“Al fin se dio… Esto es un sueño y, a la vez, una gran responsabilidad. La mayor de mi carrera. Por eso quiero agradecer a todos los que me han permitido llegar hasta acá y a la confianza del presidente Fabián Borro y el Consejo Directivo de la Confederación. Y también anunciar que lo mío no será una conducción personalista. Pasará por escuchar, componer, continuar y rodearme de los mejores. Un nuevo ciclo comienza en el básquet argentino, siempre respetando un legado. Estoy con muchas ganas e ilusión para ir por el objetivo grande de que Argentina se mantenga en la elite del básquet mundial”. Desde San Juan de Puerto Rico, luego de finiquitar los detalles que restaban para convertirse en el nuevo entrenador de la Selección Mayor masculina, Néstor García contó sus sensaciones y adelantó metas y conceptos de su gestión, que tendrá como debut oficial el 25 de noviembre, como local, ante Paraguay, en el comienzo de las ventanas clasificatorias para el Mundial 2023.
Fabián Borro, presidente de la Confederación Argentina, mostró su satisfacción y enumeró los motivos de la elección de este bahiense de 56 años que lleva 33 en la profesión –empezó a los 23, siendo asistente en Puerto Rico- y un currículum impresionante. “La elección de Néstor es la de un candidato natural para este cargo de entrenador absoluto de la Selección argentina. Por su capacidad, don de gente, carisma y gran experiencia internacional es permanente candidato y referencia de muchos presidentes de la zona para conducir sus selecciones. Su extensa y exitosa trayectoria lo llevó justamente a cumplir objetivos importantes con diferentes seleccionados nacionales y ahora sentimos que era el momento de hacerse cargo de la nuestra”, opinó.
García no entraba en su felicidad tras la última reunión este lunes que confirmó su contratación. “Es un momento muy especial porque si bien yo dirigí en otros ocho países, me siento muy argentino y deseaba mucho esta oportunidad. Es algo increíble. Porque estuve por todos lados pero, en el final, quería dirigir a nuestra Selección. Ya lo hice en aquel Sudamericano (NdeR: campeón de forma invicta en Chaco 2012, con Leo Gutiérrez como MVP y dos talentos jóvenes como Facu Campazzo, Nico Laprovittola y Marcos Delía) y antes como asistente de Julio (Lamas) en el Preolímpico, pero esto será otra cosa. Hoy, verdaderamente, siento que hice una carrera”, analizó en diálogo con la CAB.
En el caso de García, ya dirigió en total a 30 equipos (21 diferentes) en nueve países distintos, pero nada se compara con la flamante noticia. “Este nombramiento es el más importante de mi larga trayectoria porque una cosa es representar al país como extranjero y otra es estar adentro. Me ha tocado jugar contra Argentina, escuchar el himno de mi país, el que me contrató y creyó en mí, y el de Argentina enfrente, y son cosas muy fuertes. Yo soy muy argentino, en todo. Y siento que este reconocimiento que me dan es más por lo que estuve afuera y ahora tengo que ratificarlo adentro. Y lo intentaremos hacer en esta nueva etapa”, explicó, quien logró tres títulos muy significativos con la selección de Venezuela (dos Sudamericanos, 2014 y 2016, y el Premundial 2015, venciendo en dos de ellos a Argentina en la final).
El Che sucederá a Sergio Hernández, quien dejó su huella profunda tras 12 años al frente del equipo nacional y dejó claro que apoyará y ayudará en lo que pueda al nuevo entrenador. “Tengo solo admiración y respeto eterno hacia Oveja. Nos criamos en la misma ciudad y he visto cómo ha trascendido con sus logros y ética de trabajo. Argentina tuvo en cada etapa al entrenador que necesitó y ahora me toca a mí. Reemplazaré a uno de los grandes en este continente, alguien muy reconocido en el mundo, que hizo una carrera impresionante en la Selección y a quien hay que estarle agradecido”, resaltó.
Al hablar de objetivos, describió que el principal será “mantener el lugar en la elite que Argentina ocupa hace décadas”. Habló de la importancia de los resultados, del ránking, de seguir entre las potencias, pero aclaró que “lo deportivo irá unido a esta nueva etapa en la que buscaremos sumar a todo el mundo. Yo soy alguien con un sentimiento muy puro hacia todo el mundo, no soy de prejuzgar ni de tener diferencias. Siento que llego con apoyo en todos los sectores, pero con cada uno hablaré y escucharé. Sería un error cerrarme. Me voy a rodear con mucha gente y de lo mejor que haya, porque se viene una época nueva para mí y hasta para quienes ya fueron participes de grandes cosas. Deberemos ajustarnos a ese cambio y buscar seguir creciendo”, analizó quien en 10 días viajará al país para comenzar con el trabajo, ver la Liga Nacional desde su comienzo y definir su cuerpo técnico.
La trayectoria del Che
García comenzó dirigiendo profesionalmente en Puerto Rico, en 1989, a Gigantes de Carolina. Luego, en 1990, a los 25 años, debutó en la Liga Nacional dirigiendo a Estudiantes de Bahía Blanca, su ciudad natal. A nivel local, ganó la Liga con Peñarol de Mar del Plata en 1994 y el Súper 20 con San Lorenzo, en 2019. Con clubes también resultó campeón en el 2000 de la Liga Profesional de Puerto Rico con Cangrejeros de Santurce y en el 2006 de la Liga Profesional venezolana (con Delfines de Caracas) y del Torneo Superior (con Trotamundos de Carabobo). En 2011 repitió con Marinos de Anzoátegui. En 2009 se coronó en el torneo de Uruguay con Biguá, equipo con el que logró el Top 4 del 2008 y el Sudamericano de este año. También festejó la Liga de las Américas con Guaros de Lara en 2016. Dirigió en total a 30 equipos (21 diferentes, repitió cinco, algunos en diversas ocasiones), de nueve países distintos. Jugó 15 finales y ganó 9, disputando 11 definiciones con 11 equipos distintos.
Con Selecciones, se consagró en Venezuela porque entre 2013 y 2016 le inyectó disciplina, confianza e identidad de juego a su equipo nacional, lo que se reflejó en dos títulos sudamericanos (2014, venciendo en la final a Argentina, y 2016, superando a Brasil) y un Preolímpico (2015), el que alcanzó tras vencer en semifinales a Canadá (con 9 NBA) y a Argentina en la final, logrando la clasificación olímpica tras 24 años. También dirigió con éxito a Uruguay (2003) y a República Dominicana (lo clasificó al Mundial 2019 y logró la primera clasificación a segunda fase). Con Argentina ya ganó: se llevó el Sudamericano 2012 y antes, como asistente de Julio Lamas, el Preolímpico de Mar del Plata.