A tres días de que se cumpla un año de la muerte de Tahiel Contreras, el niño de seis años que fue atropellado por Nahuel Olivera y Alexis Escribanti cuando corrían una picada en Laferrere, su madre reclama justicia, y también que se apruebe la ley que lleva el nombre de su hijo.
"No podemos creer que ya haya pasado un año sin nuestro único hijo, pedimos que esto no quede en nada, que se haga justicia y se apruebe la Ley Tahiel sin demoras", dijo Noelia Díaz, madre de Tahiel, desde la ruta 21 y Soldado Sosa, el lugar en el que fue atropellado su hijo.
"Olivera y Escribanti pidieron varias veces prisión domiciliaria pero nosotros decimos que no se lo permita la justicia, esto no puede quedar impune", agregó la mujer, que convocó para todo el día de hoy un corte de la ruta 21 en el lugar donde el año pasado el chiquito fue atropellado mientras esperaba junto a sus padres para cruzar.
Un proyecto de ley para cambiar una cultura vial
El proyecto de la Ley Tahiel -presentado por el diputado Ramiro Gutiérrez, del Frente de Todos, con aportes de la Agencia Nacional de Seguridad Vial- fue dado a conocer en octubre de 2020 en el Congreso por el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y el exministro de Transporte, Mario Meoni, quien en abril de este año falleció en un accidente de tránsito.
El texto del proyecto establece penas de 8 a 25 años de prisión e inhabilitación para conducir, y contempla que "el delincuente vial" quedará preso desde el momento cero de la investigación.
El 14 de octubre de 2020, el juzgado de Garantías 5 de La Matanza dictó la prisión preventiva para Nahuel Olivera y Alexis Escribanti, ambos imputados como responsables de correr una picada que mató a Tahiel.
El juez de Garantías Gustavo Banco avaló el pedido realizado por el titular de la fiscalía 1 de La Matanza, Gastón Duplaá, al considerar que "las características de los hechos resultan sumamente graves". Las fuentes indicaron que la escala de las penas prevista en expectativa (de 8 a 25 años) "informa a las claras que, para el caso de recaer condena la pena concreta será de cumplimiento efectivo".
En la resolución, el juez Banco reveló que Olivera se mostró más preocupado por su auto roto que por la muerte que había provocado.
Fuentes judiciales señalaron que la prueba reunida es contundente en relación a los hechos que se investigan, ya que está acreditado que Olivera y Escribanti corrían pruebas ilegales de velocidad, con autos especialmente acondicionados para ese fin.
En un principio, la causa estuvo a cargo del fiscal Fernando Garate, de la UFI N°1 de Laferrere, quien imputó a Olivera por homicidio simple con dolo eventual. Al día siguiente al siniestro, quedó detenido Escribanti, de 24 años, quien manejaba el Vento y fue acusado por el mismo delito.
Luego, la causa giró a la UFI especializada en Homicidios de La Matanza, a cargo del juez Duplaá, quien tras tomarles declaración indagatoria a los sospechosos, pidió su prisión preventiva y luego la elevación a juicio del caso.