquilizará.