La comunidad wichí Kilómetro 1, del departamento de Rivadavia, logró después de 11 años de espera que el Estado provincial responda al pedido de creación de un anexo escolar en su territorio. Esto se debía a que más de 60 niños y niñas tenían que caminar casi 5 kilómetros para llegar a la escuela cabecera N° 4128, Puerto La Paz, ubicada en Misión La Paz, a la vera del río Pilcomayo, en el límite tripartito que Argentina comparte con Bolivia y Paraguay.
Funcionarios del Ministerio de Educación de Salta llegaron hasta la comunidad y anunciaron que el anexo se pondrá en funcionamiento desde el lunes 20 de septiembre y que para ello, ya se habían dispuesto baños químicos y una planta docente.
El comunicador indígena y miembro de la comunidad Roberto González dijo a Salta/12 que el miércoles por la tarde llevaron dos baños químicos, prometidos por Educación la semana pasada. Y que ayer se presentó el supervisor de zona, Oscar Alberto Cruz, y la directora de la escuela de Puerto La Paz, Gladys Orellana, quienes anunciaron mediante un acta el funcionamiento del anexo desde el lunes 20.
"Tener la escuela en la comunidad es un alivio", afirmó González, y aseguró que el gobierno provincial sólo debía garantizar el cumplimiento de un derecho ya establecido en el país. También expresó su tristeza al recordar que desde hace años los legisladores de la zona "hicieron un compromiso, pero jamás se preocuparon" en cumplirlo.
Después de tanta lucha "estamos viendo resultados y sólo esperamos ver a nuestros niños yendo a la escuela", deseó el comunicador.
El acuerdo que se logró es que la cartera de Educación se hará cargo de disponer de la planta docente y que la comunidad tendrá que encargarse de trasladar diariamente desde Misión La Paz las viandas de comidas para los estudiantes. Además, tendrá que acondicionar el lugar para la colocación de las mesas y sillas, ya que el Ministerio que dirige Matías Cánepa dijo que no contaba con presupuesto para la contratación de un ordenanza.
En el acta firmada se especifica que el lugar dispuesto para el dictado de clases será un tinglado que tiene aproximadamente seis por cuatro metros y que se encuentra en "muy buen estado". Allí se darán clases de nivel inicial y primario, y la modalidad utilizada será la de pluriaño, que significa que en un aula confluyen alumnos de diferentes grados a cargo de un único maestro, que trabajan en un mismo espacio y al mismo tiempo.
González dijo que al menos se buscará contar con dos aulas. "Lo importante es tener la escuela", resaltó el comunicador que estuvo con este reclamo la semana pasada en la Casa de Gobierno de Salta, en Capital, junto al intendente de Santa Victoria Este, Rojelio Nerón.
En la comunidad serían cerca de 60 niños y niñas los beneficiados, de los cuales 18 cursan el nivel inicial. Pero el anuncio de que efectivamente el anexo comenzará a funcionar en el lugar, provocó que otras comunidades manifestaran su intención de enviar a sus chicos al anexo. "Se van sumando algunos vecinos que viven acá cerca y ahora les conviene", afirmó González.
El pedido fue impulsado hace más de una década por el cacique Bailón Barbier, que también fue el fundador de la comunidad hace más de 40 años. La principal razón era que los niños debían caminar casi 5 kilómetros para llegar a la escuela y además, tenían que soportar el clima del lugar, que suele tener temperaturas superiores a los 35° en épocas de verano.
En un proyecto que el propio González escribió para justificar el pedido, contó que cada año, cerca de 60 niños y adolescentes de entre 5 y 16 años concurren diariamente a Misión La Paz a pie, atravesando una zona de monte. Eso significa un trayecto por una senda donde los chicos, incluso los que tienen discapacidades, se exponen a diversos riesgos ante situaciones propias de la naturaleza de la zona, como extravíos, sed, insolación, picaduras o ataque de animales y hasta accidentes en el río Pilcomayo.
"Hay que tener en cuenta que las familias, con sus recursos, proveen a sus niños de un calzado que no es el más seguro para los recorridos de este tipo, ya que se tratan de alpargatas u ojotas", subrayó el comunicador. Así también, argumentó que los niños transportan materiales escolares que suponen un peso considerable teniendo en cuenta las características de este recorrido hacia la escuela.
Manifestó que la posibilidad de contar con un anexo dentro de la comunidad permitiría también contar con la asistencia de sus familias ante cualquier requerimiento o urgencia que surgiera durante la jornada escolar. Además, que de esa forma las familias podrían acompañar la escolaridad de sus niños, incluyendo su participación en las actividades educativas organizadas por la institución.
El proyecto fue presentado cuatro veces ante organismos gubernamentales, pero recién ahora lograron obtener una respuesta. González aseguró que la comunidad esperará hasta el 20 de septiembre para saber si efectivamente llegarán los maestros, ya que por su parte, estará todo preparado. En el reclamo de que se les habilite espacio, la comunidad había decidido la toma pacífica de la escuela cabecera ubicada en Misión La Paz.