Uno de los ocho imputados por el femicidio de Araceli Fulles, la joven que fue hallada asesinada en José León Suarez en 2017, fue detenido este martes por ingresar con un elemento cortante a la sala de audiencias de los tribunales de San Martín donde se desarrolla el juicio, que comenzó este lunes. Se trata del segundo acusado que no podrá participar del debate en libertad: el primero fue detenido este domingo, cuando fue a votar a las PASO, tras haber presuntamente amenazado a la madre de Araceli.
El imputado que quedó detenido este martes a la mañana es Hugo Cabañas. Según informaron las fuentes judiciales, el hombre fue arrestado luego de que el personal a cargo de la seguridad en los tribunales de San Martín le encontrara “un elemento cortante” entre su vestimenta al momento de ingresar a la segunda audiencia del juicio oral.
Este es el segundo episodio relacionado con el ingreso de armas al juicio, ya que este lunes, durante la primera audiencia, un hombre que aparentemente padece problemas psiquiátricos y no tiene relación con la causa fue detenido al intentar acceder al recinto con un hacha con la que, aseguró, quería “cortarle la mano o uno de los dedos” a los acusados.
Amenazas antes del juicio
El primer episodio intimidatorio en torno a este debate se produjo semanas atrás, cuando --según las acusaciones-- el imputado Carlos Casalz amedrentó a un testigo e intimidó a la madre de Araceli, hechos por los que fue encarcelado este domingo cuando iba a votar en una escuela de Villa Ballester.
"Me mandaron este chat a las cuatro de la mañana. Es un video de este tipo caminando con una ametralladora. No sé quién me lo mandó, pero tomé captura de pantalla de lo que me mandaron, y lo denuncié ante la fiscal", confirmó Mónica Ferreyra, madre de la joven asesinada.
"Al que detuvieron ayer (por el domingo) es el que asesina realmente a Araceli, en conjunto con los otros imputados. Él fue quien enroscó el precinto en el cuello para terminar matándola", dijo este lunes, tras la primera jornada del debate, Ricardo Fulles, padre de Araceli.
Además de Casalz y Cabañas, únicos detenidos en la causa, están imputados Hernán Rodrigo Badaracco, Carlos Antonio Ibarra, Marcelo Escobedo, Daniel Alaniz y los hermanos Jonathan y Emanuel Ávalos. A los ocho enjuiciados se los acusa por el delito de "homicidio agravado por femicidio y por la participación de dos o más personas", que prevé la pena de prisión perpetua.
El juicio por el femicidio se lleva adelante ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de San Martín, conformado por los jueces Martín Klobovs, Carolina Martínez y Aníbal Bellagio, mientras que la fiscal a cargo del debate es Mariana Piwarczu. A lo largo del proceso, que según se prevé se extenderá hasta el 7 de octubre, comparecerán entre 150 y 300 testigos.
El caso
Araceli Fulles, de 22 años, fue hallada muerta el 27 de abril debajo de unos escombros en el patio de la casa de Darío Badaracco (31), ubicada en Alfonsina Storni 4477, de José León Suárez, partido de San Martín.
La joven había sido vista con vida por última vez la madrugada del 2 de abril de 2017, en una plaza cercana a su casa, y el último contacto con su familia fue a las 7 de la mañana de ese día, cuando le envió un mensaje a su madre diciéndole: "Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa".
Araceli nunca apareció y su cuerpo fue hallado 25 días después tras la intervención de perros pertenecientes a los Bomberos Voluntarios de Punta Alta. La autopsia determinó que la joven murió por "asfixia mecánica" por "estrangulamiento a lazo" con un elemento compatible con precintos plásticos.
Antes del arresto de Casalz y Cabañas, el único detenido por el caso era Darío Badaracco (31), hermano del acusado Hernán Rodrigo, pero murió el 13 de abril de 2019 luego de haber permanecido internado cinco días en un hospital de la ciudad de Olavarría, tras ser atacado a golpes y quemado con agua caliente por dos compañeros de celda en el penal de Sierra Chica.