Inesperada e histórica, así será la final femenina del US Open que este sábado (desde las 17; hora argentina) protagonizarán la británica Emma Raducanu, de 18 años, y la canadiense Leylah Fernández, de 19.

Raducanu, perfecta

Ni Raducanu, número 150 del ránking de la WTA, ni Fernández, 73º, necesitaron ser cabezas de serie para llegar a su cita con la historia en el último Grand Slam de la temporada y, más sorprendente aún, la inglesa llega a la final procedente de la qualy.

"Una sorpresa. Honestamente, no puedo creerlo. Un shock, una locura", dijo Raducanu tras vencer en semifinales a la griega Maria Sakkari (18º) por 6-1 y 6-4. En lo que va de certamen, la inglesa -de madre china y padre rumano; nacida en Toronto, Canadá, pero mudada a Londres a los dos años- todavía no ha cedido un solo set en sus ocho presentaciones.

Previamente, Raducanu eliminó a la suiza Belinda Bencic (12º) en cuartos por 6-3 y 6-4, a la estadounidense Shelby Rogers (43º) en octavos por 6-2 y 6-1, a la española Sara Sorribes Tormo (41º) en tercera ronda por 6-0 y 6-1, a la china Zhang Shuai (49º) en segunda por 6-2 y 6-4, y a la suiza Stefanie Vögele (128º) en primera por 6-2 y 6-3. En la qualy, sus vapuleadas fueron la egipcia Mayar Sherif (96º) por 6-1 y 6-4, la georgiana Mariam Bolkvadze (167º) por 6-3 y 7-5 y la neerlandesa Bibiane Schoofs (128º) por 6-1 y 6-2.

Fernández, la reina del tie break

A falta de batacazos, Fernández, hija de un exfutbolista ecuatoriano y madre canadiense de ascendencia filipina, eliminó nada menos que a dos campeonas y a la segunda y quinta favoritas del torneo para llegar a la definición.

En semis superó a la bielorrusa Aryna Sabalenka (2º) por 7-6 (3), 4-6 y 6-4; en cuartos a la ucraniana Elina Svitolina (5º) por 6-3, 3-6 y 7-6 (5); en octavos a la alemana Angelica Kerber (17º, campeona en 2016) por 4-6, 7-6 (5) y 6-2 y en tercera ronda a la japonesa Naomi Osaka (3º, campeona en 2018 y 2020) por 5-7, 7-6 (2) y 6-4. En segunda ronda, en tanto, se impuso a la estonia Kaia Kanepi (70º) por doble 7-5 y, en primera, a la croata Ana Konjuh (88º) por 7-6 (3) y 6-2.

"Una palabra que realmente se me quedó grabada es 'mágica' porque no solo mi carrera es realmente buena, sino también la forma en que estoy jugando ahora mismo. Me estoy divirtiendo", definió Fernández en la previa.

La legendaria Chris Evert, 18 veces campeona de Grand Slams, reconoció después de seguir a Fernández que no había visto unas actuaciones tan completas en la pista central Arthur Ashe. "Creo que ella es demasiado buena para ser verdad", declaró la ahora comentarista de televisión.

"Mucha gente dudaba de mí, de mi familia y de mis sueños. Recuerdo que una maestra me dijo que dejara de jugar al tenis, que nunca lo lograría y que solo me concentrase en los estudios", agregó Fernández al recordar sus inicios.

De adolescentes

La final será el primer choque entre la inglesa, nacida el 13 de noviembre de 2002, y la canadiense de Montreal, quien cumplió 19 años el pasado 6 de septiembre, y la primera final del Grand Slam yanqui entre adolescentes desde 1999, cuando la estadounidense Serena Williams, de 17 años, derrotó a la suiza Martina Hingis, de 18.