En la previa de las PASO hubo muy pocas encuestas: las fuerzas políticas se reservaron el dinero para las elecciones de noviembre. Aún así, todos los sondeos de Provincia de Buenos Aires daban arriba al Frente de Todos (FdT) por cuatro o cinco puntos. El propio domingo hubo dos encuestas en boca de urna.
La del oficialismo la hizo el CEOP, que encabeza Roberto Bacman: adelantaba siete puntos a favor de Víctoria Tolosa Paz-Daniel Gollan. La de Juntos por el Cambio (JxC) no tiene autor conocido. Pero a las 18, desde las oficinas de Horacio Rodríguez Larreta enviaron el pronóstico final: 38,6 por ciento para el FdT y 34,7 para la sumatoria de las dos listas de JxC. La fuerza amarilla no quiso revelar quién hizo la encuesta, pero le asignaba el triunfo por cuatro puntos al peronismo.
Bacman --en diálogo con Página/12-- sostuvo que “evidentemente hay un fenómeno profundo que las encuestas no sirvieron para detectar. No hubo error en el voto de JxC: pronosticamos 36 y fue 38, seguramente porque Facundo Manes consiguió dos puntos más de lo que analizamos. También fuimos precisos en el bajo voto de Florencio Randazzo y José Luis Espert, además de los cinco puntos de la izquierda. El gran problema fue el voto del peronismo. Es evidente que hubo una masa de votantes del FDT que no fue a votar. Y no lo hizo por bronca, por descontento, porque no recibió ninguna de las asistencias que hubo frente a la covid, porque perdió su trabajo o changa y, en el tercer cordón, la lluvia de diez días seguidos, también jugó un papel en el ausentismo o en el voto en blanco de ese voto que siempre fue para el peronismo”.
Parece obvio que no hubo dolo --manipulación-- en los diagnósticos porque el encuestador de Juntos no tendría razón para perjudicar a la misma fuerza que lo contrató. Es decir que la cuestión es más de fondo: las encuestas están con graves problemas --no es de ahora-- para percibir lo que sucede en determinados escenarios políticos y cuando hay situaciones de bastante paridad.
Los que realizan los sondeos presenciales se encuentran con accesos difíciles en barrios de clase media y también en los más humildes. Las telefónicas tienen problemas ante la paulatina desaparición de los fijos, sobre todo en hogares de bajos recursos; en los celulares, la gente es reacia a contestar y el uso de muestras de las redes recién está en sus comienzos.
Los consultores, en general, afirman que tienen factores de corrección para cada uno de los métodos. En las bocas de urna --hechas a la salida de los colegios-- el gran problema es interpretar a los que se niegan a contestar.
Entre los encuestadores hay unanimidad en que el problema mayor fue la detección de la caída del voto peronista. Lo que sacó JxC se parece a lo obtenido a nivel nacional en 2017 y 2019: cerca del 40 por ciento nacional.
Estos son algunos de los elementos que plantearon los distintos consultores sobre la elección del domingo:
* "Mucho votante del FdT está enojado porque se frustró la expectativa de cambio en la economía. Influyó la pandemia, pero están decepcionados” (Bacman).
* "El núcleo duro se mantuvo firme y comprendió la pandemia. Pero hay un núcleo más volátil, que votó sucesivamente a Sergio Massa, Francisco De Narváez o Florencio Randazzo que esta vez no fue a votar” (Facundo Nejamkis).
* ”Las consecuencias de la pandemia fueron notorias, entre ellas la no-presencialidad escolar. Fue muy difícil de manejar para las familias. Buena parte de los alumnos apenas se manejaban con un celular y las maestras tuvieron dificultades. Es distinto a las posibilidades en los países desarrollados. Desorganizó muchísimo” (Nejamkis).
* ”Si se perdió en La Pampa y en todas las provincias limítrofes, Buenos Aires, Mendoza, Córdoba, significa que hay un tema económico más general y, además, una cuestión con la política hacia el campo. Se prometió encender la economía y no se pudo por la pandemia y también por falencias en la ejecución. Se prometió unir a los argentinos y no se pudo avanzar: hubo momentos con Horacio Rodríguez Larreta, pero se terminó frustrando” (Hugo Haime).
* ”Es muy difícil con el asado a mil pesos. Eso es parte de la demanda económica insatisfecha. Desde ya que la pandemia repercute negativamente, pero hubo desaciertos en la conducción” (Analía Del Franco)
Hubo consultores que mencionaron también el cumpleaños en Olivos, el respaldo del Presidente a la docente de La Matanza y el poco interés en la campaña que llevó, por ejemplo, a que se conociera poco a Victoria Tolosa Paz, pese a que estuvo activamente en los medios. Una cosa era el porcentaje cuando se preguntaba por ella y otro cuando se pregunta por ella como candidata de Alberto y Cristina. Esa es la gente --piensan los consulotres-- que, al final, por desinterés o por los rumores de colas largas decidió no concurrir.
También hay otros dos factores más estructurales señalados por los encuestadores. Las competencias en Juntos por el Cambio, entre Diego Santilli y Facundo Manes; María Eugenia Vidal y Ricardo López Murphy; Luis Juez y Mario Negri y varias otras competencias en distintos distritos, potenciaron a la alianza. Hicieron más atractivo el voto: “Hubo mucha oferta”, definieron.
Del otro lado, se afirma que muchos intendentes del peronismo exhibieron cierta pasividad: “Estamos mirando”, argumentaron. No se jugaban demasiado en las PASO, sí se jugarán la integración de los consejos deliberantes en noviembre.
Por supuesto que ninguno de los consultores arriesga un pronóstico sobre noviembre. Todos son conscientes que el domingo, en materia de encuestas, hubo una nueva frustración, algo que se está repitiendo mucho, en la Argentina y en el mundo.