"¿Qué números tenés, sabés qué está pasando?", es la pregunta que desde el mediodía se repite sin cesar entre los funcionarios y las principales figuras de la oposición. Todos los que pretenden mantener alta la imagen entre sus pares se apuran a tirar algunas cifras, pero en estas PASO las bocas de urna efectivamente hechas brillaron, pero por su casi total ausencia. Casi. En el Gobierno se manejaba un estudio realizado en la provincia de Buenos Aires, la "madre de todas las batallas" según la gastada metáfora repetida por todos los periodistas. En Juntos por el Cambio aseguraban tener números propios, pero no atinaban a identificar la fuente.
Tanto en el bunker del Frente para Todos como en el de la principal oposición ubicaban por delante a la candidata oficialista Victoria Tolosa Paz en la provincia de Buenos Aires, en línea con las encuestas preelectorales. Variaba, pero no mucho, la distancia con las dos listas de Juntos sumadas, las encabezadas por Diego Santilli y Facundo Manes.
En esa interna, en realidad una de las pocas que definía candidatos en las elecciones de hoy, todos coincidían en ubicar en primer lugar al "Colorado" casi duplicando los votos del neurocientífico. Todo, claro, de acuerdo a los "sondeos" y pendiente de ratificación en los conteos oficiales. El tercer lugar, a mucha distancia, aparecía disputado entre José Luis Espert, Florencio Randazzo y la sumatoria del Frente de Izquierda y de los Trabajadores.
Las tendencia en CABA
En la Ciudad Autónoma abundan los guiños pero escasean las precisiones. Por supuesto todos dan por ganadora, por mucho, a la sumatoria de las tres listas de Juntos por el Cambio, pero hasta allí llegan las coincidencias.
Los distintos sectores de la interna, sobre todo el encabezado por Ricardo López Murphy, orejeaban las cartas y llamaban a esperar las cifras oficiales. Sin embargo, nadie duda de que María Eugenia Vidal será la primera candidata en las elecciones de noviembre.
En el Frente de Todos se mostraban confiados en alcanzar el objetivo de superar los guarismos de 2017, la última elección de medio término. Los más optimistas, esperan pasar el 25% y acercarse lo más posible al soñado 30%. Y para abonar las esperanzas mostraban los números que dejó trascender el oficialismo de la CABA.
En los despachos de la Ciudad la posible performance de Javier Milei era el tema obligado, pero todos se apresuraban a asegurar que en sus números repite los pronósticos previos, alrededor del 10%.
Asistencia alta en pandemia
A esta hora, lo único realmente firme es la notable cifra de participación popular en las elecciones, que alcanzaba al 67% en el corte de las 18 horas, dado a conocer por las autoridades electorales. Después de esa hora, todavía se esperaban más votantes, que habían llegado a las escuelas pero aún no habían completado el trámite completo.
Para el resto, más allá de los bocas de urna, las corazonadas o las apuestas, habrá que esperar a los números oficiales.