En el Concejo Deliberante de la capital salteña surgió la semana pasada una advertencia acerca del riesgo que corre la nueva certificación internacional del Aeropuerto Martín Miguel de Güemes.
El cuerpo legislativo aprobó un proyecto de Resolución por el que solicita al Ejecutivo municipal información vinculada a los loteos o emprendimientos edilicios emplazados o proyectados en el área de influencia del aeropuerto, cuya regulación está prevista en el Código Aeronáutico Nacional (Ley Nacional Nº 17.285).
También solicitó detalles relacionados a las restricciones ambientales y a los dominios en el área de influencia de operación del aeropuerto.
El proyecto de Resolución fue el resultado de una reunión que los concejales de la comisión de Obras Públicas mantuvieron el 2 de setiembre último con funcionarios locales de la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) y representantes de Vialidad de la provincia.
Al referirse a esa reunión y previo a la aprobación del proyecto de Resolución, el concejal José Gauffin (Cambiemos) explicó que de la información brindada por los funcionarios, se desprende que se inició la certificación internacional de nuestro aeropuerto, dijo que se trata de un proceso muy riguroso y advirtió que “por distintos motivos se han encendido luces amarillas para nuestro aeropuerto”.
Expresó que “tiene muchos años y se quedó atrás en inversión en comparación con los aeropuertos vecinos de Jujuy y Tucumán, que han tenido inversiones muy grandes en los últimos años y ello nos pone en una clara desventaja.
Mencionó que “falta inversión en elementos para aterrizaje y despegue y la accesibilidad por avenida Banchik está colapsada, con un tránsito de aproximadamente 20.000 vehículos diarios, con lo cual un plan de evacuación tendría muchos tropiezos y en ese aspecto, no estaríamos dentro de los estándares internacionales”.
Dijo Gauffin que “también hay una alerta amarilla no solo por el desarrollo urbano, sino por las construcciones en altura” y sugirió a la Municipalidad y a la Provincia concentrarse y poner el tema en foco, porque “no podemos permitir que nuestro aeropuerto quede en desventaja competitiva con los aeropuertos que están muy cerca”.
Acotó que, llegado el momento, "a las empresas de aviación civil les va a ser más fácil aterrizar en Jujuy o Tucumán”.
El concejal Raúl Córdoba también hizo una breve reseña del encuentro y dijo haber quedado “sorprendido cuando dijeron (los funcionarios) que si no tomábamos cartas en el asunto, íbamos a terminar recibiendo nada más que avionetas”.
De la información suministrada sobre la reunión entre funcionarios y concejales, surge que el director de la Administración Nacional de Aviación Civil, Gerardo Vera planteó que en urbanizaciones ubicadas en el área de influencia del aeropuerto “se está construyendo en altura”; dijo que estas deben ser controladas en el marco de lo dispuesto por el Código Aeronáutico, de lo contrario existe la posibilidad de que se vean afectadas las operaciones aéreas”.
Según Vera, “existe un plan maestro de máximo desarrollo que apunta a mejorar la estructura del aeropuerto, que se vería dificultado en su ejecución si se desarrollan ese tipo de construcciones”.
Superficies de despeje
El Código Aeronáutico Nacional denomina superficies de despeje de obstáculos, “a las áreas imaginarias, oblicuas y horizontales, que se extienden sobre cada aeródromo y sus inmediaciones, tendientes a limitar la altura de los obstáculos a la circulación aérea”.
Otro de los artículos especifica que “en las áreas cubiertas por la proyección vertical de las superficies de despeje de obstáculos de los aeródromos públicos y sus inmediaciones, las construcciones, plantaciones, estructuras e instalaciones de cualquier naturaleza, no podrán tener una altura mayor que la limitada por dichas superficies, ni constituir un peligro para la circulación aérea”.
También señala que “la autoridad aeronáutica determinará las superficies de despeje de obstáculos de cada aeródromo público existente o que se construya, así como sus modificaciones posteriores”.