Corea del Norte probó este fin de semana un nuevo modelo de "misil de crucero de larga distancia", un lanzamiento que despertó críticas por parte de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón. Según informó la Agencia Central de Noticias Coreana (KCNA), se trata de un "arma estratégica de gran importancia". Pyongyang no realizaba una prueba nuclear o lanzamiento de misil balístico intercontinental desde 2017.
Los lanzamientos de prueba tuvieron lugar este sábado y domingo y estuvieron supervisados por altas autoridades del país. Los proyectiles volaron sobre Corea del Norte y sus aguas territoriales y alcanzaron blancos a 1.500 kilómetros de distancia. Imágenes del diario Rodong Sinmun mostraron el momento en que un misil salía de uno de los cinco tubos en un vehículo de lanzamiento en medio de una bola de fuego, así como un misil en vuelo horizontal.
La agencia KCNA calificó el misil de "arma estratégica de gran importancia" y agregó que "la eficiencia y funcionalidad del sistema de armas confirmaron ser excelentes". Dijo, además, que el desarrollo del sistema de misiles da a Corea del Norte "otro medio de disuasión" para protegerse y "contener fuertemente las maniobras militares de fuerzas hostiles".
A diferencia de los misiles balísticos que también ha desarrollado y probado el gobierno norcoreano, los proyectiles de crucero no están sujetos a sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, por ser considerados en principio una amenaza armamentística de menor nivel. Sin embargo, este tipo de misiles pueden volar a menor altura y con trayectorias muy planas, lo que los hace difíciles de interceptar. Además, en muchos casos soportan bien el peso de una ojiva nuclear.
"Una amenaza para los vecinos"
El ejército de Estados Unidos cuestionó el lanzamiento de este fin de semana y advirtió sobre los peligros que supone. "Esta actividad evidencia que la DPRK (República Popular Democrática de Corea, por su sigla en inglés) sigue desarrollando su programa militar, lo que supone amenazas para sus vecinos y la comunidad internacional", señaló el Comando Indo-Pacífico estadounidense en un comunicado.
Otro país que hizo referencia al lanzamiento fue Corea del Sur, quien afirmó que están realizando "un análisis detallado de las pruebas en cooperación estrecha con las agencias de inteligencia surcoreana y estadounidense". El gobierno de Japón también mostró su preocupación e indicó que un misil de este alcance "supone una amenaza a la paz y la seguridad de Japón y de la región".
Actualmente el país asiático se enfrenta a numerosas sanciones internacionales por sus programas nucleares y balísticos, que sigue desarrollando. Lo mismo ocurre con la producción de misiles crucero, que ya probó en ocasiones previas.
Las conversaciones nucleares con Estados Unidos están estancadas desde 2019: el empobrecido país no mostró disposición de abandonar su arsenal atómico y renegó de los esfuerzos de Corea del Sur por reiniciar el diálogo. Sung Kim, el enviado del presidente estadounidense Joe Biden para Corea del Norte, expresó reiteradamente su voluntad de reunirse con sus contrapartes "en cualquier lugar y en cualquier momento".
Los lanzamientos de prueba
Los lanzamientos del fin de semana se realizaron poco después de un desfile de bajo perfil en Pyongyang para conmemorar el 73 aniversario de la fundación del país. Las pruebas no fueron un fenómeno aislado.
La semana pasada, Corea del Sur probó un misil balístico de fabricación propia lanzado por submarino, una tecnología que el vecino del Norte ha querido desarrollar. De hecho, en enero de este año, Pyongyang exhibió cuatro misiles de ese tipo durante un desfile militar supervisado por el líder norcoreano, Kim Jong Un, una tecnología que la KCNA calificó como "el arma más poderosa del mundo".
Corea del Norte también divulgó fotografías de lanzamientos subacuáticos, el más reciente en 2019, pero los analistas creen que no fueron lanzados desde un submarino sino desde plataformas fijas.
Pese a que el gobierno norcoreano sigue manteniendo una suerte de moratoria autoimpuesta desde 2017 con respecto a tests nucleares y de misiles balísticos de alcance intercontinental (ICBM), las pruebas realizadas en los dos últimos años dibujan una estrategia centrada en diseñar proyectiles cada vez más ágiles y sofisticados.