Hoy la Corte Suprema cosechará la tormenta que sembró. Una marcha convocada por todos los organismos de derechos humanos, por todos los sectores políticos y una buena cantidad de organizaciones estudiantiles, sociales y sindicales confluirá en Plaza de Mayo. Allí tres mujeres leerán un documento conjunto: Estela de Carlotto, por Abuelas de Plaza de Mayo, Taty Almeida, por Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, y Lita Boitano, por Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. Los organizadores pidieron que quienes participen lleven un pañuelo blanco al cuello. Sobre el final del acto, pedirán que lo agiten en alto. Ayer Almeida afirmó que el fallo del 2x1 fue “una cachetada que les dio a toda la sociedad y a nuestros queridos hijos. Pero la gente y los periodistas acompañan. Ya no estamos solas”.
Los rechazos nacionales e internacionales a la sentencia de la Corte Suprema –que abrió la puerta para conmutar la pena a los condenados por delitos de lesa humanidad a partir de la aplicación de la derogada ley del 2x1– se acumularon en cascada desde la semana pasada: el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, juristas de las más variadas tradiciones, la CGT, las CTA, integrantes de la oposición y del oficialismo
(incluso ministros del gobierno de Mauricio Macri, la gobernadora María Eugenia Vidal y el jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta) se sumaron al repudio.
El Gobierno, que tuvo una declaración inicial de apoyo, fue el que más tardó en sumarse al rechazo. Finalmente, lo hizo a través de sus habituales voceros, aunque el presidente Mauricio Macri se las arregló para mantenerse ajeno a lo ocurrido. Hoy, salvo los defensores de los genocidas, no queda nadie apoyando el fallo firmado por Elena Highton, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti.
Eso se podrá ver en la marcha de esta tarde, que terminó unificando las dos convocatorias iniciales que existían, y a la que asistirán las más variadas tradiciones políticas. En una reunión de los organizadores, ayer se resolvió que el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia –que integran el Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), la Asociación Ex Detenidos Desaparecidos y diversas organizaciones sociales– ingresará a Plaza de Mayo por Diagonal Norte. Sus integrantes no subirán al escenario. Por esa misma vía, llegarán los partidos de izquierda. Por Avenida de Mayo ingresarán otras organizaciones sociales, estudiantiles y sindicales. Los partidos políticos llegarán por Diagonal Sur.
Los organizadores pidieron a todas las columnas que retrasen su entrada hasta cerca de las 18 para permitir la mayor entrada de personas “sueltas” que quieran participar de la movilización. “La idea es que la marcha sea tan grande que no puedan otorgarle a ningún genocida más el 2x1”, señalaron desde la organización de la marcha. También pidieron tolerancia a todos los sectores políticos que quieran participar “desde la izquierda hasta los radicales y militantes del PRO enojados con la medida”. Desde el macrismo indicaron a este diario que muchos de los jóvenes PRO participarán, pero no lo harán detrás de una columna con una bandera del partido. “Creemos que es una convocatoria desde toda la sociedad y que, por lo tanto, muchos jóvenes seguramente participen. Pero es una política de Estado y no de un partido”, indicó un dirigente de la juventud macrista. En tanto, la Juventud Radical convocó a marchar y concentrará a las 17 en la Legislatura porteña.
Pañuelos blancos
Taty Almeida contó que la propuesta de llevar pañuelos a la marcha no surgió originalmente de Madres, sino que circuló por las redes sociales y luego les llegó a ellas a través de múltiples mensajes. “Nos sobrepasaron los mensajes y los pedidos para que todos lleven un pañuelo blanco. Fue una conmoción”, relató en diálogo con FM Futurock. “Aceptamos la propuesta por única vez que la gente vaya con un pañuelo blanco en el cuello. Ahí van a estar más que nunca los 30 mil. Con esa actitud, no están apoyando a las Madres, lo están haciendo hacia toda una sociedad repudiando el 2x1”, indicó Almeida.
En la reunión de los organismos de derechos humanos para definir los últimos detalles, se resolvió que habrá un momento en la marcha en que las Madres y Abuelas pedirán a los participantes que se saquen los pañuelos blancos de los hombros y los levanten en alto (la idea de ellas no es que se lo pongan en la cabeza). Esto dará una poderosa imagen del repudio al fallo y a cualquier intento de consagrar la impunidad.
Antes de la marcha, habrá distintos puntos donde se entregarán pañuelos. Uno de ellos es la sede de Ctera (Chile 654), donde solicitaron a quienes se acerquen que lleven tijeras para ayudar en la tarea.
Las principales centrales sindicales participarán del acto. Las dos CTA se concentrarán entre las 16 y las 17 en Chacabuco y Avenida de Mayo. La CGT, en Avenida de Mayo y Bernardo de Irigoyen, a las 16. La central sindical recordó que “el plan sistemático de exterminio tuvo como víctimas principales a los trabajadores organizados” y cuestionó “la desafortunada decisión de la Corte”. Por su parte, el sindicato de prensa de Buenos Aires (Sipreba) concentrará a las 16.30 en su sede, en México 441.
Los convocantes a la marcha darán esta mañana una conferencia de prensa en la que estará todo el arco político, incluido el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo. Sobre el rol del oficialismo, Almeida estimó que el cambio de discurso se debió al “repudio internacional”. “Me parece bien que den la cara y que demuestren que quieren arreglar este papelón jurídico que se mandaron. Pero queremos hechos, no palabras”, dijo la integrante de Madres de Plaza de Mayo. “Eramos un país pionero en derechos humanos y ahora estamos en la lista de Estados que los violan”, advirtió. “Es muy triste, pero no nos quedamos con los brazos cruzados”, afirmó. Hoy se verá la primera muestra de que los brazos (y los pañuelos) siguen en alto.