El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, despidió de forma sorpresiva ayer al director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), James Comey. Las autoridades dijeron que la decisión se tomó a partir de la conclusión a la que llegaron funcionarios del Departamento de Justicia de que hubo mal manejo de la investigación de los correos electrónicos de Hillary Clinton.
“El presidente aceptó la recomendación del fiscal general, Jeff Sessions, y del fiscal general adjunto, Rod Rosenstein, sobre el despido del director del FBI, informó el vocero de la Casa Blanca Sean Spicer a periodistas. Según los funcionarios, Comey violó los principios y procedimientos del Departamento de Justicia al discutir públicamente la investigación del uso del correo electrónico privado por parte de Hillary Clinton. La semana pasada, Trump acusó públicamente al director del FBI de dar a Clinton “un pase libre para muchas malas acciones” cuando decidió no recomendar cargos criminales en el caso.
Once días antes de las elecciones presidenciales Comey le informó al Congreso -y, por ende, a la sociedad estadounidense- que iba a reabrir una investigación contra la ex Secretaria de Estado y el uso de su correo electrónico privado. En aquel momento explicó que había recibido nueva evidencia que lo obligaba a tomar esa decisión. Sin embargo, se negó a dar detalles sobre esa supuesta prueba y, apenas unos días después, informó que las evidencias no cambiaban las conclusiones originales, por lo que volvió a cerrar la investigación.
La caída de Comey coincide además con el reconocimiento de sus errores en su comparecencia bajo juramento ante el Comité Judicial del Senado. Señaló que el FBI había encontrado miles de correos de Huma Abedin, la mano derecha de Clinton, en la computadora de su marido, Anthony Weiner. Este hallazgo, según Comey, propició, la reapertura de la investigación de los e-mails de la ex secretaria de Estado (2009-2013). El director del FBI supuso que Abedin de forma rutinaria reenviaba miles de mails a su marido, algunos con información clasificada. El propio FBI debió desmentir esta suposición en una carta pública. Los investigadores determinaron que Abedin, solo reenvió unos pocos correos a su esposo. Tampoco se trataba de una práctica rutinaria y muy poca información era clasificada.
Recientemente, Clinton aseguró que perdió las elecciones presidenciales por la decisión de Comey y también por la injerencia de Rusia.
Funcionarios publicaron un memorando ayer de Rosenstein, exponiendo las razones detrás del despido de Comey. “La reputación y credibilidad del FBI han sufrido daños sustanciales, y ha afectado a todo el Departamento de Justicia”, escribió Rosenstein. “No puedo defender el manejo del director de la conclusión de la investigación de los correos electrónicos de Clinton, y no entiendo su rechazo a aceptar el juicio casi universal que él estaba errado. Casi todo el mundo está de acuerdo en que el director cometió errores graves. Es uno de los pocos temas que une a personas de diversas perspectivas”.
En una carta a Trump, el fiscal general Jeff Sessions dijo que estaba de acuerdo. “He llegado a la conclusión de que se necesita un nuevo comienzo en la dirección del FBI”, sostuvo. “Debo recomendarle que retire al Director James B. Comey, Jr. e identifique a un individuo experimentado y calificado para dirigir a los grandes hombres y mujeres del FBI”.
“El día de hoy (por ayer) marcará un nuevo comienzo para la joya de la corona de nuestra fuerzas de seguridad”, aseguró el propio Trump.