El papa Francisco criticó los estereotipos discriminatorios que sufre la comunidad gitana y planteó que “marginar a las personas no resuelve nada”. El pontífice también reivindicó la importancia de la integración durante su visita al barrio eslovaco de Lunik IX considerado el centro gitano más grande de Europa.
"Queridos hermanos y hermanas, demasiadas veces han sido objeto de preconceptos y de juicios despiadados, de estereotipos discriminatorios, de palabras y gestos difamatorios", planteó el pontífice en Lunik IX, ubicado en la ciudad de Kosice, la segunda localidad más grande de Eslovaquia donde el Papa llegó el domingo para una gira de cuatro días.
"De esta manera todos nos hemos vuelto más pobres, pobres de humanidad. Lo que necesitamos es recuperar dignidad y pasar de los prejuicios al diálogo, de las cerrazones a la integración", agregó Jorge Bergoglio. En el barrio Lunik IX viven más de cuatro mil personas, incluidos 800 niños y niñas, a pesar de que sólo tiene capacidad para la mitad de los habitantes.
Desde las ventanas de las viviendas se veían carteles que rezaban “Francisco bienvenido entre nosotros”. En la previa de la llegada del Papa, gitanos de todas las edades cantaron y bailaron con trajes típicos frente al complejo de edificios de tres y seis pisos en el que viven.
"Marginar a las personas no resuelve nada"
"Juicios y prejuicios sólo aumentan las distancias. Conflictos y palabras fuertes no ayudan. Marginar a las personas no resuelve nada", insistió el Papa. Según las cifras oficiales de Eslovaquia, cerca del ocho por ciento de los 5,5 millones de habitantes son de origen gitano, y alrededor de un 20 por ciento de ellos viven en extrema pobreza en más de 600 distritos como Lunik IX. La mitad de las 440 mil personas de la comunidad romaní viven sin agua potable en barrios como el que visitó el pontífice.
La viceprimera ministra, Veronika Remisova, se refirió a las cifras de pobreza en la comunidad romaní. "Este es un número enorme que no podemos ignorar. La convivencia vecinal no siempre es fácil, pero sin humanidad e interés real en los demás, no avanzaremos", planteó en redes sociales durante la visita del Papa.
Para Peter Besenyei, dirigente de la comunidad salesiana local y responsable pastoral de los gitanos de la archidiócesis de Kosice, “es formidable que el Santo Padre venga a un lugar donde nadie quiere ir”. "Es difícil encontrar profesores en Lunik IX, curas que estén dispuestos a trabajar, y el Papa viene a este ambiente difícil", añadió.
Lunik IX
El barrio de Lunik IX fue construido hacia fines de la década de 1970. En un principio el distrito estaba pensado para miembros del Ejército y las fuerzas de seguridad durante la época comunista. Sin embargo, con la crisis económica y social que empezó a afectar a la entonces Checoslovaquia se convirtió en un lugar de concentración para las familias gitanas.
Además de la comunidad romaní que vive en Lunik IX, también participaron los de Jarovnice, en el distrito de Sabinov, que también serán parte de la misa que el pontífice celebrará el miércoles antes de su regreso a Roma. "Vinimos a ver al Santo Padre porque queremos darle las gracias por estar acá. Es un gran hombre de buen corazón", dijo Jana Ginová, una de las peregrinas que llegó hasta Kosice.
El portavoz de la ciudad, Vladimir Fabian, explicó que se dio la posibilidad a los residentes de registrarse para estar entre el público, pero muchos no lo hicieron. Por razones de seguridad se les pidió que permanezcan en los edificios, aunque habilitaron un pasillo para que se muevan por las zonas aledañas. El padre Marian Deahos, salesiano que trabaja con los gitanos en otro barrio, explicó que generalmente para la comunidad romaní es importante el sacerdote que está con ellos y el Papa "les importa poco". Mientras esperaban la llegada del pontífice, gitanos de todas las edades cantaron y bailaron con trajes típicos frente al complejo de edificios de tres y seis pisos que conforman el barrio eslovaco. Sentado en la primera fila, el premier eslovaco Eduard Heger también se sumó a los bailes y al canto de la comunidad Rom (gitana)
"Ustedes son bienvenidos"
"Ustedes albergan gran amor y respeto por la familia, y miran a la Iglesia a partir de esta experiencia", afirmó el Papa, en respuesta al recibimiento que tuvo en la comunidad gitana. "Sí, la Iglesia es casa, es su casa. Por eso -quisiera decirles con el corazón- ustedes son bienvenidos, siéntanse siempre en casa en la Iglesia y nunca tengan miedo de estar aquí. ¡Que ninguno los deje, a ustedes o a cualquier otra persona, fuera de la Iglesia!", agregó Bergoglio en ese marco.
La comunidad romaní es considerada la minoría étnica más populosa del continente, especialmente en Europa central y oriental. Según historiadores, medio millón de romaníes murieron a manos de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, equivalente a una cuarta parte de la población.
En la actualidad persiste la discriminación contra la población gitana. Según Iveta Duchonova, responsable de la oficina del delegado
gubernamental para esta comunidad, "en 2016, un informe de la UE sobre
minorías y discriminación reveló que un 54 por ciento de los gitanos en Eslovaquia
habían sido víctimas de discriminación por su pertenencia étnica". En 2020 Amnistía Internacional denunció que la situación de los gitanos se agravó durante la pandemia de covid-19, cuando fueron discriminados por ser considerados "una amenaza para la salud pública".