Todo era sorpresa y éxtasis en el búnker de Diego Santilli. Casi a medianoche, los  resultados electorales daban que Juntos había ganado por cinco puntos en la Provincia de Buenos Aires y nadie podía creerlo del todo. "Hoy los bonaerenses fueron a votar y dieron su veredicto en las urnas. Queremos un nuevo rumbo, una provincia en donde podamos vivir en paz", exclamó el precandidato de Horacio Rodríguez Larreta frente a una cincuentena de militantes que habían ido a celebrar el triunfo más inesperado de la coalición opositora en todo el país. Había saltos, abrazos y cantos de "Vamos a volver" (en una curiosa apropiación ideológica), y es que el festejo de Santilli había sido doble: además de ganarle con el 38 por ciento de los votos al FdT, había vencido a Facundo Manes en la interna. Sin embargo, la corta diferencia entre ambos precandidatos (Santilli cosechó el 60,1 por ciento de los votos de Juntos y Manes, el 39,8 por ciento) también fue una sorpresa en el radicalismo, en donde también se celebró como si se hubiera ganado un Mundial.

"Gracias por haber ido a votar, por defender nuestra democracia. Gracias a todos los que nos acompañaron. Gracias a Graciela, mi compañera. Gracias Horacio, mi hermano de camino. Gracias Mauricio, gracias Patricia, gracias Miguel Pichetto y gracias a vos Lilita", comenzó enumerando Diego Santilli al filo de la medianoche, cuando el 88 por ciento de las mesas escrutadas le daban que Juntos había superado el 38 por ciento de los votos, pasando por arriba del Frente de Todos, que había sacado un 33,5 por ciento. Subido en un escenario ubicado en el lujoso Salón Vonharv, en Gonnet, Santilli estaba acompañado por todo su equipo: la precandidata Graciela Ocaña (responsable de la absurda denuncia contra el Plan Qunita), su jefe de campaña, el intendente de Lanús Néstor Grindetti, el intendente de Vicente López (y ex competidor de Santilli) Jorge Macri, el diputado Cristián Ritondo, entre otros. 

"Hoy los bonaerense fueron a votar y dieron su veredicto en las urnas. Queremos un nuevo rumbo, una provincia en donde podamos vivir en paz. Hoy hicimos una gran elección. Sabían que no nos podía ganar la resignación y ustedes lo hicieron posible. Gracias a vos Facundo que nos ampliaste, nos hiciste ser mejores", finalizó, enviándole un mensaje directo a su contrincante en la interna, en la que sacó casi el 60 por ciento de los votos. 

En el búnker de Facundo Manes también se estaba de fiesta. "Es una cosa de locos, no se puede creer. Sacamos el 40 por ciento de los votos", se escuchaba por todos lados en el equipo de campaña del neurólogo.

"Nos guste o no lo de hoy se basa en lo que tenemos entre las orejas: es la educación, la ciencia y la tecnología vinculada a la producción, es el campo exportando mucho más. Esta es la revolución del conocimiento. Lo que empezó hoy no tiene techo y no tiene fecha de vencimiento. No nos van a parar", se entusiasmó Manes desde su búnker en el Hotel Grand Brizo, en La Plata. "Para nosotros Manes representa un mensaje de presente y futuro. El radicalismo ganó porque hoy construye una identidad en el marco de la coalición, porque tiene volumen electoral propio y porque recuperó la dignidad. Nos decían que eramos el furgón del cola del PRO y miranos ahora", celebró una de los principales referentes políticos del espacio que conduce Manes, en diálogo con Página/12. Unas horas antes, sin embargo, no todo era algarabía en la coalición. 



La interna en el búnker 

"Acá está la foto", provocó Joaquín De La Torre, precandidato a senador provincial y uno de los armadores del espacio de Manes. Eran las 20, aún faltaban más de dos horas para que se conocieran los primeros resultados y en el búnker común de Manes y Santilli se jugaba una batalla silenciosa para organizar la ansiada foto de unidad entre los dos precandidatos. Tras una accidentada y espinosa interna, con recriminaciones cruzadas de "hacerle juego al kirchnerismo" o de utilizar fondos públicos de CABA para la campaña en la Provincia, las negociaciones para que ambos salieran juntos a dar un mensaje de unidad perduraron hasta último minuto. 

"Los que estamos aquí compartimos los mismos valores: el trabajo, la seguridad, la educación y el conocimiento. Nos comprometimos a estar juntos y estamos acá, cumpliendo nuestro compromiso", sostuvo primero Santilli en el Salón La Enramada. El debate en torno a la designación del búnker común duró hasta el sábado a la tarde, cuando se terminó eligiendo aquel coqueto salón de fiestas en Gonnet por un motivo: quedaba a igual distancia entre el búnker de Santilli y el de Manes. "A no aflojar, pase lo que pase con el resultado vamos a estar juntos trabajando", aseguró el ex vice jefe de Gobierno porteño. Unos minutos después (el orden fue decidido por una moneda), la pantalla del fondo se tiñó de rojo y apareció Facundo Manes solo: "Para enfrentar a la crisis que tenemos enfrente necesitamos nuevas fórmulas y nueva gente. Por eso quiero agradecerles a todos los que dieron el paso por primera vez. Se viene un nuevo mundo y no podemos enfrentarlo con las prácticas de siempre ", advirtió, aunque finalmente llamó a "trabajar juntos junto a Diego".

"El voto de la gente va a ordenar las boletas, pero nuestro compromiso ya está ordenado. Más allá de las especulaciones, acá estamos. Lo que está en juego es mucho más importante que cualquiera de nosotros", sostuvo a su vez Jorge Macri, que perdió la pulseada con Santilli para encabezar la boleta bonaerense del PRO y que, ante cada pregunta de los periodistas, afirmaba "estoy muy contento, muy contento". "Vamos a trabajar para que haya mayor afluencia de votantes y seducir a aquellos que no nos eligieron", declaró haciendo referencia a los votantes de José Luis Espert y Florencio Randazzo. En un momento un celular con el ringtone de la marcha peronista lo interrumpió y se hizo un silencio incómodo. "A esos también los vamos a ir a buscar", exclamó, entre las risas de De La Torre, Maximiliano Abad y Andrés Di Leo. Unas horas después, cada uno en su búnker, todos estaban de fiesta.